Con luces y sombras, tres economistas analizaron durante un desayuno organizado por ADM la situación de la economía uruguaya, sus perspectivas a futuro y las preocupaciones que despierta. Jorge Caumont evaluó que la marcha de la actividad es “satisfactoria”, aunque advirtió por el problema de inflación; Michele Santo alertó por un deterioro en el escenario internacional y particularmente la región; y Martín Vallcorba criticó el ajuste fiscal “de mala calidad” del gobierno, y valoró que el desempeño económico es “pobre” en comparación con otros países del continente.
El gobierno estimó un crecimiento de la economía de 4,8% para este 2022, pero la situación regional e internacional desfavorece al país, según analizaron los economistas Jorge Caumont, Michele Santo y Martín Vallcorba, durante un desayuno organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM). La instancia de encuentro se realizó para conversar sobre la situación de la economía uruguaya y el impulso de crecimiento a largo plazo.
La apertura del evento, realizado en el Club de Golf de Uruguay, comenzó con la bienvenida tradicional del presidente de ADM, Jorge Abuchaljia, que remarcó las problemáticas regionales e internacionales. Asimismo, dijo que según datos oficiales “Uruguay es el mejor país de Latinoamérica”.
Actualidad
Por un lado, Caumont se enfocó en la actualidad económica uruguaya, las perspectivas para los siguientes cuatro trimestres y las iniciativas sobre medidas sustentables para el país. Considera que la situación actual es “satisfactoria” a nivel de actividad, y los datos muestran que la economía ha crecido y superado el nivel que tenía en febrero de 2020, antes de la pandemia. Entiende que se mejoró el empleo, la balanza de pagos (resultado de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios) y su parte financiera, y el déficit ha caído. Sin embargo, sostuvo que su preocupación es el problema de la inflación, vista como el aumento sostenido y generalizado en el nivel de los precios, que se refleja en el aumento de todos los componentes del Índice de Precios del Consumo (IPC). Antes de la pandemia, la inflación estaba en “8,32% y actualmente está en 9,56%, en términos anuales”.
De este modo, asegura que para solucionar ese obstáculo que pueda existir con el nivel de actividad, regularmente “los gobiernos cuentan con tres políticas: la fiscal, la monetaria y la cambiaria”.
Por último, comentó que el escenario externo no es favorable para que el país se expanda fuertemente, pero si “crecerá en forma moderada” en los próximos 12 meses.
Panorama mundial
Desde otro punto de vista, Santo explicó que le preocupa el entorno externo y cómo puede impactar en Uruguay. «Las perspectivas para los próximos 12 o 24 meses creo que no lucen tan favorables, esencialmente por un deterioro», sostuvo.
En este caso, en la región, se visualiza el impacto negativo en Argentina por la diferencia de precios que no «se arregla desde ningún punto de vista desde el lado uruguayo». “El problema es 95% del país vecino”, destacó.
Por otro lado, comentó que la situación de Brasil “no es tan grave”, pero habrá que observar qué ocurre con el eventual cambio de gobierno, algo probable dado las encuestas que dan como favorito al expresidente Luiz Inácio “Lula” Da Silva. “Los primeros gobiernos que dispuso Lula fueron una sorpresa positiva para los mercados y el desempeño del país en su momento”, recordó Santo, aunque matizó que hoy el contexto internacional es diferente.
De igual manera, es fundamental lo que sucede en el mundo, en términos de condiciones financieras, en materia de crecimiento y precios de las materias primas. “EEUU está con un problema muy grande en inflación”, que tiene tres orígenes: monetario, fiscal y el shock de precios que se genera por la guerra Rusia-Ucrania. No obstante, “más allá del impacto de la guerra en los últimos dos meses, los costos en materias primas comenzaron a disminuir de manera importante”, señaló.
Ajuste fiscal y política macroeconómica
En tanto, Vallcorba comentó que el gobierno procesó el ajuste fiscal que anunció en la campaña, pero opinó que ese ajuste no pareció ser lo prometido. “Es de mala calidad”, aseguró.
También, señaló que en la política macroeconómica hay una discrepancia: “tenemos una caída del tipo de cambio real extrarregional del 13% en siete meses”.
Los sectores exportadores evalúan disimuladamente los problemas respecto a los precios de commodities, lo que implica “estar al tanto» porque la política monetaria no es la única responsable. “Es un factor multicausal pero sin duda es un elemento que está contribuyendo a este discernimiento y a generar problemas de competitividad”, subrayó.
Asimismo, dijo que se pueden justificar aumentos de inflación a mediano plazo porque
“el gobierno prevé que al 2024-2025 la inflación se ubique levemente por debajo del 6%”. Claramente existe un cambio de énfasis en los objetivos, en el cual “el objetivo de reducción de la inflación se ve dejado de lado”.
En referencia al desempeño económico, remarcó que no presenta un cambio relevante. “Tiene un desempeño pobre si nos comparamos con otros países de la región”, opinó.
