La confianza del consumidor uruguayo recuperó en marzo parte de lo que había perdido en febrero, por la mejora de los tres subíndices que componen el indicador. De todas formas, el repunte registrado estuvo en todos los casos por debajo de los descensos que había tenido el mes anterior y el dato global cerró el primer trimestre del año con un deterioro interanual de 2,3 puntos.
En marzo, el índice de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora la cátedra Sura de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores creció 1,1 puntos en marzo respecto al mes anterior, ubicándose en 45,2 puntos, manteniéndose así en la zona de moderado pesimismo. En febrero el indicador se había contraído 3,2 puntos. Esta moderación del pesimismo se constató en los tres subíndices que componen el ICC, que mostraron mejoras en marzo, aunque todas por debajo de la contracción registrada en febrero.
En particular se destacó el crecimiento de 1,6 puntos de la percepción sobre la Situación Económica Personal (en febrero se había perdido 2,2 puntos), seguido por la percepción sobre la Situación Económica del País y la Predisposición a la compra de bienes durables con una mejora de 0,9 puntos (en febrero habían caído 4 y 3,3 puntos).
“Dado que la percepción acerca de la Situación Económica Personal Actual respecto a la de un año atrás permaneció sin cambios (+0,1 en el mes), la recuperación de este subíndice en marzo fue impulsada por las expectativas para los próximos 12 meses (+3,0)”, señala el informe. No obstante, advierte que pese a la recuperación, es la única de las perspectivas a futuro que conforman el ICC que permanece más pesimista que hace un año atrás, puesto que las perspectivas sobre el futuro de la economía a nivel de País muestran mayor optimismo, en el marco de la campaña electoral.
De esta manera, al cierre del primer trimestre del año, el subíndice de Situación Económica del País es el único de los tres que conforman el ICC que muestra mayor optimismo que en enero-marzo de 2018 (+2,9), impulsado a su vez por las expectativas a tres años (+3,3). Del otro lado, la Predisposición a la compra de bienes durables muestra una contracción de 7,8 puntos respecto al promedio del primer trimestre de 2018 (pasó de un promedio trimestral de 37,3 a 29,5 en 2019). El informe estima que considerando que en el último trimestre de 2018 el consumo privado ya no registró expansión interanual (-0,4%), situación que no se observaba desde mediados de 2016, la caída de la predisposición a comprar bienes durables estaría marcando que “el consumo continuaría sin imprimirle dinamismo al nivel de actividad en el comienzo de 2019”.
La confianza global del consumidor durante el primer trimestre del año se ubica 2,3 puntos por debajo del de igual período de 2018.
Otros indicadores
Al analizar los “Otros indicadores” de confianza, se observó estabilidad en tres de los seis analizados: expectativas de ingreso, expectativas de inflación y preferencia por depósitos en el país en lugar de en el exterior. Por su parte, la Preferencia por depósitos en moneda nacional en lugar de extranjera se recuperó en 3,8 puntos, seguido por el de expectativas de desempleo, que revierte 2,3 puntos de los 9,5 que acumuló en febrero. Por el contrario, evolucionó hacia un mayor pesimismo la percepción de capacidad de ahorro de las familias que se contrajo 1,6 puntos.