Empleo supera niveles previos a la pandemia, pero advierten “problemas en la calidad de los puestos de trabajo”

Informe del Instituto Cuesta Duarte

Aunque los niveles de empleo se han recuperado y ya superan los niveles previos a la pandemia, se advierte por la presencia de “algunas luces amarillas” en el mercado laboral, según un informe del Instituto Cuesta Duarte. En particular, se advierte por una desmejora en los niveles de informalidad, problemas de desempleo en jóvenes y mujeres, y “un retroceso significativo respecto a la situación de los salarios sumergidos”.

La tasa de actividad (la proporción de personas en edad de trabajar que tienen trabajo o lo buscaron) continuó aumentando y se ubicó al cierre del primer cuatrimestre del año en 64,2%, según destaca el informe elaborado por el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, donde se analizan los datos divulgados por el INE. Este valor no solo supera al del mismo período del año pasado, sino que también se ubica por encima de los niveles vigentes en los mismos meses de 2019 previo a la pandemia, cuando se había situado en 62,2%. Tras el pronunciado descenso de la tasa de actividad originado en marzo de 2020 a causa de la pandemia, posteriormente se aprecia una lenta pero sostenida recuperación de la oferta de trabajo, que hacia el primer cuatrimestre de este año se corresponde con 1.886.000 personas disponibles para trabajar.

Este aumento en la tasa de actividad estuvo acompañado por una suba en la tasa de empleo que en los primeros cuatro meses se ubicó en 58,6%, lo que se corresponde con 1.722.000 ocupados. Esta tasa de empleo es mayor al 57,5% registrado en igual período del año anterior, lo que se corresponde con la creación de unos 42.000 puestos de trabajo entre ambos períodos. También supera el valor vigente en el primer cuatrimestre de 2019 que fue de 56,9%. Si bien la trayectoria posterior a la pandemia ha mostrado una tendencia ascendente en la cantidad de puestos de trabajo (interrumpida en 2022), los últimos registros dan cuenta de cierto estancamiento en la tasa de empleo.

“Luces amarillas”

Sin embargo, el informe del Cuesta Duarte señala que “estas tasas de empleo alcanzadas, que superan los niveles previos a la pandemia, vienen acompañadas de algunas luces amarillas que es necesario señalar”. Por un lado, se menciona que luego de una pronunciada caída en la proporción de ocupados no registrados a la seguridad social a partir de 2020 explicada por la fuerte caída del empleo informal que provocó la pandemia, en el primer cuatrimestre de 2024 la tasa de no registro se ubicó en 21,9%, por encima del 19,9% observado en igual período del año anterior. “Esta desmejora reciente en los niveles de informalidad deja en evidencia problemas en la calidad de los puestos de trabajo que la economía está generando”, señala el documento.

Del total de puestos de trabajo creados entre el primer cuatrimestre de 2023 e igual período de 2024, 42.000 fueron en su totalidad informales, lo que determina que la cantidad de ocupados no registrados a la seguridad social haya crecido desde 335.000 a 377.000 entre ambos períodos. Por lo tanto, si bien la informalidad se encuentra en niveles más bajos respecto a los años previos a la pandemia, en el último año la mejora del empleo estuvo fuertemente concentrada en el sector informal de la economía, lo que implica puestos de trabajo más precarios y sin derechos fundamentales a la protección social para trabajadoras y trabajadores.

Desempleo

Por otro lado, el mayor dinamismo de la tasa de actividad respecto a la de empleo provocó una tendencia creciente en la tasa de desempleo. Es decir, la desocupación aumentó porque la creación de puestos de trabajo fue insuficiente para dar respuesta a la mayor cantidad de personas que salieron a buscar empleo. Así, la tasa de desempleo del primer cuatrimestre se ubicó en 8,7%, un valor muy similar al 8,5% registrado en igual período de 2023 y también al 8,6% registrado en los primeros cuatro meses de 2019.

Adicionalmente, persisten brechas importantes por sexo y tramo etario que son características estructurales del mercado laboral uruguayo. En este sentido, la tasa de desempleo de las mujeres se ha venido ubicando próxima al 10%, mientras que en el caso de los hombres el guarismo se ubica en torno al 7,5%.

Por su parte, los problemas de empleo entre los jóvenes son significativamente más profundos en relación a los del resto de la población, con una brecha muy marcada con respecto a la desocupación. Los menores de 25 años presentaron una tasa de desempleo de 27,5% en el primer cuatrimestre del año, una cifra casi cinco veces mayor a la registrada para la población de 25 años y más que se ubicó en 5,9%.

En cuanto a los ingresos laborales, un aspecto central al analizar la calidad del empleo, el informe señala que existe “una alta proporción de trabajadores con salarios sumergidos, con un deterioro significativo respecto a los niveles previos a la pandemia”. En 2023 la cantidad de ocupados con ingresos laborales por debajo de 25.000 pesos líquidos al mes por 40 horas de trabajo semanal fue de 548.000 personas, una cifra significativamente mayor a los 453.000 observados en 2019. “Los datos representan un retroceso significativo respecto a la situación de los salarios sumergidos en 2019, dando cuenta de un crecimiento de casi 100.000 veinticincomilpesistas respecto a 2019”, señala el informe.