Tras el “salto” registrado en 2020 como consecuencia del deterioro de la actividad y el aumento de los déficits fiscales que trajo consigo la pandemia de covid-19, la deuda pública tuvo un “crecimiento moderado” en 2021. Medido en términos brutos, la deuda pública representó el 74,9% del PIB, mientras que en términos netos fue el 49,8% del PIB.
El “Monitor de Coyuntura”, la publicación semanal del Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica, estuvo enfocado esta semana en la evolución que ha mostrado en los últimos años la deuda del sector público.
De acuerdo a los datos cerrados a setiembre de 2021, la deuda bruta total del sector público se ubicaba en US$ 42.655 millones, lo que equivale al 74,9% del Producto Interior Bruto (PIB), que en los 12 meses a esa fecha se estimaba en US$ 56.991 millones. Si a la deuda bruta se le restan los activos externos (sin contar a los que son la contrapartida de los encajes bancarios, que son pasivos contingentes) y los activos con residentes, se obtiene la deuda neta, que se ubicó a finales de setiembre en US$ 28.354 millones, lo que representa un 49,8% del PIB.
“Esas cifras representan crecimientos moderados con relación a las de finales de 2020, después que en ese año todos los indicadores ‘saltaran’ de manera considerable aquí y en todo el mundo, como contrapartida de las fuertes caídas registradas en los PIB y a los mayores déficits fiscales, como consecuencia del impacto de la pandemia en la actividad de la economía y de su enfrentamiento mediante expansiones fiscales”, explica el reporte.
Estoy en deuda
En el caso específico de Uruguay, señala que en 2020 la deuda bruta pasó de representar el 60,8% del PIB, al 74,4%, mientras que la deuda neta trepó desde el 39,9% al 48,6% del PIB. El observatorio contextualiza que en 2020 la economía se contrajo un 5,9%, mientras que el déficit fiscal registró un aumento de un punto y medio llegando al 5,9% del PIB, por la caída en la actividad económica y por el “efecto covid” estimado por el Ministerio de Economía y finanzas (MEF) en 1,1% del PIB.
No obstante, agrega que “ese deterioro excepcional en la relación entre la deuda pública y el PIB siguió a uno también muy importante que se dio en los años anteriores”, con bajas tasas de crecimiento económico y elevados desequilibrios fiscales. “Después de que la deuda pública tocara mínimos con relación al PIB a finales del año 2013, se dio una seguidilla de seis años con aumentos en esa relación. En el caso de la deuda bruta, se pasó del 53,3% al ya referido 60,8% del producto al cabo de 2019, y en el caso de la deuda neta, se pasó del 29,6% al 39,9% del PIB entre 2013 y 2019”, detalla el reporte.
En cuanto a la evolución de la deuda en los primeros nueve meses relevados del año 2021, se constata un nuevo aumento de la relación entre la deuda del sector público y el PIB. “El numerador de esa relación, la deuda, habrá subido una vez más de la mano de un déficit fiscal abultado, en el entorno del 4,5% del PIB y bastante mayor al que permitiría estabilizarla”, sostiene el informe. No obstante, destaca que ese déficit habrá sido claramente menor al de 2020, mientras que el denominado “efecto covid” habrá tenido un impacto mayor, estimándolo en un 1,7% del PIB.
Del otro lado, el denominador (el tamaño de la economía) habrá mejorado debido al crecimiento del PIB, de al menos 4% en el año pasado”. “Para los próximos años, los planes del gobierno apuntan a la estabilización de la relación entre la deuda y el PIB, de la mano de una mayor mejoría fiscal y de un crecimiento económico firme”, concluye el reporte.