Faltan menos de dos meses para la fecha límite establecida para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y nadie sabe lo que puede ocurrir. Esta semana, parlamentarios británicos bloquearon la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, pero la posición del primer ministro Boris Johnson sigue siendo la de resolver todo antes del 31 de octubre. Una salida con acuerdo, una salida sin acuerdo, la postergación de la separación o la cancelación del Brexit, son los cuatro escenarios posibles, pero cada uno trae consigo serias dificultades.
Cuando en junio de 2016 los británicos decidieron salirse de la UE se esperaba un gran período de incertidumbre. Más de tres años después, las dudas siguen planteadas y no es claro el camino que se tomará.
Actualmente, el reloj está marcando una cuenta regresiva que finalizaría el 31 de octubre, pero aún estamos lejos de saber cómo va a concluir.
Los legisladores británicos están tratando de bloquear la posibilidad de que el Brexit se produzca sin un acuerdo con la UE, tal como amenazó que lo hará el polémico primer ministro Boris Johnson. La semana pasada, Johnson solicitó suspender las actividades del Parlamento entre los días 9 y 12 de setiembre y hasta el 14 de octubre, lo que reduce el margen de maniobras de los parlamentarios.
Cabe señalar que ya son varios meses en punto muerto. La ex primera ministra Theresa May fracasó en su intento de acuerdo con la UE, debido al bloqueo constante del Parlamento que la obligó a renunciar. En su lugar, asumió Johnson quien fue claro al afirmar que el Brexit no volvería a ser pospuesto y la salida se mantendría para el 31 de octubre, aunque no hubiera acuerdo.
Sin embargo, esa posibilidad acaba de ser rechazada también por el Parlamento. La Cámara de los Comunes (cámara baja) aprobó un proyecto de Ley que impide el denominado “Brexit duro”. Ahora la ley está en discusión en la Cámara de los Lores (cámara alta).
Johnson insistió ayer jueves en que no tiene intención de retrasar la salida de la UE y consideró que unas elecciones son la única vía para desbloquear el «Brexit». «Francamente, no veo ningún otro camino», dijo Johnson, quien aseguró que preferiría estar «muerto en una zanja» antes que solicitar una prórroga.
Cuatro caminos
Ante esta realidad, las alternativas a futuro se resumen en cuatro escenarios:
El primero es una salida con acuerdo. Es un escenario improbable por los antecedentes recientes. El proyecto de ley aprobado dice que Johnson tiene hasta el 19 de octubre para aprobar un acuerdo. Si no se logra, tendrá que solicitar una prórroga a la UE. El gobierno espera un nuevo acuerdo sin el llamado “backstop” o salvaguarda irlandesa. Si bien la UE ha manifestado que consideraría cualquier nueva propuesta, también ha declarado que la salvaguarda es una parte crítica del acuerdo.
La segunda posibilidad es un Brexit sin acuerdo. Pero muchos advierten por el daño económico que implicaría este tipo de resolución.
Una tercera posibilidad es retrasar la salida. No obstante, ello no depende únicamente del Reino Unido, sino que debe ser acordado por la unanimidad de los miembros de la UE.
Por último, una cuarta opción sería cancelar el Brexit revocando el Artículo 50, la norma dentro la legislación de la UE que permite la salida de un estado miembro. Pero, claramente no es algo que el gobierno actual esté contemplando. Por lo tanto, es un escenario que solo se puede imaginar con un cambio de gobierno. Otra cuestión es si es posible la celebración de un segundo referendo, lo que devolvería la decisión sobre el Brexit al mismo electorado que en junio de 2016 decidió la salida. Para ello, la Cámara de los Comunes tendría que pronunciarse a favor de un segundo referendo, una opción que hoy por hoy no parece tener los votos necesarios.