La decisión adoptada de mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 8,5%, lo que -considerando las expectativas- implica que esté “en el entorno de la neutralidad”, apunta a “consolidar la permanencia de la inflación en torno al centro del rango meta (4,5%) y contribuir a la convergencia de las distintas medidas de expectativas de inflación en el horizonte de política monetaria”. No obstante, el director en representación del Frente Amplio evaluó que había “espacio” para un nuevo recorte en la tasa.
Esas consideraciones surgen de las “Minutas” (actas) de la última reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central (BCU), celebrada el pasado jueves 16 de mayo, y en la que se definió mantener la TPM sin cambios en el 8,5%.
Al analizar la coyuntura económica, se destaca que dentro de un escenario global con EEUU creciendo menos de lo esperado, pero la zona euro y China mostrando una expansión superior a la prevista (ver recuadro), la economía uruguaya “continúa exhibiendo señales de crecimiento, luego que finalizaron los efectos de la sequía, a impulso del consumo interno y del sector exportador”. Asimismo, en el mercado de trabajo, se observó estabilidad en los datos de empleo y de desempleo, mientras que los indicadores de ingresos recuperaron su dinamismo. “La masa salarial real tuvo un incremento tanto por la evolución del salario real por hora, como por la mayor ocupación”, destaca el comunicado.
Política monetaria
En cuanto a la política monetaria, se recordó que en abril la inflación interanual se ubicó en 3,68%, completando 11 meses consecutivos dentro del rango objetivo, y ubicándose casi cuatro puntos porcentuales por debajo del mismo mes del año pasado.
Por su parte, la inflación subyacente se mantuvo estable en 3,8% interanual. Los precios transables (que se comercializan con el exterior) mostraron una leve reducción (1,34% a 1,28%), mientras que los no transables tuvieron una leve suba de 6,7% a 6,8%.
En cuanto a las expectativas de inflación, el promedio de indicadores se encuentra en 6,25%, y “a pesar de la rigidez exhibida continúa su trayectoria de descenso lento”.
Las proyecciones de corto plazo estiman un incremento de la inflación para los próximos meses, ubicándose en 5,5% interanual en julio, debido principalmente al alza de las frutas y verduras. En ese marco, los servicios técnicos del BCU proyectan que la inflación cerraría el 2024 en 4,9% y se mantendría dentro del rango meta durante todo el horizonte de política monetaria (24 meses).
Por otra parte, se remarca el cumplimiento del objetivo establecido sobre la TPM, operando en torno al 8,5% desde la reducción determinada en la reunión del Copom de abril. “Este nivel de tasa de interés, considerando el promedio de expectativas de inflación, implica que la política monetaria se mantenga en el entorno de la neutralidad”, explican las minutas.
En este contexto fue que el Directorio del BCU tomó la decisión de mantener la TPM en 8,5%, buscando así “consolidar la permanencia de la inflación en torno al centro del rango meta (4,5%) y contribuir a la convergencia de las distintas medidas de expectativas de inflación en el horizonte de política monetaria a dos años”.
Al igual que en reuniones anteriores, la decisión se tomó por la mayoría del directorio. El director en representación del Frente Amplio, Ignacio Berti, votó en forma negativa, entendiendo que “existe espacio para continuar el proceso de baja de la TPM, ya sea porque la inflación se ha ubicado por debajo del centro del rango, como así también por la moderación de las expectativas”.
Tasas altas en EEUU por más tiempo del previsto
En su análisis del contexto económico global, el BCU marca un cambio respecto a los niveles de actividad, con EEUU creciendo menos de lo esperado, pero la zona euro y China mostrando una expansión superior a la prevista. En tanto, la inflación mundial mostró datos positivos en las economías avanzadas, pero se advierte que los conflictos bélicos en el este de Europa y en Medio Oriente, podrían generar “impactos al alza” sobre los precios.
Para EEUU se señala un incremento de la inflación debido a la suba de los precios de los commodities, así como de presiones por los aumentos de salarios. En este marco, los agentes del mercado esperan que la tasa de referencia de la Reserva Federal (Fed) se mantenga elevada por más tiempo, lo cual “explica la apreciación del dólar a nivel global durante las últimas semanas y la corrección en los mercados de renta variable”.
En cuanto a la región, se destaca que la economía de Brasil muestra “una reactivación vigorosa”, lo cual llevó a una mejora de las expectativas de crecimiento para el resto del año. Respecto a la inflación, señala que se presentan “riesgos al alza” debido a “la robustez del mercado laboral, el impacto de las inundaciones en el precio de los alimentos, las presiones provenientes de los commodities y la política fiscal”.
En cuanto a Argentina, se menciona por un lado una caída del nivel de actividad durante los primeros meses del año, pero por el otro, una reducción rápida de la inflación mensual.