El Banco Central (BCU) volvió a aumentar la tasa de política monetaria (TPM) buscando bajar los niveles de inflación. Expertos consultados por CRÓNICAS, destacaron que la decisión va en una dirección correcta, pero advirtieron que al ser una economía bimonetaria la misma tiene poco efecto sobre el nivel de precios y que se requiere de una coordinación con otras políticas, como la fiscal, para que surtan mayor efecto. Asimismo, se advierte por el impacto de la decisión sobre el tipo de cambio, ya que perjudica la competitividad del sector exportador, aunque aclaran que no es el único componente que debe considerarse.
El contexto mundial continúa complejo por la persistencia de la inflación y la incertidumbre por la extensión de la guerra en el este de Europa. Además, China comenzó a levantar las restricciones por covid-19, pero, aun así, continúa con algunos problemas.
A nivel interno, se sigue previendo un buen nivel de crecimiento para la economía uruguaya, más allá de que algunos indicadores adelantados muestran una expansión algo más lenta de su actividad en el segundo semestre. Por su parte, la inflación tuvo un descenso en octubre, ubicándose en 9,05%, pero las expectativas a 24 meses se mantienen estables en 7%, y si se considera el promedio de indicadores tuvo una leve suba, hasta 7,6%.
Ante esta coyuntura, el BCU definió en su última reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) un nuevo incremento de la tasa de política monetaria (TPM) de 50 puntos básicos, llevándola hasta el 11,25%. Frente a esta situación, CRÓNICAS dialogó con dos expertos que dieron su visión sobre la situación actual del mundo y cómo afecta esto a Uruguay.
En su comunicado publicado luego de la reunión, el Copom consideró que con estos incrementos en la TPM se estaría alcanzando un nivel de tasa adecuado para la convergencia de la inflación y sus expectativas al rango objetivo en el horizonte de política. De todas formas, se mencionó que el comité continuará monitoreando la situación local e internacional, así como la respuesta de las expectativas para evaluar futuras decisiones de política monetaria.
Ante este escenario, el contador público y gerente de inversiones del banco HSBC, Carlos Saccone, dijo a CRÓNICAS que este incremento estaba dentro de lo previsto, debido a que el objetivo del BCU es colocar la inflación en el rango meta. “Es un año difícil, más aún para el país siendo una economía bimonetaria, ya que la suba de tasa de interés de la moneda local no tiene el mismo efecto que en países donde la moneda local es la única, como en Estados Unidos o países de Europa”, puntualizó.
Por su parte, Pablo Moya, de la consultora económico-financiera Oikos, sostuvo que el gobierno ha tomado la política monetaria de suba de tasas de interés como uno de los instrumentos para moderar la inflación. Expresó que “el problema de inflación determina una contracción monetaria, y en ese sentido el BCU actúa en consecuencia atacando con los instrumentos correctos”. No obstante, dijo que es una medida que tiene que estar en concordancia con otras políticas, de lo contrario se dan descoordinaciones entre ellas y se limita su efectividad.
Inflación y actividad económica
Saccone considera que “la tasa de interés puede tener un efecto parcial que contenga la actividad” económica y también incide a través del tipo de cambio, que impacta sobre los precios de bienes y servicios importados. Sin embargo, también apuntó que a nivel de la economía hay factores que podrían compensar la suba de tasas, como la búsqueda de acuerdos comerciales, o la intención de bajar algunos impuestos. “Al final del día la tasa de interés juega parcialmente”, sostuvo.
En una línea similar, Moya recordó que cuando el presidente presentó en una rueda de prensa el proyecto de ley sobre la reforma de seguridad social, había anunciado la intención de reducir el IRPF y el IASS si la actividad económica superaba las expectativas. En este aspecto, Moya afirmó que “eso es una política fiscal expansiva que va en contra de una política monetaria contractiva” como la que aplica el BCU.
Asimismo, dijo que se pueden visualizar los desequilibrios que existen en el impacto. “Más allá de que se entiende que es una medida concreta, no visualizamos que tenga un impacto directo en la baja de la inflación, por lo menos en el corto y mediano plazo”, determinó.
El tipo de cambio
Consultados sobre la incidencia del aumento de la tasa de interés sobre el tipo de cambio, Saccone sostuvo que al momento existe más visibilidad sobre lo que va a suceder con las tasas de interés en dólares. “Tendrá algún aumento más, luego el año próximo se va a estabilizar y el siguiente año seguramente comiencen a bajar levemente”, aseguró.
En ese sentido, mencionó que el diferencial queda muy grande: 4,5% en dólares contra 11,5% en pesos. Esto puede suceder si existe una ausencia de otro tipo de shocks o influencias desde el exterior y, con esa estabilidad, se presiona el tipo de cambio para que siga bajando, y los agentes se vuelquen a pesos con estabilidad.
Para Moya, la suba de tasa de interés va a ser “más redituable” en las colocaciones de pesos. Entonces, “opera un cambio de portafolio y hace que las personas vendan sus dólares para colocarse en pesos que al momento están siendo mucho más rentables”, afirmó.
Saccone reconoció que un descenso del tipo de cambio real implica que el país pierda competitividad, y comentó que los industriales siempre se quejan de esto. “El escenario no es el mejor para el sector exportador, porque siempre que el tipo de cambio local se aprecia desde el punto de vista financiero los perjudica”, afirmó.
Sin embargo, consideró que el tipo de cambio local responde bien a los fundamentos, y señaló que en materia de competitividad se pone “un énfasis excesivo” en el tipo de cambio y menos en otras cosas. “Me parece que tenemos que aprender a convivir con un tipo de cambio como este, que ha estado incluso más abajo en términos reales en años pasados”, sostuvo.
De igual forma, Moya dijo que el país pierde competitividad vía precios, pero matizó que “los precios internacionales están siendo lo suficientemente beneficiosos para el país porque hemos incrementado continuamente las exportaciones”. No obstante, recalcó que se visualiza una pérdida, pero seguramente sea ganada vía otros factores, ya que, no solo se debe mirar el precio.
¿Aumentar la tasa de interés incide en la inflación?
Mucho se ha debatido respecto a la efectividad del aumento de la tasa de interés para moderar la inflación. En este caso, los expertos tuvieron posiciones similares aunque con algún matiz.
Saccone manifestó que es “parcialmente efectiva” debido a las dificultades que tiene una economía bimonetaria como la de Uruguay, donde se opera tanto en pesos como en dólares.
Moya fue más contundente, y dijo que “no es efectivo porque la sucesiva suba de tasa no ha tenido el impacto en la baja de la inflación, y desfavorece los shocks externos inflacionarios”.
En cuanto a esto, señaló que “es lo que se debería hacer pero tendrá poco impacto, quizás negativo porque se va a generar una presión a la baja del tipo de cambio”. En este caso, “una suba de tasas hace que los rendimientos de las colocaciones en pesos sean mayores que la de dólares; esto genera un cambio de portafolio y hace que el tipo de cambio baje”, recalcó Moya.