La próxima temporada turística sería similar a la anterior, en la medida en que Uruguay continuará probablemente siendo un destino caro para los argentinos, que constituyen el principal contingente de visitantes que llega a nuestro país, según proyecta Silvia Rodríguez-Collazo, investigadora asociada del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve). Asimismo, si bien se advierten grandes incertidumbres sobre la situación económica de Argentina en 2024, se espera que se mantenga una diferencia de precios que estimule el turismo hacia ese destino.
“El mes de enero de 2023 colmó las expectativas de muchos agentes y provocó un entusiasmo visible en el Ministerio de Turismo. Los meses siguientes de la temporada continuaron con un buen ritmo de visitantes, pero finalmente no se alcanzaron los niveles de visitantes argentinos y brasileños logrados en el pico de los años 2018 y 2019. No obstante, este impulso dio aire al sector turístico, que había recibido un duro golpe durante los años de la pandemia”.
Así comienza contextualizando el artículo de Rodríguez-Collazo, en el que destaca el efecto positivo que significó el levantamiento de las fronteras concretado definitivamente en 2022. Sin embargo, advierte que “la diferencia cambiaria con Argentina estimuló la salida de los uruguayos hacia ese destino”, cuyos viajes crecieron “de forma sistemática” a lo largo del año.
De acuerdo a las proyecciones de Cinve, durante 2023 el saldo entre los uruguayos que visitan Argentina y los turistas argentinos que visitan nuestro país, será nuevamente negativo. En 2022, ese saldo considerando Argentina y Brasil (los dos principales países de origen y destino de turismo) fue negativo, de aproximadamente 663.000 personas. Sin embargo, este año “más que se duplicaría el saldo entre entrada y salida de turistas desde y hacia Argentina y Brasil, pudiendo alcanzar a 1,6 millones de personas”.
El éxodo del pueblo oriental
De acuerdo a las proyecciones del Cinve, el flujo de visitas hacia Argentina por parte de uruguayos mantendrá el nivel alcanzado en lo que resta del año, pudiendo ubicarse por encima de los 900.000 entre setiembre y diciembre. En tanto, el saldo entre turistas brasileros y uruguayos que visitan el país norteño podría ser positivo en unas 78.000 personas.
De darse así, en el correr de 2023 saldrán casi 4 millones de uruguayos con destino a Argentina y Brasil (3,3 millones con destino a Argentina y casi 600.000 con destino a Brasil), lo que constituye una cifra récord para el país.
Rodríguez-Collazo señala que el enorme flujo de uruguayos que viaja al exterior tiene implicancias en términos del consumo en general de productos en el país, pero especialmente menciona el impacto en el turismo interno de este faltante de uruguayos en los destinos turísticos de nuestro país.
Respecto a qué podría pasar en 2024, se interpreta que el incentivo de viajes a Argentina podría modificarse a raíz de cambios en la política del nuevo gobierno (que asumirá en diciembre) o modificaciones de la actual administración. “No resultan claros los escenarios más probables, pero es posible que durante gran parte del año 2024 se mantenga una diferencia de precios que estimule el turismo hacia ese destino, aun cuando podría observarse algún proceso de convergencia entre los distintos tipos de cambios argentinos”, sostiene la investigadora.
Respecto a cómo será la próxima temporada para Uruguay, se estima que el próximo verano la cantidad de turistas argentinos y brasileros podría ser 7% mayor a la temporada anterior. En tanto se reducirán levemente los visitantes argentinos (-3%), los turistas provenientes de Brasil se incrementarían sustancialmente. La próxima temporada no alcanzaría los niveles de 2017-2018, pues aún se estaría en un 30% por debajo de ese pico, pero se podría esperar una mejora moderada de los registros de la temporada anterior.