Según el último informe que publicó el Banco Central del Uruguay (BCU), para el primer trimestre de 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) registró un incremento de 0,6% en relación al mismo trimestre del año pasado. A su vez, en términos desestacionalizados, “la actividad económica creció 0,9% respecto al cuarto trimestre de 2023”.
Esta expansión estuvo motivada por el crecimiento de algunas actividades tales como “energía eléctrica, gas y agua, comercio, alojamiento y suministro tanto de bebidas como comidas”, aunque contrarrestado en su curva ascendente por una menor actividad en la industria manufacturera -cuyo Índice de Volumen Físico demostró que, si bien tuvo un buen abril con una expansión de 6,1% interanual, viene a la baja y marcó -2,8% en el primer cuatrimestre- y la construcción.
A su vez, el valor agregado desde el punto de vista de la producción de las actividades agropecuario, pesca y minería del primer trimestre de 2024 tuvo un incremento de 4,3% respecto al mismo trimestre anterior. El sector de transporte y almacenamiento e información y comunicaciones también registró un aumento por 2,5% respecto al mismo período, e igual fue la situación de los servicios financieros, con una suba de 3,1%. Por otro lado, el valor de las actividades profesionales y el arrendamiento marcaron guarismos similares, mientras que el sector salud, educación, actividades inmobiliarias y otros servicios tuvo una merma de 0,6% en términos interanuales.
Respecto a la demanda, el informe indicó que hay una contracción de la demanda interna, con una caída de la Formación Bruta de Capital motivada por “una menor inversión en activos fijos y una mayor desacumulación de existencias, aunque al mismo tiempo se dio un incremento de la externa que se vincula principalmente al crecimiento del volumen físico de las exportaciones y una contracción de las importaciones.
En esta línea, el gasto del consumo final creció 1,1% respecto al mismo trimestre de 2023, la formación bruta de capital disminuyó en un 16,7%, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 4,5%, mientras que las importaciones disminuyeron un 3,8%; este último también relacionado al cierre de la refinería y la necesidad de aumentar las importaciones de combustibles y aceites lubricantes, que compensan las menores compras de petróleo.