“Tanto los indicadores sectoriales de avance del nivel de actividad económica, que mayoritariamente cubren el primer trimestre, como las estimaciones del IMAE para el primer bimestre, muestran que el inicio del año fue menos dinámico de lo esperado”, señala el informe del Observatorio. Se trata de un desempeño “muy por debajo de lo que se esperaba”, aunque aún no impacta a la baja sobre las expectativas de crecimiento para el conjunto de 2024 que se mantienen en 3,5%.
En su publicación semanal Monitor de Coyuntura, el Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica, hace referencia a la evolución que han mostrado los indicadores adelantados de actividad, que evidencian un arranque del año con menor fuerza que la esperada inicialmente. “Tanto los indicadores sectoriales de avance del nivel de actividad económica, que mayoritariamente cubren el primer trimestre, como las estimaciones del IMAE (Indicador Mensual de Actividad Económica, elaborado por el BCU) para el primer bimestre, muestran que el inicio del año fue menos dinámico de lo esperado”, señala el informe.
Hoy viernes se conocerá el dato del IMAE de marzo, con lo que se sabrá el desempeño de la economía de Uruguay al cierre del primer trimestre del año, mientras que el jueves 13 de junio el BCU publicará el dato oficial del Producto Interior Bruto (PIB) del primer cuarto del año.
A través de un cuadro, el informe presenta la evolución trimestral de un conjunto de indicadores sectoriales de la actividad económica, donde en esta oportunidad se reparten casi por mitades las celdas en verde y en rojo, colores representativos de mejorías y deterioros respectivamente. También se hace mención a la estimación de la evolución trimestral e interanual del PIB de la mediana de la Encuesta de Expectativas relevada por el BCU en marzo que se espera una expansión de 2,1%.
En la línea superior de la tabla, se ubica el dato del IMAE para el último trimestre conocido (diciembre-febrero), que arrojó un crecimiento de 0,2%, muy por debajo de la referida anteriormente. Mientras tanto, considerando cifras desestacionalizadas, el IMAE cayó 0,1% en el bimestre enero-febrero en comparación con el inmediato anterior.
“Este desempeño de la actividad económica en el inicio del año, muy por debajo de lo que se esperaba, no ha incidido aún en las expectativas sobre el crecimiento de la economía en el conjunto de 2024, que se mantiene estable en 3,5%, coincidente con la última estimación del MEF”, señala el informe.
Entre los indicadores sectoriales de avance que se presentan, aparecen en rojo los referidos al comercio exterior y los de la industria (seguramente influidos por el hecho de que la Semana Santa cayera en meses diferentes en 2023 -abril- y 2024 -marzo-). También caen la recaudación de impuestos y los ingresos por turismo. Mientras tanto, mejoran los datos referidos al empleo y a los ingresos de los hogares, así como las expectativas de empresarios y consumidores sobre el devenir de la economía.