En diálogo con CRÓNICAS, Mariela Espino, gerente general del Banco República (BROU), sostuvo que a raíz de la llegada de la pandemia a Uruguay el ente financiero “continuó brindando atención a todos sus clientes de todos los sectores y segmentos”, para atender sus distintas necesidades. En ese sentido, mencionó alguna de las medidas tomadas por la entidad financiera para clientes personas y empresas, y remarcó que “si volviera a ser necesario” el banco tiene “la espalda” para mantener el funcionamiento de la cadena de pagos.
Un informe de la consultora Deloitte informaba, semanas atrás, que los bancos del país, principalmente los privados, estaban con “una gran solvencia, gran solidez, liquidez y con crecimiento en cuanto al volumen de negocios” (ver CRÓNICAS del 7 de agosto).
En este contexto, y buscando analizar la situación de la banca pública, CRÓNICAS dialogó con la gerente general del Banco República (BROU), Mariela Espino, quien sostuvo que a partir del Covid-19 la entidad “continuó brindando atención a todos sus clientes de todos los sectores y segmentos”, buscando resolver los problemas creados por la coyuntura.
En cuanto a los clientes personas, se habilitó un diferimiento de las cuotas de crédito social para todos los empleados del sector privado en forma automática. La misma fue por 90 días y sin cobro de intereses. El foco estuvo en los trabajadores privados porque fueron “los más afectados por la pandemia en cuanto al mantenimiento o la disminución de sus ingresos”, explicó Espino. Por otro lado, para los empleados públicos y jubilados, se les ofreció la opción de diferimiento: quien tenía un préstamo en el banco podía renovarlo y la primera cuota comenzaba a correr a partir de los 90 días.
Para las empresas, en tanto, el banco tomó una serie de medidas “tendientes a tratar de mantener la actividad”.
El BROU realizó también un diferimiento de las cuotas, en este caso por un plazo de 180 días, para quienes tenían deudas menores a US$ 200 mil y que estuvieran al día en situación regular de pago frente a antes de la pandemia. Quienes sobrepasaban ese monto necesitaban un diferimiento analizado caso a caso y en función de las necesidades de la empresa y de la situación que haya tenido con el Covid-19, detalló la ejecutiva.
Debido a las medidas tomadas, la morosidad del banco no ha tenido un gran impacto. Sin embargo, a medida que van transcurriendo los períodos de prórroga de los diferimientos, “a nivel de todo el sistema financiero se ve que puede haber un incremento de morosidad por la propia coyuntura, en cuanto a la disminución de la actividad en determinados sectores y la afectación que han tenido en el marco del Covid-19”, analizó Espino.
De esta manera, ante los rebrotes que hace semanas se están dando no solo en Montevideo sino en varios puntos del país, la funcionaria pública reforzó el rol del BROU. Según indicó, el ente “sabe que su principal rol es el mantenimiento de la cadena de pagos”. Es decir, el BROU siempre “va a tener la espalda” para mantener este engranaje en funcionamiento, explicó, y señaló que está preparado para hacerlo “si volviera a ser necesario” como así lo fue en marzo.
Que termine
Asimismo, Espino proyectó cómo se enfrentará el BROU ante lo que resta del año.
Es así como, gracias a todas las medidas aplicadas para batallar contra el virus y su consiguiente azote económico, dijo, el banco está con mucho dinamismo. “En este contexto de crisis, con los cuidados necesarios para mantener niveles de riesgo adecuado, es un momento donde toda la actividad bancaria se dinamiza”, reflexionó.
En esta línea expresó que “hay muchos factores” que hacen que en este contexto “sea difícil una expectativa muy precisa de resultados” de cierre de año.
A pesar de ello, informó que el banco podría finalizar el 2020 con un resultado cercano al del año pasado.
BROU digital
Una de las varias consecuencias de la llegada del Covid-19 al país fue el fuerte empuje por los instrumentos digitales, que varias áreas, sectores y empresas tuvieron que llevar adelante. El BROU no fue excepción. De acuerdo a su gerente general, se ha profundizado el uso de los canales digitales. La página web, pago de facturas, la realización de transferencias entre cuentas del banco y otros bancos, en el marco de la pandemia y en el marco de las recomendaciones que surgen, “era un proceso que ya veníamos de crecimiento del uso de los canales digitales, y que ahora sin duda se ha profundizado en este contexto”, observó.
Dentro de este marco de pandemia, el 74% de los préstamos personales se hicieron a través de la web, lo cual significó un incremento de 39% respecto a los primeros meses del año previo a la llegada del virus, reconoció Espino. En tanto, las transferencias interbancarias y los pagos electrónicos de facturas se incrementaron un 20% durante la pandemia, afirmó.