BCU y BID organizaron taller para abordar las mejores prácticas para medir el comercio de servicios

Diego Labat: “Tenemos que seguir profundizando los esfuerzos para medir cada vez mejor”

Un grupo de expertos realizó un intercambio respecto a cuáles son las buenas prácticas que se deben llevar adelante al momento de medir el comercio de servicios, durante un taller organizado por el BCU y el BID. En el evento se destacó la importancia del comercio de servicios en el ámbito global, el crecimiento sostenido que ha tenido y el papel en la diversificación y complejización de las economías hacia actividades más intensivas en conocimiento.

Medir el intercambio de bienes materiales es más fácil, están ahí y se mueven de un lado al otro. Sin embargo, medir el comercio internacional de algo intangible como lo son los servicios, se convierte en una tarea más compleja.

En ese entendido, el Banco Central del Uruguay (BCU) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) organizaron el taller “Comercio de Servicios: datos, medición y aplicaciones” para abordar el desafío de medir estadísticas de servicios en Uruguay.

De acuerdo a lo detallado por el BCU en una nota de prensa, el evento contó con una amplia participación de representantes del sector público y privado, así como especialistas internacionales. La capacitación abordó los casos concretos de países como Bélgica, Francia, Italia, Estados Unidos, Reino Unido, Chile, Ecuador y Costa Rica. Asimismo, la jornada incluyó una sesión dedicada a la experiencia de Uruguay, donde se analizaron los desafíos y las oportunidades para el país en materia de comercio de servicios.

Los servicios importan

Durante sus palabras de apertura del evento, el presidente del BCU, Diego Labat, resaltó la importancia de la medición del comercio de servicios para Uruguay. “Con este taller queremos dar ese impulso, dejar la señal de que al país los servicios le importan y que tenemos que seguir profundizando los esfuerzos para medir cada vez mejor”, afirmó Labat. 

También señaló que la cooperación resulta fundamental para continuar avanzando en este tema. “Se requiere de coordinación, esfuerzos, cambios culturales, que aprendamos a compartir mucho más los datos”, sostuvo el jerarca.

Por su parte, la economista senior del BID, Marisol Rodríguez, hizo referencia a la complejidad que implica la medición de los servicios no solo para Uruguay, sino para todos los países. 

Rodríguez destacó la importancia del comercio de servicios en el ámbito global, el crecimiento sostenido que ha tenido y el papel en la diversificación y complejización de las economías hacia actividades más intensivas en conocimiento. Además, resaltó que los servicios proveen una fuente de resiliencia extra para países exportadores de materias primas, que están sujetos a diversos shocks: climáticos, de proteccionismo y de precios, entre otros. 

En el caso de Uruguay, Rodríguez señaló que los servicios no tradicionales representan el 50% de las exportaciones de servicios y emplean a más de 32.000 personas calificadas, según cifras de 2022. 

En esa misma línea, el asesor económico principal del BID, Christian Volpe, detalló que, como proporción del PIB mundial, el comercio de servicios creció de 6% en 1975 a 14% en 2019, tendencia que se mantiene y que continuará.

En cuanto al impacto, el experto sostuvo que “las empresas que participan del comercio de servicios experimentan mejoras en su desempeño general y pueden contribuir a alcanzar mayores grados de igualdad de género y de sostenibilidad”. 

Volpe manifestó que, en general, del comercio de servicios no hay datos comprensivos que cubran el universo de las firmas exportadoras e importadoras, que incluyan información consistente en el tiempo del tipo de servicio, modo de entrega, destino, origen y compradores.

En ese marco, se destaca que dinamizar la medición de los servicios es fundamental para poder diseñar, monitorear y evaluar mejor las políticas públicas.


BCU comienza proceso de medición de su huella de carbono

El BCU comenzará el proceso de medición de su huella de carbono mediante una consultoría con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con una herramienta diseñada por el Ministerio de Ambiente.

La aplicación de esta herramienta, basada en estándares internacionales, será en modalidad piloto con el objetivo de que posteriormente el sistema financiero pueda comenzar a utilizarla dentro de las propias instituciones y con sus clientes.

En ese contexto, y dentro de la Mesa de Finanzas Sostenibles​, se realizó una actividad de capacitación con el apoyo del PNUD​ y del Ministerio de Ambiente, realizada en la sede del PNUD en Montevideo.

La finalidad fue introducir a los participantes en el cálculo de la huella de carbono, mostrar su importancia para las instituciones financieras, presentar la herramienta para la estimación de los gases de efecto invernadero de las organizaciones, así como también una guía metodológica para su uso. El objetivo es que los participantes puedan adaptar dicha herramienta a sus instituciones y clientes.

La instancia estuvo a cargo de un consultor internacional contratado por el PNUD y, en esta ocasión, estuvo dirigida a instituciones de intermediación financiera y fondos de pensión.

Asimismo, se presentaron los resultados de una encuesta administrada previamente a dichas instituciones sobre el involucramiento y estadio de desarrollo en la temática.