La economía uruguaya se mantuvo estable durante el primer trimestre del año medida en términos desestacionalizados respecto al trimestre anterior, acumulando así su tercer trimestre de estancamiento. En términos interanuales, la actividad tuvo una leve caída de 0,2%, que se explica principalmente por la mala temporada turística, y la profundización de la contracción de la construcción y la industria.
Los datos de la actividad económica del primer trimestre del año fueron malos pero no sorprendieron. Como se preveía, la economía de Uruguay siguió estancada entre enero y marzo respecto al trimestre anterior, mientras que en términos interanuales observó una leve caída de 0,2%, según los datos del informe de Cuentas Nacionales difundido el pasado martes por el Banco Central del Uruguay (BCU).
Los números fueron consecuentes con la opinión de varios expertos que habían sido consultados por CRÓNICAS (ver edición del 31/05/2019) que en base a los indicadores adelantados de la actividad preveían una evolución chata del PIB.
Por la mañana del martes, antes de que se divulgaran los datos oficiales, el ministro de Economía Danilo Astori ya adelantaba que los números iban a “confirmar las dificultades de crecimiento”. En declaraciones al programa Puntos de Vista, de Radio Uruguay, el jerarca manifestó que “la economía uruguaya hace meses que no crece” y que por eso requería de “medidas que ataquen las causales de la falta de crecimiento que permitan recuperar niveles de actividad y cifras de empleo, así como lo fiscal”.
La estabilidad del PIB en términos desestacionalizados respecto al trimestre anterior, marca el tercer trimestre consecutivo de estancamiento, incluso con dos leves caídas de la actividad en el tercer y cuarto trimestre de 2018.
Sectores
Medido en términos interanuales “Comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles” fue el que mostró mayor contracción de su actividad al caer 6,9%, lo que se explica principalmente por la magra temporada turística que afectó sus números.
Por su parte, la “Construcción” continuó con su tendencia contractiva al registrar una baja de 3% como consecuencia de la caída en la construcción de edificios y otras construcciones, estas últimas, principalmente debido a las menores obras de vialidad realizadas por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y la disminución de las construcciones vinculadas a proyectos de generación de energía eólica. Contrarrestaron parcialmente estas caídas el incremento de obras de la Intendencia de Montevideo.
Otro sector que continuó mostrando números rojos fue la “Industria manufacturera” que se contrajo 2,5% debido al comportamiento negativo de la mayoría de las ramas del sector, tanto las orientadas al mercado interno como las exportadoras. En particular, se destacaron las caídas en la industria frigorífica y la producción de pasta de celulosa.
El sector “Agropecuario” no mostró variaciones de su actividad en términos interanuales debido al incremento registrado en la agricultura, que permitió compensar la caída en los subsectores pecuario y silvícola.
Por el contrario, se destacaron los crecimientos registrados por “Transporte, almacenamiento y comunicaciones” y “Suministro de electricidad gas y agua” que crecieron 5,3% y 21,1% respectivamente. En el primero, y como viene sucediendo, se destacó el aumento en las comunicaciones (por la incidencia de producción de datos móviles) que contrarrestó la menor actividad de transporte y almacenamiento. En cuanto al segundo, se destacó el aumento de la producción de energía hidráulica.
Cayó consumo e inversión del sector privado, pero aumentó la del gobierno
Al analizar los números de la economía desde el enfoque del gasto, se observa que en el primer trimestre del año cayeron tanto el consumo y la inversión del sector privado, mientras que aumentó el gasto y la inversión del gobierno.
En concreto, el Gasto de consumo final tuvo una caída de 0,3%, que se explica por la caída de 0,4% registrada por el consumo privado, que no pudo ser compensada por el aumento de 0,7% del gasto de consumo final del gobierno.
Por su parte, la formación bruta de capital se redujo en términos interanuales debido principalmente a la caída de la formación bruta de capital fijo, contrarrestado por una mayor acumulación de stocks. La caída se observó tanto en la inversión en maquinaria y equipos como en las obras de construcción. En particular, se destacó el descenso de 4,8% de la inversión privada, mientras que el sector público tuvo un incremento de la inversión de 5,4%.
Por último, el saldo de la balanza comercial fue positivo, debido a que las importaciones se contrajeron más que las exportaciones. Las ventas al exterior de bienes y servicios cayeron 6% (incididos mayormente por los malos números del turismo) mientras que las compras de bienes y servicios se contrajeron 7,9%, tanto por menores importaciones de bienes de uso intermedio, como de bienes de consumo y -en menor medida- de bienes de capital.