El BCE no descarta más subas de tasas y la inflación en EEUU complejiza el dilema de la Fed

“Perspectivas de crecimiento económico y de inflación siguen sujetas a una elevada incertidumbre”

Si bien el Banco Central Europeo (BCE) reconoce que las perspectivas económicas se han “deteriorado”, al mismo tiempo advierte que la inflación sigue siendo “demasiado alta”. Paralelamente, en EEUU el dato de inflación, que aumentó en julio, complica el dilema de la Fed respecto a si pausar los aumentos en las tasas de interés o continuar con ellos.

El BCE ha destacado que la inflación en la eurozona está disminuyendo, aunque augura que seguirá siendo “demasiado alta durante demasiado tiempo”, por lo que garantizará que las tasas de interés oficiales se fijen en “niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo necesario para lograr que la inflación vuelva a situarse pronto en el objetivo del 2% a medio plazo”.

En su quinto boletín económico de 2023, la entidad explica que seguirá aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel de restricción y su duración apropiados. El BCE espera que la inflación siga bajando en los próximos meses y valora los efectos de las anteriores subas de tasas de interés, interpretando que “siguen transmitiéndose con fuerza”.

Sin embargo, también se reconoce que, en este contexto, “las perspectivas a corto plazo de la actividad económica en la zona del euro se han deteriorado, debido principalmente a la mayor debilidad de la demanda interna”.

De acuerdo al BCE, “las perspectivas de crecimiento económico y de inflación siguen sujetas a una elevada incertidumbre”, y enumera diversos riesgos a la baja, como la guerra en Ucrania y el aumento de las tensiones geopolíticas generales, que podrían fragmentar el comercio mundial y arrastrar consigo a la economía de la zona euro.

Por otra parte, alotro lado del Atlántico, el proceso de desinflación que se venía registrando en EEUU se frenó, lo cual genera un gran dilema para la Reserva Federal (Fed) estadounidense.

El IPC ascendió del 3% de junio al 3,2% interanual en julio, según los datos publicados ayer jueves por la Oficina de Estadísticas Laborales, marcando así el primer incremento en 13 meses. Sin embargo, el dato subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, se moderó por cuarto mes consecutivo y se ubicó en el 4,7% interanual, su tasa más baja desde octubre de 2021.

Con estos datos de inflación no es claro qué resolverá la Fed, que en su última reunión de julio, dejó la puerta abierta para una nueva suba en su próxima reunión de setiembre.

Los expertos estiman que, con la inflación evolucionando por debajo de lo esperado y buscando mitigar los efectos negativos sobre la actividad económica, la Fed mantenga sin cambios el precio del dinero. Sin embargo, antes de setiembre se conocerán los datos de IPC (entre otros) relativos a agosto, que podrían no ser favorables a una pausa de la Fed.

Las posiciones dentro del banco central están muy divididas. Esta semana, Patrick Harker, presidente de la Fed de Filadelfia, abogó por mantener las tasas de interés donde están, pero la gobernadora de la Fed, Michelle Bowman, afirmó que “muy probablemente” hagan falta más incrementos para alcanzar el objetivo de inflación.