El ministro de Industria, Omar Paganini, resaltó la ventana de desafíos y oportunidades que implica la crisis del Covid-19 para Uruguay, durante un desayuno de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas. En el evento, llamó a apostar por una mayor competitividad, impulsada por un mayor énfasis en las áreas de combustible y energía, así como también un incremento en los incentivos de inversión.
El titular del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Omar Paganini, participó de un desayuno de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE). En la actividad, titulada “Una ventana de oportunidades para Uruguay”, expuso sobre las prioridades del gobierno ante la ventana de desafíos y potencialidades que abrió el Covid-19.
En particular, el MIEM apuesta a bajar los costos de la energía con la consigna de lograr una mayor competitividad, según consignó la cartera a través de un comunicado.
A modo de contexto, Paganini enfatizó que la pandemia configura para Uruguay “un problema grave y serio”. A pesar de ello, auguró un buen desempeño económico para 2021, que incluye la disminución del elevado déficit fiscal.
La buena gestión de la crisis sanitaria que Uruguay tuvo, sumado a elementos estructurales -como su “vida democrática ejemplar” y su solidez institucional-, son una base que permite no solo construir la estrategia de libertad responsable, sino que abren esas oportunidades que el país debe aprovechar, consideró el ministro.
Pensando a futuro, el objetivo es mejorar la competitividad, para, en consecuencia, generar un crecimiento sostenible. “Uruguay tiene que aprovechar esta coyuntura”, indicó Paganini, y agregó que para ello el Estado “debe crear condiciones”, siendo articulador y mejorando su ejecutividad, y el empresariado “concretar oportunidades”.
Tres claves
Combustibles, energía e inversiones fueron los principales puntos enunciados por el jerarca para trabajar hacia una mejora de la competitividad.
Sobre el primero, se realizará una transformación de su mercado, a la que Paganini tildó de “central y desafiante”. Este nuevo sistema será “más realista y alineado con los precios internacionales”, dijo el ministro.
En cuanto a la energía, se apelará a una “estrategia inteligente” que apunte a un nuevo esquema tarifario en horarios diferenciados, algo anunciado días atrás por la propia UTE. Esto no afectará la demanda general, pero permitirá mejorar los usos de la energía en horarios de demanda baja, incluyendo la carga de vehículos eléctricos y la exportación de electricidad.
Por último, las inversiones también jugarán su parte. A entender del ministro, un mayor incentivo, acompañado de mejores estímulos, ayudará a la salida de la crisis económica causada por el Covid-19.
En este sentido, se realizará un apoyo al sector de la construcción -de la mano de algunas medidas tomadas por el gobierno y de la construcción de UPM2-.
Otras áreas en las que se podrá invertir más para generar más actividad, insistió Paganini, son la audiovisual, economía sostenible, la logística, y la ciencia y tecnología.