“Cielos oscureciéndose” en la economía global por debilidad del comercio y la inversión

Banco Mundial > “Varios acontecimientos podrían frenar aún más la actividad”

El deterioro del comercio internacional y la actividad manufacturera, las elevadas tensiones comerciales, la presión de los mercados financieros y el posible incremento de los costos de endeudamiento, constituyen los principales motivos por los que la economía mundial crecería menos de lo esperado este año, según el Banco Mundial.

“Darkening Skies” o “Cielos oscureciéndose”, fue el nombre elegido por el Banco Mundial al momento de titular su último informe de Perspectivas Económicas Mundiales, en el que advierte que las expectativas  son “poco auspiciosas”. Según prevé el organismo, el crecimiento económico mundial se reducirá del 3% de 2018 (revisado a la baja), al 2,9 % en 2019, en medio de crecientes riesgos adversos del panorama económico.

De acuerdo al informe, el comercio internacional y la actividad manufacturera se han atenuado, las tensiones comerciales siguen siendo altas y los mercados financieros de algunos de los grandes mercados emergentes han experimentado considerables presiones.

Se detalla que el crecimiento de las economías avanzadas caerá al 2% este año. Por su parte, la disminución de la demanda externa, al aumento del costo del endeudamiento y la persistente incertidumbre en materia de políticas influirán en las perspectivas de las economías de mercados emergentes y en desarrollo, que se espera mantengan un crecimiento de 4,2%, una estimación más baja que la reflejada en informes anteriores.

“La recuperación económica en los países exportadores de productos básicos se ha estancado, en tanto que la actividad de los países importadores de dichos productos se está desacelerando”, señala el comunicado publicado por el Banco Mundial.

En la misma línea, agrega que este año el crecimiento per cápita no será suficiente para acortar la brecha de ingresos con las economías avanzadas en aproximadamente el 35% de las economías de mercados emergentes y en desarrollo, porcentaje que aumentará al 60% en el caso de los países afectados por la fragilidad, los conflictos y la violencia.

El organismo también advierte que “varios acontecimientos podrían frenar aún más la actividad económica”: “El aumento de los costos del endeudamiento podría deprimir los flujos de capitales y provocar una ralentización del crecimiento en muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo. El incremento de la deuda pública y la deuda privada en el pasado podría acrecentar la vulnerabilidad a los cambios de las condiciones de financiamiento y de la actitud del mercado. La intensificación de las tensiones comerciales podría resultar en un menor crecimiento mundial y perturbar las cadenas de valor interconectadas a nivel mundial”.

En lo que refiere a la región, el Banco Mundial estima que América Latina y el Caribe crecerán un 1,7% debido principalmente al repunte del consumo privado. En cuanto a nuestros dos vecinos, la situación se marca como diametralmente opuesta entre sí: mientras que Brasil se expandiría un 2,2% (si se introducen rápidamente las reformas fiscales y la recuperación del consumo y la inversión supera los recortes del gasto público), Argentina se contraería un 1,7% este año (“a medida que la profunda consolidación de la situación fiscal produzca una pérdida de empleos y una reducción del consumo y la inversión”).

Informalidad

En el informe, el Banco Mundial también aborda el problema del informalismo en la economía. Según explica, el sector informal representa alrededor del 70 % del empleo y el 30% del PIB en las economías de mercados emergentes y en desarrollo. “Dado que este sector se asocia con una menor productividad y menores ingresos tributarios, así como con un mayor nivel de pobreza y desigualdad, estas cifras son sintomáticas de oportunidades perdidas”, señala el documento.

En ese sentido, el organismo insta a “reducir la carga impositiva y regulatoria, mejorar el acceso al financiamiento, ofrecer una mejor educación y mejores servicios públicos, y fortalecer los marcos de ingresos públicos podría contribuir a igualar las condiciones entre el sector formal y el informal”.

En otro orden, pero también vinculado a las economías emergentes y en desarrollo, el Banco Mundial advierte que en el futuro nada garantiza que se puedan mantener las tasas de inflación históricamente bajas y estables que se han registrado en la última década. “Las presiones cíclicas que han mantenido baja la inflación en la última década se están disipando paulatinamente”, advierte el organismo, agregando que para las autoridades políticas “mantener baja la inflación mundial puede resultar tan difícil como haber logrado bajarla”.