El índice general de commodities retrocedió 4,3% en el último mes, debido a la tendencia bajista en la mayoría de ellos, destacándose los vinculados a la energía y metales, según destaca la firma de gestión patrimonial y mercado de capitales Puente en su Informe de Commodities. Sin embargo, los alimentos evidenciaron un desempeño mixto, con repuntes en trigo y maíz. Los precios energéticos tocaron máximos a finales de septiembre para luego retroceder.
En el informe elaborado por Puente se interpreta que el escenario macroeconómico de aterrizaje suave de la actividad a nivel global podría determinar “algún nivel de resiliencia en la demanda de materias primas en general”, lo que contribuye a la relativa estabilidad de mediano plazo. Sin embargo, se advierte que la apreciación del dólar puede colocar un techo bajo para potenciales apreciaciones adicionales en los precios de las materias primas, especialmente tras la suba en rendimientos en los bonos del Tesoro americano. “De parar estos incrementos en rendimientos y ya más cerca del final del ciclo de subas en la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal, el dólar podría perder impulso, trayendo cierto alivio momentáneo al mercado”, agrega el documento.
No obstante, la actividad en China viene ralentizándose, al esperarse un crecimiento de 4,5% interanual en el tercer trimestre, contra un 6,3% en el trimestre anterior, y cerraría el año con una expansión en torno al 5%.
Según se interpreta desde Puente, esta combinación de factores contribuye a que los precios de los commodities tengan mayor estabilidad en el corto plazo, debido a la menor presión por el factor cambiario del dólar.
Desempeño mixto
El índice general de commodities (ETF GSG) registró una caída de 4,3% en el último mes, dado el efecto negativo en la mayor parte de ellos. Por el lado energético, la cotización del petróleo Brent perdió 6,6% hasta US$ 86 por barril y la del WTI bajó un 6,5% hasta US$ 83,1. Esta tendencia bajista también se observa en los metales, con los precios cediendo 3,5%, y los industriales –ligados a la actividad económica– retrocediendo 3,6%, dada la contracción en cobre y acero. En tanto, los alimentos mostraron un desempeño mixto.
Al analizar los precios de la energía, se explica que los precios de los hidrocarburos cobraron impulso, alcanzando máximos del año a finales de setiembre, luego de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) ratificara que la producción se mantendría sin cambios por el momento. No obstante, con el comienzo de octubre, las cotizaciones empezaron a ceder desde dichos picos, ubicándose el barril de Brent en US$ 86 y el del WTI en US$ 83,1.
Un hecho relevante marcado en el informe es el reciente enfrentamiento militar entre Israel y el grupo Hamás en Medio Oriente, y el impacto que este puede tener en el mercado petrolero. “Si bien Israel no es un gran productor, por lo que a primera vista no se esperan disrupciones en la oferta global ni cambios importantes en cantidades demandadas, la escalada del conflicto podría redundar en la volatilidad de las cotizaciones ya que siempre se tiene en la mira la continuidad del suministro a regiones como Europa”, señala Puente. Si bien los precios repuntaron recientemente ante mayores tensiones, es probable que las condiciones del mercado no sufran cambios sustanciales, y Rusia y Arabia Saudita informaron que trabajarán para estabilizar los precios pese a la incertidumbre geopolítica.
Metales y alimentos
Los metales preciosos extienden las bajas registradas desde agosto, en línea con rendimientos de los bonos del Tesoro americano más elevados que aminoran el apetito de los inversores por estos “activos refugio”. En lo que respecta a los metales industriales, ligados a la actividad económica, acompañaron la performance del resto de los commodities, con el índice de referencia disminuyendo 3,6% en el último mes. Sin embargo, se observa un desempeño mixto, dada la contracción en el precio del cobre (-4,5%) y el acero (-3,2%), a contramano de la mejora en el aluminio (+0,9%).
En cuanto a los commodities alimenticios, la actividad agrícola sigue azotada por la sequía en EEUU, aunque las fuertes precipitaciones a comienzos de este mes favorecieron los suelos de las Altas Llanuras del Sur del país, la zona más perjudicada. El efecto de la sequía se traduce en menor producción de granos, que sumado a una demanda constante puede generar presiones alcistas en los precios. No obstante, la desaceleración económica de China, principal demandante del mundo de estos bienes, le pondría un freno al incremento de las cotizaciones en el corto plazo.
En este contexto, los precios de los granos podrían mantenerse en torno a los niveles actuales en los próximos meses. En el último mes sobresalió la mejora en maíz (+7,4%), seguido por el trigo (+1,8%), en contraste con la baja de la soja (-2,6%). Sin embargo, en los últimos 12 meses acumulan mermas de -28,2%, -35,4% y -7,1% respectivamente.