El desempleo se mantuvo estable en el mes de abril, luego de haber alcanzado el 9% en marzo. Además, dentro de los ocupados hay casi un 9,5% de personas subempleadas, es decir, que trabajan menos de 40 horas y no consiguen obtener más, aunque lo desean.
Según el boletín técnico que elabora el Instituto Nacional de Estadística para medir la actividad, el empleo y el desempleo en Uruguay, en el correr de abril la tasa de actividad se situó en 64,1%, la tasa de empleo en 58,3% y la tasa de desempleo en 9,0%, lo que, traducido a cifras, representa en miles un total de 1879,9 de personas que se consideraron en actividad, 1711,2 de ocupados y 168,7 de desocupados.
Por un lado, una tasa de actividad posicionada en el 64,1% representa una mejoría respecto a abril del año pasado (63%) y también respecto a abril de 2019, en niveles prepandemia (61,5%). Sin embargo, empeoró respecto al primer mes del año y registra una tendencia bajista desde que comenzó 2024, con una pérdida gradual que fue de 64,3 en enero a 64,2 en febrero, para luego estancarse en esa cifra hasta marzo y volver a perder terreno en abril, llegando al 64,1 actual.
En lo que respecta al empleo, venía de un 58,9% en febrero que cayó en marzo y se mantuvo en el entorno de 58,3%. Aun así, esta cifra es mejor que en el período interanual y también que las que corresponden a 2019 e incluso supera a la mejor tasa de ese año, el 57,8% de diciembre.
Por último, en lo que respecta al desempleo, la tasa tuvo un repunte a partir de febrero y desde los 8,3% que tenía en ese mes pasó a posicionarse en el 9%, manteniéndose ahí desde el mes pasado. Si repetimos la tesis anterior y la comparamos con el año pasado, estos niveles están bastante por encima ya que nunca se llegó a esa cifra en el correr de 2023, más allá de un 8,8% en abril de 2023. En 2019, sin embargo, fueron varios los meses que superaron el 9%, como marzo, junio, julio, agosto, setiembre y noviembre. El interior tiene más desempleo en comparación a Montevideo, con casi un 10% frente al 7,6% de la capital.
Finalmente, el ente señaló algunos fenómenos que ganan relevancia y terreno en la distribución del mercado laboral uruguayo. Por ejemplo, relevó, dentro de las personas ocupadas, un 9,4% de personas subempleadas -que quieren obtener más horas de trabajo, tienen tiempo para realizarlo, pero no lo consiguen- y un 21,3% de personas que no registran a la seguridad social por el trabajo principal.