El presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, dio señales de que el organismo definirá en su próxima reunión un recorte de la tasa de interés, debido a la incertidumbre económica global y las tensiones comerciales. Esta orientación monetaria le quita presión al dólar, que esta semana mostró una leve tendencia a la baja en la región. No obstante, cabe aclarar que no existe unanimidad dentro del Banco Central respecto a bajar los tipos de interés.
Aunque no está claro que orientación adoptará el Banco Central estadounidense, la señal dada esta semana por su presidente, Jerome Powell, de recortar la tasa de interés de Estados Unidos marca un indicio claro hacia una expansión monetaria.
Powell preparó el terreno para realizar un primer recorte de tasas al prometer “actuar como sea apropiado” para preservar una expansión económica amenazada por disputas comerciales y una desaceleración global. En una audiencia ante una Comisión del Congreso, Powell apuntó a una “amplia” debilidad mundial que ensombrece el panorama económico estadounidense, en medio de la incertidumbre sobre las consecuencias del conflicto comercial del gobierno de Donald Trump con China (ver nota página 16) y otros países.
Aunque el gobierno informó un sólido crecimiento del empleo en junio, los datos de otras importantes economías “han seguido decepcionando. Esto es muy extendido en Europa y Asia, y sigue pesando”, sostuvo Powell según consignó la agencia de noticias Reuters. “La manufactura, el comercio y la inversión son débiles en todo el mundo (…) Hemos acordado iniciar discusiones (comerciales) nuevamente con China y ese es un paso constructivo. (Pero) No remueve la incertidumbre”, agregó.
Respecto a si la baja tasa de empleo no podría llevar a un avance de la inflación, el presidente de la Fed evaluó que el ritmo general de incremento de precios se mantiene “apagado” y las alzas de salarios han sido modestas, lo que implica que la Fed podría reducir las tasas sin el riesgo de un sobrecalentamiento de la economía. “No tenemos ninguna evidencia para denominarlo como un mercado laboral caliente”, afirmó.
La comparecencia de Powell, parte del testimonio semestral sobre política monetaria ante el Congreso, se desarrolló en medio de un escenario de frecuentes críticas por parte del presidente Donald Trump sobre la Fed y las exigencias de la Casa Blanca para que el Banco Central recorte el costo del crédito. Consultado por la representante demócrata Maxine Waters, quien preside el panel, si “empacaría y se iría” si Trump se lo pidiera, Powell replicó con un brusco “no señora (…) la ley claramente me da un período de cuatro años y tengo la plena intención de cumplirlo”.
Voces cautas
En la Fed son muchas las autoridades que consideraron en su última reunión que podrían ser necesarios más estímulos a la economía, pero no todos están convencidos con esa posición.
En su reunión del 18 y 19 de junio, en la que se integró por primera vez la posibilidad de que la Fed pueda recortar sus tasas en el corto plazo, muchas autoridades dijeron que las tasas deberían bajar para amortiguar los efectos de la guerra comercial y afirmar la inflación que no ha logrado cumplir el objetivo. Sin embargo, esas autoridades no lograron convencer a todos sus pares.
“Algunos” miembros de la Fed pensaron que “no hay todavía un argumento sólido para un recorte de tasas desde los actuales niveles” y quieren reunir más antecedentes antes de concretar una rebaja.
En este escenario, el jefe de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, dijo que el Banco Central está “en una buena posición” en sus objetivos de empleo e inflación, al tiempo que no hay una señal clara de un deterioro de la perspectiva económica. Este planteo, argumentaría en contra de la reducción de las tasas de interés.
Bostic no posee voto en el panel que fija la política monetaria, pero participará en el debate cuando la Fed se reúna a fin de mes.
Alivio cambiario
Luego de las señales que llegaron desde Estados Unidos, la mayoría de las monedas de América Latina se fortalecieron desde el miércoles, aunque el dato de inflación subyacente que se conoció ayer jueves puso paños fríos en las operaciones cambiarias. De hecho, en Uruguay el dólar cerró la jornada de ayer con una leve alza.
De concretarse un recorte de tasas de interés por parte de la Fed, sería una buena noticia para los gobiernos de la región, ya que le quita presión al tipo de cambio y a la salida de capitales de los países emergentes.
Como puede observarse en el gráfico, tras el fuerte aumento registrado entre marzo y abril, el peso uruguayo ha mostrado cierta estabilidad ubicándose siempre levemente por encima de los 35 pesos. Tras cerrar en 35,21 pesos por unidad el pasado viernes, el lunes registró un leve descenso de 0,11% (35,17 pesos) pero el martes volvió a repuntar un 0,06% (35,19 pesos). El miércoles, día de las declaraciones de Powell, el billete verde tuvo un descenso de 0,26% ubicándose en 35,10 pesos, su menor nivel desde el 5 de junio. Ayer jueves en tanto registró un leve aumento de 0,09% para cerrar la jornada en 35,13 pesos por unidad. En las pizarras del Banco República, el dólar cerró ayer a 34,39 pesos a la compra y a 35,89 pesos a la venta.
En lo que va del año, el dólar lleva acumulado una apreciación de 8,33%.