El endeudamiento de las familias respecto a su ingreso anual se ubica en 30,4% al cierre del tercer trimestre del 2020, lo que marca cierta estabilidad respecto al segundo trimestre del año, pero un aumento del mismo en comparación con el primero. Ello se debe a que si bien la deuda se mantiene estable, el ingreso de los hogares tuvo una caída significativa.
“La situación de solvencia de las instituciones de intermediación financiera radicadas en Uruguay al 30 de setiembre de 2020 continúa mostrando fortaleza, con un capital que duplica el requerimiento mínimo regulatorio”, señala el último Reporte del Sistema Financiero correspondiente al tercer trimestre del 2020, publicado ayer martes por el Banco Central (BCU). El informe agrega que este ratio ha aumentado paulatinamente desde el año 2016.
Además, las pruebas de estrés elaboradas por la Superintendencia de Servicios Financieros (SSF) muestran que el sistema bancario local soportaría en promedio un escenario de recesión importante, manteniendo un nivel patrimonial razonablemente adecuado. Estas pruebas, toman en cuenta el riesgo de crédito, mercado, operacional y sistémico.
El reporte del BCU detalla que la rentabilidad de los bancos, medida en pesos nominales, muestra un retorno sobre activos de 2,4% y un retorno sobre patrimonio de 21,3% en el año móvil cerrado a setiembre, lo que denota un leve descenso que se viene verificando desde marzo. En el año móvil, el crecimiento del resultado, del activo y del patrimonio fue de 23,5%, 23,31% y 18,6% respectivamente. Si se toman los promedios desde marzo, los incrementos eran de 32%, 19,8% y 19,3%. “Esta desaceleración en la rentabilidad se explica básicamente por un descenso de las tasas de interés y una estabilización del tipo de cambio que en el primer trimestre del año generó buena parte de la ganancia”, explica el informe.
Además, se destaca que, salvo algunos préstamos al consumo, las tasas activas y el spread se reducen tanto en pesos como en dólares.
Créditos y depósitos
El crédito al sector privado residente en moneda extranjera en el tercer trimestre presenta una leve contracción (US$ 69 millones, -0,6%) mientras que en moneda nacional hubo una expansión nominal de $ 4.404 millones, (+ 1,6%). Si se considera que buena parte del aumento del crédito en moneda nacional se debe al aumento de partidas indexadas, se observa al descontar el valor de la Unidad Indexada que el crédito total no varía en forma significativa.
La morosidad general del crédito continúa descendiendo desde el primer trimestre, situándose en 2,8%, fenómeno que se observa en los préstamos para compra de vivienda (1,3%), para consumo (4%) y particularmente en el segmento de crédito corporativo (2,8%), en concordancia con las medidas de flexibilización en la evaluación de créditos reestructurados adoptadas por la SSF en el marco de la pandemia.
En tanto, el endeudamiento de las familias respecto a su ingreso anual se ubica en 30,4%, manteniéndose relativamente estable respecto al trimestre pasado, aunque registra un aumento en comparación al primer trimestre de 2020. El BCU señala que este incremento se explica porque la deuda se mantiene estable, pero en contraste hay una caída significativa del ingreso de los hogares.
Los depósitos del sector no financiero privado en moneda nacional desaceleraron su crecimiento en el tercer trimestre, mientras que para el caso de moneda extranjera mantienen su dinamismo, resultando esto en una mayor dolarización de los depósitos líquidos.