Economía sigue creciendo, pero persisten señales de alerta, según indicadores de avance

“Presiones negativas redujeron el crecimiento esperado para el trimestre recién finalizado”

Tanto el indicador adelantado de actividad del Centro de Estudios para la Realidad Económica y Social (Ceres) como el elaborado por el Banco Central del Uruguay (BCU), mostraron lecturas positivas para los meses de junio y mayo respectivamente. Sin embargo, al ver en detalle la situación de la economía uruguaya, se observan algunas advertencias, y los datos oficiales confirmaron que el crecimiento en el primer trimestre fue bajo e incluso algo menor a lo esperado.

La actividad económica siguió en aumento durante junio, según lo mostrado por el Índice Líder de Ceres (ILC), que registró su noveno mes consecutivo de crecimiento con una tasa positiva de 0,2%. Además, el índice de difusión del ILC, que mide la proporción de los componentes del indicador que crecieron en el mes, se ubicó en 70% en junio, lo que marca que el registro positivo del ILC se vio apoyado en el aumento de la mayoría de las variables que lo componen.

En la misma línea, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) que registra el BCU, mostró un crecimiento de 4,2% en mayo en comparación con igual mes de 2023, y de 3,2% medido en términos desestacionalizados respecto a abril.

En ese sentido, ambos indicadores dejan clara una cosa: la economía uruguaya seguirá creciendo este año.

Sin embargo, ello no implica que todo sea “color de rosas”.

Si se mira “el vaso medio lleno” de la economía, el informe elaborado por Ceres marca que el aumento de la masa salarial, por el mayor número de personas empleadas y el crecimiento del salario real, están generando un impulso en el consumo interno. A su vez, la reducción de la brecha cambiaria con Argentina redujo el flujo de compras al país vecino, algo que había afectado al sector comercio y servicios durante el año pasado, principalmente en los departamentos fronterizos. Además, se destaca la normalización de la producción sojera luego de una temporada gravemente afectada por la sequía, y el aumento de las ventas al exterior de celulosa por la producción plena de UPM II.

Alertas

Sin embargo, cuando se ve “el vaso medio vacío”, Ceres advierte que los últimos datos oficiales confirmaron lo que ya estaban mostrando los indicadores de adelanto: que el crecimiento de la economía en el primer trimestre fue bajo e incluso algo menor a lo esperado.

En primer lugar, se menciona que la actividad local se vio afectada en parte por una economía argentina en recesión que condiciona el flujo de personas desde la otra orilla, y si bien el turismo de compras a Argentina se redujo, el turismo emisivo siguió pujante hacia otros destinos. En tanto, en el segundo trimestre las lluvias excesivas complicaron la logística en agricultura e hicieron perder una parte de la producción, la refinería de Ancap siguió en mantenimiento buena parte del período y las tres plantas de celulosa del país hicieron su parada técnica anual, lo que tendrá un efecto negativo en las estadísticas de abril-junio.

“Por ende, estas presiones negativas redujeron el crecimiento esperado para el trimestre recién finalizado”, señala Ceres.

Asimismo, subraya que, más allá de factores puntuales, “los sectores exportadores de bienes y servicios enfrentan problemas de rentabilidad que, luego de más de dos años en la misma situación, afectan su funcionamiento”. También se destaca que la reducción de la brecha de precios con respecto a Argentina colaboró para una pequeña mejora en los últimos meses, así como la reciente suba en la cotización del dólar, pero se advierte que la competitividad con los principales socios comerciales de Uruguay sigue en niveles históricamente bajos, y no se proyecta un cambio significativo en los próximos meses.


Indicadores sectoriales relevados por Ceres:

• Las solicitudes de exportación fueron 34% superiores en junio en relación con un año atrás, incididas por el fuerte aumento de la soja, que pasó de US$ 69 millones a US$ 348 millones, y la celulosa, que tuvo un aumento interanual del 50%. No obstante, las exportaciones de lácteos fueron 15% inferiores en la comparación interanual (ver página 14).

• La faena de bovinos creció 10,6% en junio y 7,5% en la primera mitad del año.

• La producción industrial fue mayor en abril que en marzo, pero menor a la de abril de 2023.

• La construcción cayó en el primer trimestre, pero mantiene el dinamismo en obras viales y líneas de energía.

• La recaudación en DGI por IVA en términos reales creció en abril respecto a marzo y en términos interanuales.

• El consumo de energía eléctrica fue superior en el sector residencias e industrias en mayo respecto a abril, mientras que las ventas de gasoil y de nafta cayeron en mayo, pero fueron superiores a un año atrás.

• Los créditos otorgados a empresas y familias disminuyeron en mayo en relación al mes anterior.

• El movimiento de ómnibus en Tres Cruces fue superior en junio respecto a mayo, pero cayó interanual, al tiempo que la venta de boletos en Montevideo y la zona metropolitana aumentó en ambas comparaciones.