La confianza del consumidor cerró el 2021 en 51,3 puntos, consolidándose en la zona de moderado optimismo. La percepción sobre la Situación Económica del País cerró dos años consecutivos de mejora, mientras que -por el contrario- la visión sobre la Situación Económica Personal se contrajo por segundo año. “Esto parecería indicar que los consumidores tienen mayor confianza en la situación del país en general que en la suya propia”, sostiene el informe. La predisposición a la compra de bienes durables fue el subíndice con la mayor recuperación, contrarrestando la caída de 2020 y alcanzando puntajes que no se obtenían desde marzo 2018.
La confianza de los consumidores uruguayos cerró el año 2021 afianzándose dentro de la zona de moderado optimismo (más de 50 puntos), alcanzando un puntaje de 51,3, lo que representa un aumento de 4,1 puntos respecto al registro de diciembre del 2020, según el informe que elabora la Cátedra de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores.
Cabe destacar que si bien al cierre del 2020 el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se encontraba en 47,3 puntos, ubicándose dentro de la zona de moderado pesimismo, en los meses siguientes el indicador “osciló cercano a la zona de neutralidad”, hasta que ingresó en octubre en la zona de moderado optimismo. Desde entonces se ha mantenido en ese nivel, que no se registraba desde enero de 2020.
Percepción país y personal
De acuerdo al informe publicado, la percepción sobre la Situación Económica del País es el único subíndice que cierra dos años consecutivos de mejora, aumentando 2,1 puntos en 2020 y 4 puntos en 2021. “Una posible razón de este comportamiento es que ambos componentes que conforman al subíndice (situación económica del país a un año y a tres años) miden las expectativas de los encuestados a futuro, pudiendo impactar en la percepción optimista sobre el futuro de los encuestados”, explica el documento.
La contracara fue la percepción sobre la Situación Económica Personal, que disminuyó por segundo año consecutivo, al contraerse 1,7 puntos en 2020 y 4,4 el año pasado. “Esto parecería indicar que los consumidores tienen mayor confianza en la situación del país en general que en la suya propia”, sostiene el informe.
No obstante, aclara que en el análisis de este subíndice hay que considerar que uno de sus dos componentes (situación económica personal actual y a un año), mide la situación presente del encuestado. En ese sentido, advierte que “este componente fue el más afectado, pudiendo verse influenciado por la incertidumbre económica experimentada en estos dos años de mejora y desmejora constante de la situación de la pandemia provocada por el covid-19”. Por su parte, la situación económica personal a un año mostró una mirada más positiva que con la situación actual.
Bienes durables
Por último, la predisposición a la compra de bienes durables fue el subíndice que tuvo la mayor recuperación el año pasado, aumentando 14,5 puntos entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021, contrarrestando la caída que había experimentado en 2020, y alcanzando puntajes que no se obtenían desde marzo de 2018.
Según se interpreta, este comportamiento puede estar asociado a la persistencia de la pandemia, la mayor permanencia en los hogares y la limitación en diversas actividades como, por ejemplo, los viajes al exterior, dando como resultado un aumento en la proporción del ingreso del consumidor destinado a la compra de bienes durables que le brinden una mejor calidad de vida, como electrodomésticos, mejora de vivienda, entre otros.
Los “otros indicadores”
Al analizar los “otros indicadores” de confianza económica que se incluyen en el informe mensual de la Universidad Católica y Equipos Consultores, se observó que en diciembre mostraron una evolución “dispar” en comparación con noviembre.
Dentro de las cuatro variables que empeoraron su desempeño (expectativas de ingresos, capacidad de ahorro, preferencia por depósito en moneda nacional y expectativas de desempleo) las expectativas de ingreso fueron las que mostraron el mayor cambio, pudiendo estar relacionado con la percepción de la situación económica personal. Por su parte, la variable “expectativas de desempleo” es la única que empeoró por tercer mes consecutivo.
Por otro lado, dentro de las variables que mejoraron (expectativas de inflación y preferencias por depósitos en el país) ambas lo hicieron en mejor proporción a la caída del mes anterior, pudiendo indicar una moderación en las expectativas.
Desconfianza regional
La confianza de los consumidores en la región muestra que Uruguay fue el único país que se ubica en la zona de moderado optimismo, mientras que Argentina, Brasil y Chile están posicionados en el nivel de atendible pesimismo (menos de 40 puntos).
Argentina volvió a empeorar su desempeño (-1,9 puntos en diciembre) por tercer mes consecutivo, permaneciendo en la zona de atendible pesimismo (menos de 40 puntos).
Por segundo mes consecutivo Brasil empeora su desempeño (-0,4 puntos en diciembre), obteniendo el último lugar de la serie.
Chile fue el país que presentó mayor mejora (4,6 puntos en diciembre), y aunque permanece dentro de la zona de atendible pesimismo (menos de 40 puntos) ya no es el país con menor confianza de la región.
