El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó su informe técnico sobre el mercado de trabajo, actividad, empleo y desempleo correspondiente al mes de abril, que busca dar respuesta a los principales indicadores en lo que respecta a la composición del mercado laboral en nuestro país de acuerdo a criterios como sexo, edades, etnias y nivel educativo. Como primer dato de relevancia, la tasa de actividad se posicionó en un 64,1%, mientras que la de empleo y desempleo en 58,3% y 9,0%, respectivamente, considerando las cifras globales a nivel país.
Hombres y mujeres en el mundo del trabajo
El INE divulgó que en Uruguay -según sexos- el 72,7% de los hombres se encuentran en actividad, el 66,9% están empleados y hay un 8,0% de desempleo entre varones. En el caso de las mujeres, las cifras recogieron una tasa de actividad más de 15 puntos porcentuales por debajo, con un 56,1%. La tasa de empleo fue del 50,4% y el desempleo alcanzó el 10,2%, dos puntos por encima de lo que se mostró en el sexo opuesto.
Al margen de lo anterior, la comparación con las mediciones pasadas en la actividad desde enero de 2022, muestra una curva levemente ascendente que pasó del 70,2% en hombres y del 55,7% en mujeres a un 72,7% y 56,1% respectivamente, lo que demuestra que, a su vez, la suba fue más intensa para el sexo masculino.
La comparación en el mismo período para la tasa de empleo va en la misma línea, ya que las mujeres perdieron casi un 1% respecto al 51% que exhibían en enero de 2022 y se ubicaron en el 50,4%, mientras que los hombres, por el contrario, ganaron un aproximado del 0,8% y alcanzaron el 66,9%.
Finalmente, la tasa de desempleados viene al alza para ambos sexos, aunque con una diferencia de poco más de dos puntos en detrimento de la población femenina.
También se divulgaron cifras por sexo en lo que respecta al “no registro” y el “subempleo”, es decir, personas que no están inscritas formalmente como empleados en ninguna institución en el primer caso y personas que no trabajan de manera plena o las horas que desearían, aunque tengan la disponibilidad para hacerlo, en el segundo. En este sentido, un 22,5% de los hombres no está registrado y un 7,0% trabaja en condición de “subempleo” frente a porciones de un 19,8% y un 12,4%, respectivamente, en el caso de las mujeres. Como dato adicional, el “no registro” se disparó desde abril de 2023, con un ascenso de casi tres puntos porcentuales para los hombres y uno para las mujeres en los siguientes meses, que tuvo como techo un 24,2% en varones y 21% en mujeres.
Ascendencia racial y etnias
Por otro lado, las cifras para los tres principales indicadores de este apartado del informe fueron sobre personas afro, blancas y “otras”, con un desempleo del 13,8%, 8,4% y 7,6% en el mismo orden, que demostró que la población negra es la más perjudicada por la falta de trabajo, que los individuos de ascendencia blanca tienen una menor tasa de actividad y que, a grandes rasgos, las tres clasificaciones presentan una tasa de empleo similar entre el 58% y 62%, con cuatro puntos porcentuales de ventaja para “otras”.
Sin embargo, el informe del INE advierte que, dado que la categoría “otras” presenta “una prevalencia baja en la población”, el tamaño de la muestra “no es suficiente para obtener estimaciones estables en los cambios mes a mes”, aunque sí a largo plazo.
En ese sentido, si bien el acumulado a largo plazo de los individuos “blancos” presenta una cierta estabilidad levemente ascendente en los niveles de actividad que oscila entre el 62% y 63%, sí se ven cambios significativos en lo que respecta a “afro” y “otra”: mientras los primeros tuvieron un salto en agosto de 2023 desde 67% a 70% en setiembre para luego volver a bajar desde ese entonces a la actualidad, “otras” tuvo un comportamiento de cierta forma inverso, con una suba en la tasa de actividad que data de enero de este año, donde se posicionó en 70%, para luego desplomarse hasta llegar al 67% en los últimos meses.
En lo que compete al “no registro” y el “subempleo”, la población afro es la que presenta las cifras más abultadas en ambas categorías, con un 28% y 13,5%, lo que representa una baja de dos puntos en la actividad informal respecto al 30% de marzo y una suba de 0,4 en el trabajo que no se realiza de forma plena frente al 13,1% del informe anterior.
Edades y nivel educativo
En lo que respecta a las edades, el grupo con mayor tasa de actividad es el de las personas que tienen entre 35 y 44 años, y el que tiene menos es el de 65 o más, seguido por el que agrupa a las personas de entre 14 y 24 años de edad, siendo ambos los extremos superiores e inferiores de la tabla.
El grupo con más personas empleadas es el mismo, individuos de entre 35 y 44 años, y el que presenta un mayor índice de desempleo, con una diferencia abultada, es nuevamente el de los más jóvenes (14 a 24) con un 29,8%, seguido por un 11% en el grupo de 25 a 29.
Ningún otro grupo etario, a excepción de los dos mencionados, alcanza las dos cifras, con números de desempleo que van del 3% al 7% como máximo y no se acercan a los que exhiben los segmentos jóvenes.En relación al nivel educativo, quienes alcanzaron nivel terciario completo o un posgrado presentan una mayor tasa de actividad, empleo y una menor desocupación, mientras que quienes cuentan con ciclo básico incompleto (o menos) están en una situación más comprometida, con un 10,8% de desempleo, una tasa de actividad del 49,6% y una tasa de empleo del 44,3%.