La Reserva Federal (Fed) estadounidense reconoció que analiza una reducción más rápida de la compra de bonos y activos tóxicos, según se conoció a través de las minutas de su última reunión. La recuperación de la economía y el mercado laboral, así como una inflación que superó la meta, son los motivos aducidos para el comienzo del retiro de los estímulos. No obstante, varios de los miembros del banco central advierten que el nivel de empleo aún permanece por debajo de las cifras previas a la pandemia.
La divulgación de las actas de la última reunión de la Fed, conocidas como minutas, generaron algunas turbulencias en los mercados financieros internacionales, luego de que se conociera que el banco central analiza un retiro más rápido de lo previsto de la compra de bonos y activos tóxicos.
En las actas del encuentro realizado el 27 y el 28 de julio, se señala que la mayoría de los funcionarios de la entidad consideraron seriamente comenzar a reducir las compras de bonos de deuda antes de fines de año si la economía estadounidense continuaba mostrando el ritmo de expansión esperado. “Varios participantes comentaron que las condiciones económicas y financieras permitirían garantizar una reducción en los próximos meses”, indican las minutas.
Las compras mensuales actualmente totalizan unos US$ 120.000 millones repartidos entre bonos del tesoro y títulos anclados a hipotecas. El actual nivel fue fijado en diciembre de 2020 mientras que las tasas de interés de referencia continúan en cero desde marzo de 2020.
En ese sentido, a pesar de que no hay aún consenso sobre en qué momento y con qué velocidad se reducirán las compras, sí lo hay en cuanto a mantener la proporción entre ambos tipos de papeles.
Los mercados reaccionaron negativamente a la publicación de las actas durante la jornada del miércoles, y hoy las bolsas asiáticas y europeas continuaron la tendencia de ayer cerrando con caídas de hasta 2,68% y 1,6% respectivamente.
Se especula que el anuncio del plan para el retiro de los estímulos económicos podría darse a conocer la próxima semana, durante la reunión del 26 y el 27 de agosto en el encuentro anual de presidentes de bancos centrales, o en la próxima reunión de la Fed del 21 y el 22 de septiembre.
Uno de los motivos aducidos para la reducción de la compra de bonos, es la recuperación de la economía junto al mercado de trabajo (la tasa de desempleo cayó a un 5,4% en julio), además de la tendencia inflacionaria de los últimos meses, que superó la meta del 2% anual fijado por la Fed.
No tan rápido
No obstante, los directivos continúan divididos sobre cuál es el momento más apropiado para dar marcha atrás con esta política monetaria expansiva: algunos de ellos están en desacuerdo con anticipar la reducción para este año y, en cambio, plantean hacerlo “a inicios de 2022”.
Si bien las autoridades indicaron que hubo progreso en el mercado laboral, también mostraron incertidumbre a futuro.
“Varios de los participantes enfatizaron que el nivel de empleo aún permanece por debajo de las cifras previas a la pandemia, y que un mercado laboral robusto, apoyado por una continuación de políticas monetarias acomodaticias (de estímulo), permitirán un mayor progreso”, mencionan las minutas.
Por su parte, en materia inflacionaria, las actas señalan que “varios participantes también comentaron que los aumentos de precios están concentrados en un pequeño número de categorías y, por lo tanto, difícilmente cambien lo suficiente las dinámicas inflacionarias”.