En los próximos años el sector forestal “alcanzará el 6% del PIB y aportará más de 30.000 empleos”

Carlos Faroppa, director general forestal

En el momento donde finalmente ya se encuentra en marcha la segunda planta de UPM, inversión histórica para el país y para la industria forestal, CRÓNICAS conversó con Carlos Faroppa, director general forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). El jerarca se explayó sobre la actualidad del sector, sus fortalezas y desafíos. En relación a esto último, aseguró que el reto es generar productos con un mayor valor agregado y mencionó que se debe seguir trabajando en el área logística.

Faroppa destacó que el sector se encuentra en un momento “promisorio”, y dentro de ese panorama puntualizó en la situación que atraviesa la cadena de la celulosa. Gracias a la apertura de UPM 2, el país se posicionó en quinto lugar a nivel mundial en el procesamiento de celulosa Kraft de fibra corta, siendo el segundo en América Latina, detrás de Brasil que es el principal productor a nivel mundial.

En términos generales, el jerarca remarcó que considera que el sector forestal se desarrolló de forma rápida, superando las expectativas que todos los vinculados tenían al respecto. Asimismo, puso el foco en la posibilidad que ha brindado de obtener divisas, sin provocar la baja de otras actividades agropecuarias. También valoró el empuje que se le dio al sector a través de una política de Estado, que luego de más de 30 años permite un posicionamiento dentro de los principales rubros agroexportadores. En este sentido, agregó que el sector posiblemente se ubique en el primer lugar en los próximos años en esta área. De hecho, anticipó que se estima que en su conjunto, en los próximos años, el sector “alcanzará el 6% del PIB y aportará más de 30.000 empleos”.

Un desarrollo desde adentro

El jerarca aseveró que en el último tiempo se ha generado un importante empuje relativo a la cadena de transformación mecánica de la madera. En concreto, puso énfasis en que se ha confirmado la instalación de importantes emprendimientos vinculados a madera sólida que apuntan a un favorecimiento del valor agregado. Tales inversiones serán instaladas en Treinta y Tres y Cerro Largo, por lo que Faroppa consideró que espera que en dicha región se genere “un nuevo polo para el desarrollo del país”.

Por otra parte, comentó que en la actualidad la superficie forestada es de 1.100.000 has y su ritmo de crecimiento en los últimos años ha sido en torno a 1,5%, lo que equivale a un incremento anual en relación al territorio nacional del 0,086%. El director forestal explicó que este proceso de incremento de superficie incluye además el concepto de integración y diversificación productiva. En concreto, esto tiene que ver con que las empresas forestales buscan asociarse a productores que se desarrollan en otras actividades, para que estos integren a la forestación como complemento. Producto de esta dinámica se ha generado una diversificación de la producción a través de los sistemas silvopastoriles, los cuales son favorables para “el aprovechamiento del espacio y el bienestar animal”.

Como país agroexportador, Uruguay se ha mostrado favorecido por una creciente demanda a nivel mundial de productos derivados de la madera y principalmente de aquellos que son garantía de sostenibilidad. Para esto, son necesarias certificaciones internacionales, aspecto en el cual, según Faroppa, el país se posiciona de gran manera ya que más del 90% de sus bosques y cadenas de custodia están certificadas por el Consejo de Administración Forestal y el Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal. En los últimos años se ha logrado exportar a más de 60 países a lo largo de todos los continentes.


Mirar al futuro y enfocar desafíos

Uno de los desafíos relativos al sector forestal planteados por parte de Faroppa tiene que ver con la parte logística. En ese sentido, destacó que el ferrocarril genera nuevas oportunidades, así como las inversiones adicionales que el país viene haciendo en infraestructura. En concreto, argumentó que el acondicionamiento de las rutas nacionales para la circulación de bitrenes y tritrenes permitirá bajar los costos y mejorar la situación de competitividad.

En otro orden, el entrevistado también marcó el reto que significa mejorar la gestión integrada para la prevención de incendios forestales. Destacó que durante el último año se ha mejorado mucho en materia de coordinación y respuesta entre el sector público y privado a través de la creación de la Mesa de Análisis en Incendios Forestales.

Agregó además como tarea el trabajo en materia de bioeconomía, señalando que debe tenerse en cuenta una visión integral de lo forestal, industrial y energético. Comentó que el país está iniciando el proceso de incorporar madera a la construcción de viviendas, por lo que se necesita levantar barreras culturales entendiendo que a medida que se ejecuten proyectos y se visibilicen las ventajas, las obras con este material irán en aumento.

Concluyó que el principal desafío está en generar las condiciones para crear productos con mayor valor agregado.


La Ley Forestal, desde 1987 hasta hoy

Para Faroppa, la Ley Forestal ha sido un instrumento muy dinámico que se ha adaptado a los momentos y necesidades del país. En este aspecto, aseguró que existen más de 25 decretos asociados a la normativa que establecen modificaciones. Los mismos, entre otras cosas, han revisado y cambiado aspectos relativos a beneficios, subsidios, modificaciones tributarias y suelos considerados de prioridad; en cambio, también han establecido regulaciones en materia ambiental y lo que tiene que ver con los incendios forestales. Añadió que “el sector tuvo dentro de sus fortalezas la solidez institucional”.