El presidente del Banco Central (BCU), Mario Bergara, dijo que la competitividad no es un problema significativo, y que los problemas que enfrentan determinados sectores deben ser afrontados con medidas específicas para ellos. En materia de inserción internacional, opinó que negociar sin la disposición de resignar algo “solo ocurre en un país de Frutillitas”.
En su participación en el ciclo Desayunos Útiles de la revista Somos Uruguay, el presidente del BCU descartó que existan problemas significativos de competitividad, sino que el problema está los precios del mercado internacional que afectan de diferente forma a cada rubro, por lo que las medidas requieren un enfoque sectorial. “Si Uruguay tuviera problemas significativos de competitividad global, sus exportaciones no habrían aumentado como lo hicieron ni tendría el significativo superávit de cuenta corriente de la balanza de pagos”, fundamentó Bergara.
Explicó que “cuando bajaba el dólar en el mundo, la rentabilidad del sector exportador era más baja y el problema no era de competitividad, sino de rentabilidad con costos domésticos rígidos”. Sin embargo, “eso se alivió en el último mes”, porque la apreciación del tipo de cambio, y ahora el problema “es que los precios en el mercado internacional dependen de la baja y la suba de cada rubro”. En ese sentido, interpretó que “si los problemas son sectoriales, se deben atacar con medidas sectoriales”.
Para Bergara la competitividad debe ser analizada de manera integral. “Teníamos una ventaja competitiva fuerte con los países vecinos hasta hace un tiempo y, obviamente, era previsible que ellos devaluaran su moneda respecto del dólar, porque estaba más caro que en nuestro país”, opinó el jerarca, agregando que actualmente hay un elevado grado de incertidumbre en Argentina y Brasil para resolver sus desbalances macroeconómicos.
Respecto al dólar, estimó que el aumento de la tasa de interés por parte de la Fed (ver nota página 17) y la perspectiva de nuevas subas, hace previsible que la apreciación del billete verde continúe: “una perspectiva razonable es que el dólar se siga fortaleciendo”. En esa proyección influye, según Bergara, el contexto internacional de gran volatilidad en los mercados financieros y cambiarios, factores políticos, geopolíticos y comerciales.
De todas formas, valoró que en la actualidad el tipo de cambio se encuentra en una zona razonable para el equilibrio de objetivos en competitividad, estabilidad financiera, inflación y las cuentas públicas.
En relación a la Rendición de Cuentas, defendió que el gobierno presentó una propuesta “prudente”, y con “equilibrio”.
Bergara evaluó que “entre los desafíos que tiene la economía uruguaya hoy, está el mantener un déficit ordenado, lo cual, en la actualidad, no genera dramatismo en el gobierno, pero sí atención, como para ver la necesidad de que debe reducirse”.
Para el presidente del BCU, la Rendición de Cuentas tiene el prudente equilibrio entre la responsabilidad fiscal, por un lado, y la necesidad de seguir apoyando con presupuesto las prioridades en materia educativa, salud, infraestructura, seguridad y vivienda, con una trayectoria de déficit fiscal a la baja, que es importante para consolidar la sustentabilidad de las cuentas públicas. “El gobierno da respuestas prudentes con ese equilibrio entre la responsabilidad de las cuentas y seguir contribuyendo con lo que resta por hacer en la economía y la sociedad uruguaya”, agregó.
Inversión, empleo y acuerdos
Otro de los desafíos que tiene por delante el país está relacionado a la inversión y la consecuente generación de empleo. “Sabemos que la inversión es el eslabón que arrastra a todos los demás, pues sin ella no hay producción, empleo, ingresos ni capacidad para hacer políticas públicas a favor de la redistribución”, sostuvo Bergara.
En ese sentido, recordó que el gobierno adoptó medidas en relación al régimen de promoción de inversiones buscando reactivar el empleo.
En materia de empleo, valoró que el país atraviesa por un cambio en la dinámica tecnológica, con un crecimiento de la automatización y la robótica, que tiene un efecto positivo por el incremento de la productividad y del bienestar de la sociedad en su conjunto, pero también un lado negativo por los desafíos que implican para la adaptación de la mano de obra. Ello, según Bergara, implica un desafío para las políticas públicas.
Por último, en materia de relacionamiento internacional, llamó a lograr una inserción lo más conveniente posible en el marco de acuerdos comerciales, financieros y de inversiones. “Si tenemos más posibilidades comerciales, vamos a recibir más inversiones”, opinó. En ese sentido, evaluó que todo acuerdo bilateral o multilateral significa obtener y resignar, pero insistió en que Uruguay tiene mucho para ganar en el proceso de inserción global.
«Está en nuestro interés insertarnos en el mundo y por lo tanto, tenemos que jugar con las reglas que existen. Lamentablemente, esto no es como uno quiere sino como efectivamente es», evaluó. En ese sentido, estimó que negociar sin la disposición de resignar algo “solo ocurre en un país de Frutillitas”.
Astori: “Uruguay tiene una situación financiera muy sólida»
El ministro de Economía, Danilo Astori, salió al cruce del economista y director del Centro Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), Ernesto Talvi, por sus dichos en conferencia de prensa donde calificó a la situación económica de Uruguay como débil. El ministro defendió la “sólida” situación financiera del país, aseguró que la economía continuará creciendo, aunque insistió en la necesidad de conseguir una trayectoria descendente en el déficit fiscal.
El jerarca manifestó en declaraciones a la prensa que Uruguay cuenta con importantes reservas internacionales, las más altas de su historia, niveles de liquidez muy importantes, un sistema bancario solvente con una situación patrimonial muy correcta, con un grado de exposición al riesgo mucho menor que el que tuvo en el pasado, sobre todo en la crisis de 2002.
En ese sentido, defendió que esos factores otorgan serenidad para resolver otros asuntos macroeconómicos que tiene el país, particularmente el tema fiscal. “Una cosa es conseguir una trayectoria descendente del déficit fiscal con una posición financiera sólida y otra cosa es hacerlo con una posición financiera débil”, subrayó.
Astori añadió que, desde el punto de vista real, si bien la producción crece a un ritmo menor que en años anteriores, recuperará progresivamente ritmos de aumento cada vez más altos. “Nosotros prevemos para este año un incremento del producto de 2,5% y para 2019 y 2020 de 3%” estimó el jerarca, comparando esos datos con la debilidad que muestran otros países de la región.
De todas formas, el ministro opinó que “la economía uruguaya necesita mayores niveles de inversión” y que por ello es que se están ofreciendo “estímulos nuevos, porque hace falta crear empleos”.
Por último, Astori dijo estar convencido de que con orden macroeconómico, una trayectoria fiscal descendente, y una política monetaria ordenada y flexible, se mantendrá la inflación dentro del rango meta. “Estamos prácticamente tocando el techo del rango meta, pero nuestra intención y nuestra convicción es que es un factor que estamos administrando correctamente y que en los próximos tiempos se ubicará con cierta estabilidad a niveles razonablemente bajos”, apuntó.