Confianza del consumidor se desplomó en marzo y se recuperó paulatinamente el resto de 2020

Tendencia > Mejora el optimismo pero con oscilaciones

Foto: Pexels

Tras un arranque de “moderado optimismo”, la llegada de la pandemia hizo que la confianza del consumidor se desplomara y consolidara en la zona de “moderado pesimismo” durante el resto de 2020, aunque recuperándose gradualmente. En particular, la predisposición a comprar bienes durables fue la de mayor caída durante el año pasado, seguida por la percepción sobre la situación económica personal. La percepción de la situación económica del país fue la más estable.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) uruguayo comenzó el 2020 en 50,9 puntos, ubicándose dentro de la zona de moderado optimismo, según el informe que elabora la Cátedra Sura de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores. Sin embargo, en marzo, con la llegada del covid-19 a Uruguay, el índice registró su mayor contracción mensual desde que se releva el mismo (agosto 2007) ubicándose en 41,2 puntos, dentro de la zona de “moderado pesimismo” y cercano al “atendible pesimismo” (menos de 40 puntos). Cabe aclarar que el registro de marzo de 2020 no fue el más bajo registrado por el ICC en la serie, ya que en agosto de 2018 se había ubicado en 38,9 puntos, dentro de la zona de “atendible pesimismo”.

En los meses siguientes a la llegada de la pandemia, la confianza de los consumidores comenzó a recuperarse paulatinamente, aunque mostrando oscilaciones principalmente en los meses de octubre y noviembre relacionados a un aumento de casos del covid-19. En diciembre de 2020 el índice cerró con un puntaje de 47,3 puntos, aun encontrándose en la zona de moderado pesimismo a 3,6 puntos del puntaje obtenido en enero de 2020.

Subíndices

La percepción sobre la Situación Económica del País fue el subíndice de menor variabilidad en el año (aumentó 1,1 punto entre enero y diciembre) y fue el único que aumentó en marzo (+ 4,3 puntos). Una posible razón de este comportamiento es que ambos componentes del subíndice (situación económica del país a un año y a tres) miden las expectativas a futuro, por lo tanto, puede estar relacionado con la percepción de la recuperación económica tras pasar por el receso generado por el covid-19, en un periodo de corto a mediano plazo. Los meses siguientes al shock, el puntaje ha ido oscilando entre bajas y subas sin presentar mayores cambios.

“Los consumidores tienen mayor confianza en la situación del país en general que en la suya propia”

Por su parte, la percepción sobre la Situación Económica Personal tuvo un descenso de 7,2 puntos en marzo, aumentando en los meses siguientes, aunque sin alcanzar, en diciembre, el puntaje de enero (-2,3 puntos). De acuerdo al informe, “esto podría estar mostrando que los consumidores tienen mayor confianza en la situación del país en general que en la suya propia”. No obstante, se aclara que a diferencia de la percepción sobre la situación del país, este subíndice implica evaluar la situación presente del encuestado, posiblemente afectada por la incertidumbre económica que genera la falta de fechas concretas para la reactivación de la economía, desarrollo y llegada de vacunas, evolución de los casos, entre otros. En cuanto a la situación económica a un año, la población encuestada se mostró mucho más optimista respecto a la situación actual.

Por último, la Predisposición a la compra de bienes durables fue el subíndice que mayor impacto tuvo en marzo (-24 puntos), dejándolo en el menor puntaje desde que se tienen registros. Esta caída, en principio, pudo representar la cautela de los consumidores ante la incertidumbre económica. No obstante, a medida que fueron pasando los meses y los consumidores comenzaron a adecuar su comportamiento a una nueva realidad, este subíndice comenzó a recuperarse, aunque sin alcanzar los niveles de enero de 2020. Los cambios también pueden estar marcando un cambio en las preferencias para el uso de los ingresos, influenciadas por una mayor permanencia en los hogares, limitación de actividades y trabas para viajar al exterior. “Como consecuencia, el consumidor podría haber estado propenso a destinar una mayor proporción del ingreso a bienes durables como electrodomésticos o mejora de vivienda, que le brindan mejor calidad de vida”, señala el informe.