Sostener el funcionamiento del sistema financiero; mitigar los efectos de la prevención del coronavirus sobre el nivel de actividad y lograr que la política monetaria contribuya a que no haya restricciones en la economía, serán las principales líneas de acción del BCU, según anunció su nuevo presidente Diego Labat. En materia cambiaria, aseguró que la entidad mantendrá su política de libre flotación, con intervenciones para reducir la volatilidad.
El economista Diego Labat asumió el pasado viernes 20 de marzo como presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), en una conferencia de prensa en la que participaron únicamente ante los medios de comunicación, los directores y miembros del Comité Ejecutivo de Dirección, respetando el espacio físico entre los asistentes, como lo recomiendan las medidas de prevención ante la epidemia del coronavirus.
En la presentación, el director del BCU, Washington Ribeiro -quien integra el directorio desde las administraciones del Frente Amplio-, destacó que Labat ha demostrado tener una visión muy clara y concreta en cuanto a lo que aspira en la institución. Del mismo modo, recordó que se viven circunstancias donde existe el desafío de facilitar la vida de los uruguayos para que puedan seguir llevando adelante sus transacciones minimizando los impactos de la emergencia sanitaria en el país.
El nuevo presidente del BCU destacó la actitud de sus antecesores, el expresidente, Alberto Graña; y el vicepresidente, Jorge Gamarra; al igual que Ribeiro, en lo que llamó una “transición ejemplar”.
Labat mencionó las tres líneas de acción que tendrá el BCU durante su gestión: sostener el funcionamiento del sistema financiero; acciones para mitigar los efectos que la prevención sanitaria provoca sobre el nivel de actividad –como las acciones para facilitar la continuidad del crédito-; y lograr que la política monetaria contribuya a que no haya restricciones en la economía.
Labat aseguró que el BCU mantendrá su política de libre flotación del tipo de cambio, con intervenciones cada vez que resulte necesario, sin fijar ninguna regla, y con el objetivo de reducir la volatilidad y para que luego el valor de la moneda se ajuste a los fundamentos.
Rango meta
Respecto a la estabilidad de precios, anticipó que la inflación será un objetivo central. “Este Banco Central va a tener un fuerte compromiso para que la inflación converja a tasas de nivel internacional, que el país necesita para el desarrollo de mercados y el funcionamiento general de la economía. Esto será el centro de nuestra gestión”, señaló.
En ese sentido, acotó que una vez pasada la turbulencia por las consecuencias económicas derivadas de la pandemia del coronavirus, el BCU estará en condiciones de hacer anuncios sobre cuáles serán los objetivos inflacionarios de todo el período. “Serán objetivos absolutamente ambiciosos y consistentes fundamentalmente con la política fiscal, donde hubo inconvenientes en los últimos tiempos”, sostuvo Labat. En ese sentido, enfatizó que el BCU no renuncia a usar todas las herramientas que tiene a disposición para trabajar por la estabilidad de precios.
También explicó que se buscará dar una señal de mayor monitoreo, para lo cual se ve como razonable que el Comité de Política Monetaria (Copom) empiece a tener sesiones más frecuentes a lo largo del año, con un seguimiento más cercano de las conductas monetarias.
“Este Banco Central tiene que hacer una reconstrucción de credibilidad (…) por lo cual no haremos anuncios que no podamos cumplir”, dijo, y adelantó que la política de comunicación será muy transparente.
En otro orden, señaló, por un lado, su intención de apuntar a una mayor independencia del BCU y, por otro, generar una agenda orientada a la desdolarización de la economía.
En cuanto al sistema financiero, el nuevo presidente del Directorio del BCU manifestó que a partir de un sistema financiero sólido hay pasos para dar en intermediación, desarrollo de mercados financieros y sistema de pagos.
Para alcanzar esos objetivos, resaltó que resulta clave contar con un BCU abierto, que escuche, que hable con toda la industria, así como genere reglas de juego ágiles, claras y estables.