Luego del fuerte impacto que tuvo la pandemia del covid-19 en la actividad económica del segundo trimestre, el Producto Bruto Interno (PIB) de Uruguay repuntó un 7,8% en el tercero medido en términos desestacionalizados. Sin embargo, el registro del trimestre marca una contracción de 5,9% en comparación con igual período de 2019.
La actividad económica repuntó en el tercer trimestre tras la fuerte caída registrada durante la primera mitad del año como consecuencia de la pandemia del covid-19. Sin embargo, el nivel de actividad se mantiene 5,9% por debajo del registro del tercer trimestre de 2019, según informó ayer jueves el Banco Central del Uruguay (BCU) en su informe de Cuentas Nacionales.
Además de presentar los datos del trimestre, el BCU llevó a cabo una instancia virtual con representantes de organismos públicos y privados, de la academia, analistas económicos y medios de comunicación para presentar la serie trimestral con el nuevo año base 2016.
Esta presentación se dio luego de la realizada en octubre, donde se conocieron los nuevos productos estadísticos para el año de referencia 2012 y para el nuevo año base 2016: los Cuadros de Oferta y Utilización; las Cuentas por Sectores Institucionales; y las Cuentas Internacionales armonizadas con Cuentas Nacionales. En julio ya se había dado a conocer la adopción de recomendaciones internacionales en materia de metodologías y de compilación de las estadísticas de Cuentas Nacionales y las Cuentas Internacionales (conformadas por la Balanza de Pagos y la Posición de Inversión Internacional).
Subas y bajas
El repunte del tercer trimestre respecto al segundo se explica, fundamentalmente, por la mayor actividad de la industria, el comercio y los servicios, mientras que desde la perspectiva del gasto, la recuperación se vincula al mayor dinamismo de la demanda interna, en particular, del consumo.
Por su parte, medido en términos interanuales, la mayoría de los sectores de actividad registran caídas, destacándose el deterioro de “Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas” (-13,1%), y “Salud, Educación, Actividades Inmobiliarias y Otros servicios” (-6,5%). Por su parte, la división “Transporte y Almacenamiento, Información y Comunicaciones” compensó parcialmente la caída al registrar un crecimiento de 4,1%.
El informe del BCU remarca que desde el enfoque de la demanda, también la actividad económica estuvo determinada por el impacto de la emergencia sanitaria, “reflejándose en una disminución de la demanda interna en el tercer trimestre en comparación con igual trimestre del año anterior”. Por su parte, el Gasto de consumo final se contrajo (-6,6%), tanto el realizado por los hogares, que se retrajo 5,9%, como por el gobierno y las ISFLSH (Instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares), que cayó 9,4%. En tanto, la Formación bruta de capital aumentó 13,3% como resultado de una menor desacumulación de existencias.
En cuanto a la demanda externa, el informe detalla que las exportaciones se redujeron en volumen físico un 19,2%, mientras que las importaciones tuvieron una contracción de 13,8%, explicado en ambos casos por caídas tanto de bienes como de servicios. “Estos desempeños explican una caída del Saldo de Balanza Comercial en términos de volumen físico respecto al año anterior”, remarca el informe del BCU.