El dólar y el euro están en una relación de “uno a uno”, en un contexto de temores de recesión económica en Europa, la elevada inflación y la crisis energética generada por la guerra en Ucrania. El principal motivo del fortalecimiento del dólar se explica por la aceleración en el proceso de aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), según evaluó Carlos Saccone en diálogo con CRÓNICAS. Indicó que las proyecciones marcan que el euro podría seguir debilitándose en los próximos meses para luego estabilizarse, aunque aclaró que estamos frente a un escenario muy incierto que dificulta los pronósticos.
El euro cayó a su nivel más bajo en 20 años respecto al dólar, con el que ahora mantiene una relación de prácticamente uno a uno. La paridad entre ambas divisas tiene su efecto en los mercados y genera preocupación, principalmente en la Unión Europea, cuyos países integrantes del bloque se enfrentan a una crisis energética derivada de la guerra en Ucrania (ver nota página 11).
Ayer jueves, el euro cerró a un mínimo de 1,00295 dólares, lo que implicó un descenso diario de 0,34%, y acumula en el año una caída de 11,29%.
La depreciación del euro se da en un momento complejo, en el que los mercados temen una recesión económica en Europa, un escenario de elevada inflación y los riesgos que implica una crisis de energía derivada de la guerra en Ucrania y las sanciones aplicadas a Rusia.
En estos momentos, los inversores ven que los rendimientos de los bonos del Tesoro de los EEUU son mayores que los de la deuda europea, lo que hace preferir al dólar antes que el euro. A su vez, esta situación coloca al Banco Central Europeo (BCE) ante un dilema difícil de resolver: endurecer la política monetaria para tratar de frenar la inflación, o mantenerla expansiva para evitar una contracción mayor de la economía.
Dólar fuerte
En dialogo con CRÓNICAS, Carlos Saccone, contador, Head of Wealth de HSBC Uruguay, columnista de Empresas & Negocios, e integrante del consejo editorial de dicha publicación, destacó que el fortalecimiento del dólar no se dio únicamente respecto al euro, sino también ante otras monedas relevantes, y ello se debe, fundamentalmente, a la respuesta de la Fed para contener la inflación incrementando la tasa de interés. Detalló que el “dollar index”, que es la cotización de la divisa estadounidense ponderada contra las monedas de sus principales socios comerciales, “ha subido de forma permanente”.
EEUU tiene la inflación más alta en cuarenta años (ver recuadro) y que todo marca –según Saccone- que se trata de un fenómeno “más permanente que transitorio”, ya que no solo afecta el precio de los alimentos y la energía como consecuencia de la guerra, sino que involucra a una base mucho más amplia de insumos, como los salarios, los precios de los bienes inmuebles, y otros bienes de consumo. En ese sentido, estimó que la lógica del mercado es esperar que la Fed no solo mantenga su proyección de aumento de tasas, sino que la intensifique en sus próximas reuniones para frenar la dinámica inflacionaria.
Recordó que para la próxima reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed, que se realizará entre el 26 y el 27 de julio, ya se esperaba un fuerte aumento de tasas de tres cuartos de punto (0,75%), pero ahora “se está hablando de un punto” (1%) de incremento.
Saccone explicó que con el aumento de tasas se vuelven más atractivas las colocaciones en esa moneda, además de que el dólar funciona como “un activo de refugio” ante momentos de incertidumbre como el actual. “Hay que diferenciar monedas duras (como el dólar) de las de mercados emergentes. (…) Una es un activo refugio y las otras son activos riesgosos”, comentó.
Bajo riesgo
Respecto a qué puede suceder a futuro, el experto comentó que a nivel de mercados se espera que la tasa de interés de la Fed termine el año por encima del 3,5% (actualmente está en un rango de 1,5% a 1,75%), y continuaría subiendo a inicios de 2023, para comenzar luego del segundo trimestre del año un proceso de bajas. Algo similar –agregó- esperan un grupo de 37 economistas consultados por la agencia Bloomberg, que proyectan que las tasas subirán hasta mediados del año próximo y a partir del tercer trimestre comenzarían a descender gradualmente.
No obstante, Saccone remarcó que estas proyecciones se dan en un marco de mucha incertidumbre, por lo que es muy difícil aventurar qué es lo que puede ocurrir.
En materia cambiaria, dijo que el equipo de investigación económica del HSBC entiende que el euro todavía puede caer “un poco más” en los próximos meses, para luego estabilizarse.
Aún así, insistió en que estamos en un contexto incierto. “El problema es que estamos con presiones inflacionarias que no son controlables por la política monetaria y hay aspectos que condicionan el crecimiento económico, como la energía”, sostuvo.
En cuanto a los posibles impactos sobre Uruguay, destacó que en el contexto regional “tenemos una ventaja considerable (…) que es el bajo riesgo político”, algo que no sucede en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, entre otros.
Si bien recordó que somos un país chico y “no somos invulnerables”, destacó que “hemos construido a lo largo de los años algunas fortalezas que nos caracterizan” y que contribuyen a sortear este escenario complejo, como el grado inversor y un crecimiento económico mayor al esperado.
Inflación en EEUU subió a 9,1%, su mayor nivel en 40 años
La inflación de EEUU volvió a registrar un nuevo récord en los últimos cuarenta años al situar su tasa interanual en el 9,1% en el mes de junio, según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales.
Los datos mostraron un fuerte aumento de 1,3% en el índice de precios al consumidor en comparación con mayo, un nivel mayor al esperado, principalmente por el aumento del costo de la energía, que contribuyó con la mitad del aumento mensual.
Si bien reconoció que la tasa de inflación era “inaceptablemente alta”, el presidente estadounidense, Joe Biden, argumentó que también estaba “desactualizada”, ya que no reflejaba una caída clara en los precios de la energía desde mediados de junio.
La reciente caída de precios proporcionó “un respiro importante para las familias estadounidenses. Y otras materias primas como el trigo han caído considerablemente desde este informe”, señaló el presidente en un comunicado.
Insistiendo en que abordar la inflación era la prioridad, Biden admitió que su administración necesitaba “avanzar más, más rápidamente, para controlar los aumentos de precios”.
Por su parte, la Fed dijo que los aumentos de precios se mantuvieron «sustanciales» en las últimas semanas, aunque algunas áreas vieron señales de que la inflación se está enfriando.