La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicó una nueva edición de su informe Perspectivas del Comercio Internacional para la región. Allí se estimó que, para 2020, el valor de las exportaciones regionales disminuyó un 13%, mientras que las importaciones lo hicieron en un 20%. En el evento de presentación, la Secretaria Ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, expresó que “es necesario profundizar la integración para impulsar la recuperación regional”.
El comercio exterior de América Latina y el Caribe tuvo en 2020 su peor desempeño desde la crisis financiera mundial de 2008, sobre todo a causa de la crisis económica generada por la pandemia global del Covid-19 y las restricciones impuestas por los gobiernos para frenar su propagación.
Según un estudio publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se estima que el valor de las exportaciones regionales disminuyó un 13%, mientras que las importaciones se redujeron en 20% durante el año pasado.
El pasado viernes 22, el organismo dio a conocer una nueva edición de su informe anual Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2020.
Durante el evento, la Secretaria Ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, presentó el documento, donde se indica que esta contracción del valor exportado es menor que la proyectada a comienzos de agosto del año pasado (-23%). En ese momento, aún no se evidenciaba el repunte de la demanda en los principales socios de la región, especialmente China.
Así, la empresaria expresó que “es necesario profundizar la integración para impulsar la recuperación regional. En tanto, a su entender, “la región se ‘desintegra’ comercial y productivamente desde mediados de la década pasada, coincidiendo con su menor crecimiento en siete décadas. Esto es muy preocupante, porque el comercio intrarregional es el más conducente a la diversificación productiva, la internacionalización de empresas (especialmente mipymes) y la igualdad de género”, agregó.
Debido a ello, el organismo internacional insiste en revertir la desintegración entre sus países. Para lograrlo, es importante avanzar en una agenda compartida sobre facilitación del comercio, infraestructura de transporte y logística, y cooperación digital para generar sinergias regionales en sectores dinamizadores claves.
En detalle
De acuerdo con el texto, la recuperación de los precios de los productos básicos y el aumento de la demanda en Estados Unidos, China y Europa han generado condiciones para una incipiente recuperación de las exportaciones regionales desde la segunda mitad del 2020. Sin embargo, dicha mejora se encuentra sujeta a una considerable incertidumbre, debido a los rebrotes que han ocurrido en varios países y la lentitud del acceso a la vacunación.
La caída de las exportaciones uruguayas en el primer semestre de 2020 se dio a una baja en las ventas de manufacturas industriales y agropecuarias, según la Cepal.
En tanto, para el año pasado las estimaciones de Cepal señalan que Centroamérica tuvo la menor caída de sus exportaciones en comparación con las demás subregiones (-2%). Por su parte, el comercio de América del Sur y México marcarían cada uno una contracción de 13% -similar al promedio regional-, y el Caribe de 16%.
Para Uruguay en particular, la Comisión Económica señaló que (a nivel interanual) en el período enero-junio de 2020 se dio una caída de 14,5% en sus exportaciones y de 8,1% en sus importaciones. En el primer caso, el desplome se dio debido a la caída de las ventas de manufacturas industriales y agropecuarias, que se comercializan sobre todo dentro del Mercosur.
Poner el foco
El informe por la Cepal presentó, en esta edición y por primera vez, un capítulo especial sobre las desigualdades de género en el comercio internacional.
De esta manera, se destaca que la especialización productiva y comercial, combinada con la segregación de género en el mercado laboral, condiciona la cantidad y tipo de empleo de las mujeres en el comercio internacional.
En 2018, de acuerdo con información disponible para 10 países de América del Sur y México, una de cada 10 mujeres ocupadas estaba en sectores asociados a las exportaciones. Además, las mujeres se concentran en pocos sectores (industrial textil y confección y en algunos servicios como el turismo), mientras que los hombres están distribuidos en todos los sectores exportadores. A esto se le suma que el cierre de fronteras, las restricciones a la movilidad y la caída del comercio como consecuencias del covid-19, impactan a las trabajadoras y empresarias vinculadas al turismo e industria textil y confección para la exportación.
Por eso, la Cepal recalcó que se requiere fortalecer la integración y complementación productiva regional asegurando la participación de las mujeres en sectores estratégicos para el cambio estructural con igualdad de género en un mundo postpandemia. También es necesario analizar los impactos distributivos de las políticas comerciales desde una perspectiva de género, asegurar la coherencia normativa entre las reglas comerciales y los compromisos con los derechos humanos de las mujeres, incorporar disposiciones de género en acuerdos y disciplinas comerciales, y garantizar el acceso del sector femenino al crédito, las tecnologías y el empleo en sectores dinamizadores y apoyar la internacionalización de las empresas lideradas por mujeres.
