La desocupación juvenil triplica la tasa general y afecta a uno de cada cinco jóvenes menores de 25 años, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Además, advierten que los jóvenes que consiguen empleo lo hacen en trabajos precarios e informales, con salarios bajos, poca estabilidad y baja capacitación.
El desempleo juvenil en América Latina registró durante el año pasado su nivel más alto en 20 años, al llegar al 19,8%, según datos del informe anual Panorama Laboral que elabora anualmente la OIT.
El organismo analizó en este informe la situación de los jóvenes latinoamericanos de entre 15 y 24 años, a la que definió como «alarmante», ya que uno de cada cinco no encuentra trabajo, mientras que los cuatro que lo consiguen lo hacen en empleos precarios e informales, con bajos salarios, escasa estabilidad y poca capacitación.
Costa Rica es el país que lidera la tasa de desempleo juvenil en Latinoamérica, con el 31,1 % mientras que Guatemala tiene el índice más bajo con 5,8 %.
El promedio regional de desempleo juvenil continúa triplicando la tasa general de desempleo en la región latinoamericana, que en 2019 subió una décima hasta situarse en el 8,1 %, lo que significa que más de 25 millones latinoamericanos están desempleados.
Según el economista peruano Hugo Ñopo, especialista regional de la OIT en Macroeconomía y Análisis del Mercado de Trabajo, los mercados laborales de Latinoamérica todavía no han acusado en demasía la desaceleración de la economía regional ni el clima de protestas de la última parte del año pasado en varios países.
De momento, esto se ha suavizado gracias al peso que tienen en la región Brasil y México, sus dos economías más grandes, pero si se excluyen los datos de estos países, el incremento de la desocupación se elevaría a 5 décimas y arrojaría un tasa del 8,5 %.
El experto auguró que estos efectos se verán reflejados en el mercado laboral durante el segundo y tercer trimestre de 2020, de manera que este año puede cerrarse con una tasa de desempleo del 8,4%, tres décimas más que la estimación al cierre de 2019, lo que puede llevar el número de desocupados a más de 27 millones.
Problema de género
De momento el leve aumento del desempleo en 2019 afectó en mayor medida a las mujeres, cuya tasa de desocupación se elevó en dos décimas hasta alcanzar 10,2%, mientras que la tasa de los hombres se mantuvo casi sin cambios (7,3%).
Los países de Latinoamérica y el Caribe con mayor desocupación femenina son Santa Lucía (más de 18%), Costa Rica (15%) y Brasil y Colombia (14%).
En brechas de género, la participación laboral de la mujer continuó más 20 puntos porcentuales por debajo del hombre, al situarse en 50,9 % frente al 74,3 % de la participación masculina.
Esta diferencia es todavía más grande en Guatemala, donde la participación laboral masculina es de casi el 85% frente a la femenina, que no llega al 40%.
La novedad más alentadora en equidad de género es que «los salarios de las mujeres han crecido ligeramente por encima del salario de los hombres, pero esos avances son demasiado lentos para el tamaño de la brecha existente», advirtió Ñopo.
En trabajos remunerados por horas, las mujeres continúan recibiendo entre el 17% y 27% menos por hora trabajada que los hombres con las mismas características.