El Índice de Confianza al Consumidor cumplió en agosto once años de relevamiento y lo hizo marcando un hito nada positivo: por primera vez desde que se elaboró se ubicó en la zona de “atendible pesimismo”. Ello se debió a la caída de los tres subíndices que lo componen. Los “otros indicadores de confianza económica” también evolucionaron en dirección a un mayor pesimismo.
Agosto fue un mes complejo en materia económica. Sobre todo el cierre del mes y las noticias provenientes de Argentina con su impacto local en el mercado cambiario, generaron un fuerte incremento de la incertidumbre. Esta coyuntura hizo que la confianza del consumidor uruguayo mostrara el mes pasado su mayor nivel de pesimismo económico en los once años en que se computa, abandonando la zona de “moderado pesimismo” en la que se mantuvo la mayor parte de los últimos tres años, e ingresó por primera vez en su historia en la zona de “Atendible pesimismo”
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora la Cátedra Sura de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores, se ubicó en 38,9 puntos, esto es, 5,7 puntos (-12,8%) por debajo del dato de julio, y 11,5 puntos (-22,8%) por debajo del de agosto de 2017. El comunicado explica que en ambas comparaciones “la contracción es generalizada, retrayéndose los tres subíndices que lo conforman”.
En comparación con el mes anterior, el ICC muestra una caída “bastante homogénea”, siendo la Predisposición a la Compra de Bienes Durables (-6,3 puntos) el subíndice que registró la mayor caída, seguido por el de la Percepción sobre la Situación Económica Personal (-5,5 puntos) y de la Situación Económica del País (-5,2 puntos).
Aunque la percepción sobre la coyuntura económica del país es el de menor contracción mensual, la tónica hacia un mayor pesimismo que se registra desde finales de 2016, llevó este subíndice a un nuevo mínimo histórico de 45,8 puntos. “El mayor pesimismo a nivel país se registra tanto en expectativas a 1 año como a 3 años, siendo aquellas a más corto plazo las que lideran la contracción”, explica.
Considerando el promedio del acumulado enero-agosto, el ICC muestra una reducción de 3,2 puntos respecto a igual período de 2017, lo que se debe principalmente al mayor pesimismo sobre la situación económica del país (-5,1 puntos), seguido por la predisposición a comprar bienes durables (-3,5 puntos), mientras que la percepción sobre la situación económica personal se mantuvo relativamente estable (-0,9 puntos).
Los otros
En cuanto a los denominados “otros indicadores de confianza económica”, todos reflejaron el mayor pesimismo económico y particularmente dos de ellos alcanzaron sus máximos niveles de pesimismo. “En línea con el deterioro de las expectativas en materia de Situación Económica del País (…) el índice de expectativas de desempleo para los próximos doce meses alcanza su máximo (75,4), situándose en zona de “Importante Pesimismo”. Ello marca un incremento mensual de este indicador de 11,1 puntos respecto al valor de julio y de 15,8 puntos en relación a agosto de 2017. En agosto, mientras el 24,1% de los consultados cree que el desempleo de los próximos 12 meses ´”será aproximadamente el mismo” que el actual, el 62,2% cree que “será mayor”. El otro índice que alcanza su mayor nivel de pesimismo en agosto fue el de preferencia por depositar en moneda nacional, que registra una caída de 11,2 puntos con respecto a julio, e ingresa por primera vez en los 11 años, en zona de “Atendible Pesimismo” (39,3 puntos). El promedio del índice en lo que transcurría del año a julio (50,1) indicaba que las respuestas se repartían de manera similar entre quienes preferían el peso y la moneda extranjera para depositar sus ahorros, preferencia que en agosto gira más hacia la moneda extranjera. También cayó 4,6 puntos la preferencia por depositar en el país.
Por su parte, en línea con los anteriores, el índice de expectativas de inflación del consumidor también se incrementó (+5,1 puntos), pero se mantiene en zona de “Atendible Pesimismo”, mientras que la expectativa de ingresos se contrajo un 4,3% y la capacidad de ahorro cayó 2,2 puntos.
Al comparar el promedio acumulado del año 2018 con el de 2017, se observa que todos los “otros indicadores” muestran un mayor pesimismo del consumidor. Las expectativas de inflación son las que muestran mayor pesimismo en relación a enero-agosto de 2017, seguida por la preferencia por depositar en moneda nacional, expectativas de desempleo y preferencia por depositar en el país.