De acuerdo con el Informe de Conflictividad Laboral del Departamento de Psicología Social y Trabajo de la UCU, el último período de gobierno del FA cierra siendo el de mayor conflictividad desde que esta fuerza política llegó al poder, a pesar de que 2019 contrasta con esta realidad, siendo el año de menor turbulencia del último lustro. Crecimiento económico magro, baja en empleo y crecimiento lento de los salarios reales son factores que incidieron en el mal desempeño del quinquenio en general.
En las puertas de asunción de una nueva administración de gobierno, el Departamento de Psicología Social y Trabajo de la Universidad Católica (UCU) evaluó las relaciones laborales en el último quinquenio. Así, en su último Informe de Conflictividad Laboral, se analizó el desempeño en esta área en el período 2015-2019, para que luego sirva como reflexión para estimar qué podría ocurrir en los próximos años.
El documento repasa, primero, el contexto económico, donde si bien el país continuó creciendo, enlenteció su ritmo “de manera importante”. Mientras que en el período 2005-2009 la tasa promedio de crecimiento fue de 5,7%, en 2010-2014 fue de 4,8%, y se estima que en este lustro cerrará en 1,3%.
A esto se le suma, además, la baja en el empleo, y que los salarios reales crecieron a un ritmo “mucho más lento”.
Por un lado, el primer indicador comenzó el período en un 59% y lo finaliza (con los datos promediados de enero-setiembre de este año) en un 56,2%. Por otro, el segundo creció en un 0,4% al principio del quinquenio y lo finaliza con un aumento de 0,7% a octubre de 2019 (ver cuadro).
De acuerdo con el texto, hay varios factores que explican este rendimiento.
En primer lugar, hubo mayor inversión en maquinaria y equipos y menor contratación de trabajadores, en particular en la industria manufacturera. Los empresarios lo justificaron por el aumento de salarios reales, las relaciones laborales conflictivas y un dólar que reduce la competitividad.
Además, el avance tecnológico que se viene registrando tanto a nivel mundial como en el país implica un cambio en las ocupaciones del mercado de trabajo donde muchas de ellas se sustituyen por los avances.
En segundo lugar, el desempleo ha venido en aumento, y en el promedio enero-setiembre de este año llegó al 9%. A esto se le suma que los salarios reales también han crecido a un ritmo mucho más bajo: en 2018 permanecieron prácticamente estancados, y a octubre de 2019 presenciaron un crecimiento que no llega a un 1%.
Esto, sumado a las cifras anteriores, muestra que en el quinquenio 2015-2019 hubo problemas en el mercado de trabajo, resalta el texto.
Leyes y negociaciones
El informe destaca, en cuanto a lo jurídico, el episodio ocurrido a mitad de 2019, cuando la Organización Internacional de Trabajo (OIT) colocó a Uruguay en su famosa “lista negra”. Esto desencadenó una disputa en torno a la Ley de Negociación Colectiva, ya que los empresarios se mostraron en desacuerdo con las modificaciones planteadas ante el ente internacional en noviembre pasado. Por ende, es un debe para el próximo período.
Por otro lado, en cuanto a la negociación colectiva, el documento subraya que en las dos rondas se plantearon pautas novedosas. Esto se explica gracias a que determinaron cifras fijas de ajuste salarial en función de la situación de cada sector.
Se plantearon, también, ajustes adicionales para salarios sumergidos, correctivos, salvaguardas y gatillos por si la inflación aumentaba.
Como resultado de la negociación, en el sector privado se destacó una disminución de los consensos -con la aprobación de los tres actores-, y un mayor número de votaciones con el Poder Ejecutivo en contra o absteniéndose cuando se apartaban de las pautas.
Año a año
En conclusión, la conflictividad de 2019 fue la más baja del quinquenio, como en todos los años electorales, según se resalta en el informe.
El inicio del período fue conflictivo, ya que en la sexta ronda de negociación los trabajadores rechazaron las pautas planteadas. Estuvo, además, la discusión del presupuesto quinquenal -que generó conflictos por mejoras en el sector público- y luego fue bajando.
A medida que pasan los años se destacan los conflictos entre taxis y Uber en 2016, el del Banco República por la incidencia de algunos cambios tecnológicos introducidos en 2017 y el movimiento de los autoconvocados en 2018.
Desde que asumió el Frente Amplio, este quinquenio fue el de mayor conflictividad, finaliza el balance.
Pasando raya
A su vez, el documento evalúa qué desafíos le esperan al gobierno que asumirá en marzo de 2020.
La administración de Luis Lacalle Pou deberá tratar un tema que queda pendiente: el proyecto de ley que modifica la Ley de Negociación Colectiva del sector privado. “Las opiniones encontradas de los actores en relación con este proyecto probablemente generará nuevas tensiones entre los involucrados”, señala el texto.
De esta manera, se mantendrán los Consejos de Salarios, pero tendrán que flexibilizarse, según lo anunciado por las autoridades. En tanto, se derogará el decreto de 2006 que estableció mecanismos de prevención de conflictos y reguló las ocupaciones.
Si bien los empresarios apoyan estas medidas, los trabajadores las rechazan, ya que no quieren modificaciones a la ley de negociación y defienden que la ocupación es la extensión del derecho de huelga.