La tasa de desempleo arrancó el 2017 mostrando una leve suba, al ubicarse en el 8,1% de la Población Económicamente Activa (PEA), cuatro décimas de punto porcentual por encima del registro de diciembre (7,7%) e igual distancia en la comparación interanual contra enero de 2016 (7,7%), según la información de la Encuesta Continua de Hogares que publicó ayer jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El aumento en la desocupación se debe a la fuerte pérdida de puestos de trabajo ocurrida durante el primer mes del año, y a que la cantidad de gente que se volcó al mercado laboral en busca de un empleo también se redujo.
Al distinguir la tasa de desempleo por sexo, se observa que las mujeres tienen una desocupación notoriamente superior a la de los hombres, estimándose en 9,7% y 6,8%, respectivamente.
En lo que refiere a la Tasa de Actividad (que mide la proporción de personas en edad de trabajar que lo hicieron o que buscaron un empleo) se ubicó en enero en 62,4%, lo que implica una caída de 1,1 puntos porcentuales inferior al período del mes anterior (63,5%), y 1,4 puntos porcentuales inferior que para el mismo período del año 2016 (63,8%).
Pese a la menor participación registrada en el mercado laboral, el desempleo aumentó porque la Tasa de Empleo (que mide la relación entre la población ocupada respecto a la PEA) se contrajo de forma aún mayor: en enero, el Empleo se estimó en 57,3%, 1,3 puntos porcentuales por debajo del registro del mes anterior (58,6%) y 1,5 puntos porcentuales inferior al registrado en enero de 2016 (58,8%).
Por último, al analizar las condiciones de trabajo de la población ocupada, se observa que el subempleo (trabajar menos de cuarenta horas semanales y querer hacerlo más) afectó al 7,5% de los trabajadores, mientras que el no registro a la seguridad social (trabajo en negro) representó a uno de cada cuatro trabajadores. Entre estos trabajadores, un 5,1% padece de ambas limitaciones de forma simultánea.
El empleo sin restricciones se ubicó en enero en 72,1%.