Luego de analizar el contexto económico internacional y local, así como los datos de inflación y las expectativas del mercado, el Banco Central de Uruguay (BCU) resolvió mantener sin cambios la Tasa de Política Monetaria en 8,5%. La entidad destaca la reducción de la inflación, así como la “trayectoria de descenso lento” de las expectativas, y anticipa que futuros movimientos en la tasa “dependerán de los datos sobre la evolución de la situación local e internacional y de la convergencia de las expectativas de inflación al centro del rango meta”.
Tras el ajuste a la baja determinado en su reunión abril, en la que el BCU recortó en medio punto porcentual la Tasa de Política Monetaria (TPM) llevándola al 8,5%, las autoridades de la entidad volvieron a una postura de cautela, y mantuvieron la tasa sin cambios, durante la reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) celebrada ayer jueves.
De acuerdo al comunicado publicado luego del encuentro, la decisión de mantener la TPM en 8,5% se adoptó “con el objetivo de consolidar la permanencia de la inflación en torno al centro del rango meta y contribuir a la convergencia de las distintas medidas de expectativas al mismo”.
Se destaca que en abril la inflación interanual se ubicó en 3,68%, completando 11 meses consecutivos dentro del rango. La medición se encuentra casi 4 puntos porcentuales por debajo del mismo mes del año pasado. Por su parte, el promedio de las expectativas de inflación se encuentra en 6,25% (aún por encima del techo del rango objetivo), “continuando su trayectoria de descenso lento a pesar de la rigidez exhibida”.
En cuanto al escenario económico, se destaca que en el plano internacional durante el primer trimestre del año la actividad en Estados Unidos creció menos de lo esperado, mientras que la zona euro y China exhibieron un dinamismo mayor al anticipado. A nivel regional, en Brasil la reactivación más vigorosa de la economía permitió corregir al alza las expectativas de crecimiento para el resto del año 2024. Del otro lado, en Argentina, por un lado se observa una caída del nivel de actividad en los primeros meses del año y, por otro, se constata una reducción rápida de la inflación mensual.
Con ese telón de fondo, la actividad económica de Uruguay “continúa exhibiendo señales de crecimiento, luego que finalizaron los efectos de la sequía, a impulso del consumo interno y del sector exportador”.
Dato positivo
Considerando ese panorama internacional, regional y local, y a partir del análisis de los datos y proyecciones, el Copom valoró positivamente la permanencia de la inflación en torno al centro del rango meta y la convergencia gradual de sus expectativas. En este contexto, fue que el Directorio del BCU mantuvo la TPM en 8,5% con el objetivo de consolidar la permanencia de la inflación en torno al centro del rango meta (4,5%) y contribuir a la convergencia de las distintas medidas de expectativas de inflación en el horizonte de política monetaria a dos años.
Mirando hacia adelante, el comunicado del BCU detalla que “las futuras decisiones dependerán de los datos sobre la evolución de la situación local e internacional y de la convergencia de las expectativas de inflación al centro del rango meta”.
La próxima reunión del Copom está agendada para el próximo 16 de julio.
Aprobación del plebiscito sobre seguridad social tendría efectos directos e indirectos en el sistema financiero
El Comité de Estabilidad Financiera, integrado por el BCU, la Corporación de Protección del Ahorro Bancario y el Ministerio de Economía, analizó la situación del sistema financiero y evaluó los potenciales riesgos que podrían afectarle. En dicha instancia, realizada el lunes 13 de mayo, se concluyó que el sistema financiero doméstico se encuentra estable y en condiciones de procesar los riesgos identificados.
No obstante, se advirtió que “la aprobación del plebiscito sobre la seguridad social tendría efectos directos sobre el sistema financiero, potencialmente afectando su desarrollo y estructura”. A su vez, tendría efectos indirectos a través de su impacto en materia fiscal y otras variables macroeconómicas. “El Comité se encuentra evaluando los impactos sobre la estabilidad del sistema financiero doméstico”, señala el comunicado.
Al analizar el escenario global, se advierte por la persistencia de incertidumbres sobre la situación macro financiera. “Se mantiene el riesgo de que se produzca un mayor deterioro en las condiciones financieras internacionales, con mayor aversión al riesgo por parte de los inversores, condiciones de acceso al financiamiento menos favorables, mayor volatilidad y reducción del producto a nivel mundial”, señala el comunicado.
A su vez, continúan los riesgos geopolíticos y “se intensifica la tendencia hacia un mundo más fragmentado”.
A nivel regional, persisten riesgos en los procesos de ajustes de los desequilibrios macroeconómicos. En Argentina, si bien se han observado mejoras en términos de las variables financieras, cambiarias y fiscales, las variables de la economía real se han deteriorado considerablemente. En Brasil se mantienen los desafíos en materia de consolidación de la sostenibilidad fiscal.