Con una mejora en la situación fiscal, la moderación de la inflación incidiendo en el aumento del salario real, y algunas señales que muestran la industria y las exportaciones, el 2016 cierra con mejores resultados de los previstos. Sin embargo, dado que la región “decepciona” y se prevé que finalice “la pausa financiera” por la puesta en marcha del plan económico de Donald Trump, las perspectivas de crecimiento para 2017 fueron ajustadas a la baja.
Por Adolfo Umpiérrez | @AdolfoUmpiérrez
“El año 2016, en términos económicos, terminará siendo mejor que lo previsto, aunque las condiciones internacionales desafían la recuperación prevista para el 2017”, asegura la consultora CPA Ferrere. En la presentación realizada por el economista Gabriel Oddone, se muestra que la decepción por el comportamiento de la región, en especial por Argentina y Brasil, y un “probable fin de la pausa financiera internacional”, por las distintas políticas económicas que se prevé ejecute la administración de Donald Trump, hacen que las perspectivas para el 2017 sean revisadas a la baja.
Durante 2016, “las condiciones financieras internacionales más laxas de lo previsto y un mejor clima en la región, fueron acompañadas con compromiso con la estabilidad macroeconómica”, señala el informe.
Según CPA Ferrere, la política económica aprovechó la “pausa financiera” para actuar en el frente fiscal. De esta manera se dio una reversión del deterioro del balance del sector público, que logró defender el grado inversor. “La mejora fiscal es un activo muy importante para enfrentar los cambios en el escenario internacional durante el gobierno de Trump”, señala. Oddone resaltó que “antes de contabilizar los resultados fiscales del ajuste que se aprobó en el Parlamento –y que entra en vigencia el próximo 1ro. de enero de 2017– ya hay una mejora fiscal consolidada”, la que calificó como “de mala calidad”, dado que se dio en base al recorte de la inversión pública y la mejora del resultado de las empresas públicas, sobre todo, por el descenso en el precio del crudo. “Estamos en los niveles de inversión pública más bajos de la década, seguido por una mejora en los resultados de las empresas públicas. Esta mejora fiscal nos deja, de cara a un escenario más adverso del 2017, un poco mejor preparados”, sostuvo Oddone.
Algunos números
En su presentación, Oddone resaltó, además, la importancia de los últimos datos de inflación (ver recuadro), que trajo como resultado un aumento en el salario real desde junio, gracias a la moderación del IPC, principalmente. La caída de este indicador se desprende, más que nada, por la desaceleración de los bienes transables, mientras los no transables se mantienen en dos dígitos, pese al estancamiento de la actividad.
En cuanto al mercado laboral, durante 2016, luego de haberse perdido 22 mil puestos de trabajo entre enero y octubre de 2015, en el mismo período de este año se perdieron solo 2500, lo que muestra que el deterioro del mercado laboral está atravesando cierta desaceleración.
Por otra parte, el economista mostró cómo la fortaleza del peso está apuntalando el consumo privado en el segundo semestre. Por ejemplo, tras varios meses de contracción, desde mayo a la fecha repuntó la venta de autos cero kilómetro. A su vez, los alimentos, bebidas y artículos no duraderos impulsan las importaciones de bienes de consumo.
Entre tanto la presentación realizada por la consultora muestra que la inversión privada y las exportaciones están “insinuando señales de recuperación”. Una encuesta de la Cámara de Industrias del Uruguay, muestra cómo en el tercer trimestre se expandió, en términos interanuales, la inversión en maquinaria y equipos para la industria. A su vez, las exportaciones de bienes se recuperaron durante el tercer trimestre, también en términos interanuales. Aún así, sectores como la construcción no muestran el mismo comportamiento que la industria.
El dólar
Teniendo en cuenta a los competidores directos de Uruguay, en los primeros meses del año, y a pesar de la intervención del Banco Central del Uruguay, el peso uruguayo fue de las monedas que más se apreció hasta noviembre. Entre el 1ro de marzo y el 7 de noviembre el peso se apreció 16%, solo superado por la moneda sudafricana que tuvo una apreciación de 16,6% y el real, en Brasil, que se apreció 22,7%. Entre tanto, tras la victoria de Donald Trump el peso se ha apreciado más lento que las demás monedas en el mundo.
Según estimaciones de CPA Ferrere, durante 2017 el tipo de cambio real se depreciará. “Luego de la pausa en 2016, la presión global sobre el dólar podría asimilarse a la del 2014-2015 cuando se depreció entre un 15% y un 20% lo que será positivo para los sectores transables, pero presentará un desafío para la inflación y la demanda interna”, estima la consultora.
La región decepciona
Cuando la mayor esperanza para retomar la senda del crecimiento se encontraba en la mejora de Argentina y Brasil, los indicadores no parecen demostrar que la situación sea más favorable en los países vecinos.
Según datos de consultoras privadas y del propio Instituto Nacional de Estadística y Censo de Argentina (Indec), la actividad en lo que va del año ha caído entre un 3,8% y un 4,5% en términos interanuales. La industria, a su vez, muestra caídas de entre el 5,8% y el 7%. Para el 2017 se mantienen las expectativas “de rebote” de la economía, aunque el balance de riesgos se consolida a la baja.
En Brasil entre tanto, todos los componentes de la oferta y la demanda interna cayeron en términos interanuales, a excepción de las exportaciones, que deberían tener una explosión de crecimiento desmedida en lo que queda de 2016 para salvar la situación. Al respecto el economista Alfonso Capurro explicó que esto no es posible dada la situación por la que atraviesa el comercio internacional. De cara al próximo año se estima que persistirán los desequilibrios macro en Brasil, esto acompañado de una crisis política que continúa agravándose, debilitan el repunte para 2017.