Las empresas del sector comercio y servicios no prevén en el corto plazo incrementos de personal, ni inversiones significativas, lo que sugiere que la actividad económica continuará “mostrándose estancada”. No obstante, algunas expectativas muestran una tendencia positiva. Consultados por las elecciones, los empresarios evaluaron que el cambio de administración no implicará una mejora sustancial del clima de negocios y hay “un empate” entre las visiones optimistas y pesimistas.
“Regular”. Así define la situación general de los sectores de Comercio y Servicios el informe de actividad correspondiente al segundo trimestre del año, que elabora la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS). Se detalla que los diversos índices de difusión (que miden la proporción de sectores o rubros que evolucionaron de forma positiva) se ubicaron en general entre un 20% y 40%. A nivel de empresas solo una proporción reducida de las empresas mostró una variación real positiva de sus ventas (23%). No obstante, al analizar por rubros, se constata que el 47% de estos mostraron incrementos en sus ventas.
En particular, se destacó el registro sustancialmente bajo del comercio en el interior del país y de las microempresas.
En cuanto a la visión de las propias empresas, éstas evalúan su situación económica actual como regular o mala, y en ninguno de los sectores relevados las respuestas positivas superan a las negativas.
El informe señala que “la propensión a contratar personal, a invertir o a comprar insumos se encuentra cercana en la mayoría de los casos a la neutralidad”, lo que implica que la mayoría de las empresas optan por mantener en valores similares esos recursos.
De esa forma, no se prevé en el corto plazo ni aumentos de personal ni inversiones sustanciales en el sector. “Esto sugiere que la actividad económica de las empresas de comercio y servicios continuará mostrándose estancada o con variaciones nulas en la mayoría de los casos”. Pese a ello, el informe destaca que “la propensión a abrir nuevos locales es en general positiva”, lo que se debe -en parte- a que el horizonte de decisión es mayor (un año versus tres meses en los indicadores previos) por lo que la apertura de nuevos locales trasciende la coyuntura desfavorable de este año y eventualmente del próximo.
Señales positivas
De la misma forma, algunos indicadores de actividad que denotan las expectativas sobre la situación económica a futuro muestran un resultado positivo, e incluso, aparecen algunos resultados que “pueden calificarse como de moderado optimismo”. Ese es el caso de las expectativas de situación económica a un año y la mencionada intención de ampliar la red. Las empresas más chicas son las que muestran mejores registros en estos indicadores, conjuntamente con las que operan en el interior del país y las que comercializan bienes durables o de inversión. El informe acota que “estos grupos son también los que evalúan más negativamente la situación actual”.
En cuanto al próximo gobierno, en general los encuestados por la CNCS no esperan que el cambio de administración genere una mejora sustancial del clima de negocios, y se registra “un empate” entre las visiones optimistas y pesimistas, aunque con heterogeneidad según el rubro. En ese sentido, no se vincula el mejoramiento de las condiciones económicas que eventualmente se verificarían en un año o más a los efectos del cambio de gobierno.