El presidente del BCU, Mario Bergara, destacó las fortalezas de la economía, aunque advirtió que “hay cosas para corregir” como el elevado déficit fiscal. Además, reconoció que hay sectores en dificultades sobre los que hay que focalizar las medidas, pero rechazó que se deban aplicar políticas de carácter general como reclaman algunos sectores.
Bajo el título “Que este mundo entreverado no nos entrevere», el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), el economista Mario Bergara, disertó respecto a la realidad económica del país y específicamente de las áreas principales en las que hace foco la entidad que dirige. El evento fue organizado por la Cámara Oficial Española de Comercio, Industria y Navegación (Camacoes) y contó con la presencia de un nutrido auditorio de empresarios.
A modo de contexto de ese “mundo entreverado”, el jerarca destacó la importancia de comprender las señales que llegan desde el exterior para lograr afrontar con responsabilidad las presiones que se ejercen sobre la economía local, principalmente a raíz del flujo de capitales y su consecuente presión sobre el tipo de cambio. Explicó que los mercados financieros han estado mostrando en los últimos meses un estado de “exuberancia” que impactaba sobre la economía local, aunque matizó que “afortunadamente” ya se están dando “algunas correcciones”. “En cada momento que exista ruido los capitales se refugian en el dólar, condicionados por las expectativas a nivel global”, señaló Bergara, quien agregó que la aparición en los mercados de las criptomonedas como el Bitcoin, le han agregado aún más volatilidad a los mercados. A su entender, ello implica un “elemento de preocupación para todos los reguladores a nivel internacional”.
Considerando estas fluctuaciones en los mercados financieros, fue que el presidente del BCU volvió a defender la necesidad de mantener la flexibilidad cambiaria, con un criterio de intervención siempre que no vaya contra los fundamentos del mercado. Esa intervención, explicó, debe apuntar a “reducir la volatilidad y prevenir las apreciaciones o depreciaciones excesivas”.
Optimista preocupado
Al referirse a la evolución de la economía local, Bergara se mostró optimista respecto al desempeño que ha mostrado en los últimos trimestres, debido a la dinámica de la demanda interna y las exportaciones. De todas formas, advirtió que Uruguay debe enfrentar importantes desafíos a futuro. “Siempre hemos planteado un tono optimista de cómo va la economía, pero no dejamos de reconocer que hay cosas para corregir», sostuvo.
El titular del BCU destacó que la previsión oficial es que la economía local crezca a una tasa de entre 3% y 3,5%, lo que consideró un muy buen resultado considerando el contexto global y regional en el que se encuentra el país. De todas formas, evaluó que es cierto que “no a todo el mundo le va igual” y que “hay sectores” que están atravesando dificultades, por lo que deben atenderse sus reclamos. Aún así, evaluó que “hay que separar la paja del trigo” descartando así la aplicación de medidas generales como las que propone el movimiento de productores rurales y otros sectores privados y políticos.
Bergara negó que existan “problemas serios” en materia de competitividad como acusan desde el sector privado, explicando que si ello fuera así, las exportaciones uruguayas no deberían estar creciendo como lo están haciendo. “No quiere decir que todo es maravilloso, pero en Uruguay los problemas están más asociados a la rentabilidad de los sectores que a la capacidad competitiva a nivel regional y global», dijo.
En materia fiscal, destacó que la deuda neta se encuentra en el entorno del 30% del PIB, lo que es un nivel sostenible, y recordó que el déficit fiscal es “un guarismo manejable”.
Si bien reconoció que se trata de «un factor de preocupación», recordó que en el resto de las economías emergentes el déficit también ha crecido y particularmente en nuestros vecinos. Respecto al reclamo de reducir el gasto público para achicar el déficit, Bergara comentó que “la estructura del gasto público tiene mucha rigidez a la baja”. “Es fácil decir hay que bajar el gasto pero no puedo pagar menos jubilaciones», graficó.
“Bienvenida la preocupación (por la inflación), porque muestra que la sociedad ha madurado mucho este tema (…). Para el Banco Central es más fácil explicar su trabajo con una sociedad más consciente”
Otro punto de preocupación sobre el que se refirió Bergara fue el escaso impacto que ha tenido sobre los niveles de empleo el mejor desempeño de la economía global. Según explicó, el empleo opera con cierto rezago respecto a la evolución general de la economía, debido en parte, a la dinámica tecnológica y los procesos de automatización del empleo, que tiende a sustituir puestos de trabajo. “Hay que tener paciencia» indicó.
“Sin dramatismos”
La disertación de Bergara tuvo lugar la mañana siguiente a conocidos los datos de inflación correspondientes al mes de febrero, que mostraron que el Índice de Precios al Consumo (IPC) volvió a superar el rango objetivo establecido por el gobierno (ver nota página 14). En ese sentido, el jerarca opinó que es valorable “la preocupación que genera en la sociedad” el aumento del nivel de precios que se registró el mes pasado, ya que entiende, colabora con el BCU a encauzar el nivel de precios. “Bienvenida la preocupación, porque muestra que la sociedad ha madurado mucho este tema después de medio siglo de inflación de dos y tres dígitos. Para el Banco Central es más fácil explicar su trabajo con una sociedad más consciente”, sostuvo.
De todas formas, resaltó que en el país hay “estabilidad de precios” y “mucha capacidad de los agentes para navegar con una inflación como la actual sin que se alteren sus decisiones económicas”. Aún así, insistió en que se continuará trabajando desde la entidad para encauzar la inflación dentro del rango, explicando que la política económica debe atender diversos objetivos, a veces con más énfasis en alguno, pero “sin dramatismos”.