El triunfo electoral de Donald Trump despertó el optimismo de los mercados que reaccionaron de forma positiva ante el resultado electoral, interpretando que “los republicanos buscarán mantener las reducciones de impuestos existentes y pretenden hacer más”. En ese marco, la Fed cumplió con los pronósticos y recortó la tasa de interés en un cuarto de punto porcentual, pero dejando claro que buscan tener flexibilidad para poder girar su política monetaria en caso de que sea necesario.
Donald Trump volverá a la Casa Blanca en enero de 2025. Así lo decidieron los estadounidenses en la elección del pasado martes 5 de noviembre y la decisión no pareció desagradar a los mercados que recibieron con euforia el resultado electoral.
Los principales indicadores bursátiles mostraron aumentos en la jornada del miércoles, algo que no debería sorprender, ya que se entiende que “los republicanos buscarán mantener las reducciones de impuestos existentes y pretenden hacer más”, según comentó Oliver Blackbourn, gestor de carteras en el equipo de Multiactivos de Janus Henderson.
Se espera que el triunfo de Trump dé lugar a más estímulos para la economía de EEUU.
“Es probable que los mercados ahora comiencen a pensar en cómo la retórica se traduce en políticas, con cada pronunciamiento en los próximos meses siendo analizado en busca de pistas”, destacó Blackbourn.
En su análisis, el experto de Janus Henderson explica que la economía de EEUU ha estado funcionando con fuerza, como lo demuestra un crecimiento anualizado del 2,8% en el tercer trimestre y una continua racha de sorpresas positivas en los datos. Sin embargo, con la perspectiva de menos recortes de tasas de interés, los mercados de bonos ya se preocupan por la montaña de deuda de EEUU y el aumento de los rendimientos a largo plazo del Tesoro, los inversores deben tener cuidado de que la duración prolongada de tasas altas no comience a convertirse en un problema para la economía.
“Un aterrizaje suave parece estar ampliamente descontado, pero hay grietas en algunas áreas de la economía que pueden ampliarse si los recortes de tasas de interés no se materializan en una medida suficientemente grande”, agrega Blackbourn.
Recorte de tasas
Dentro de este marco, ayer jueves la Reserva Federal (Fed) estadounidense definió un nuevo recorte en su tasa de interés, de 25 puntos básicos (pb), cumpliendo con las expectativas del mercado, llevándola al nivel del 4,50% al 4,75%.
Este recorte supone reducir la velocidad después del ‘recorte jumbo’ de medio punto porcentual de setiembre. En aquella reunión de la Fed ya hubo reticencias a llevar a cabo un recorte de tipos tan agresivo, algo que se reflejó en la publicación de las actas del encuentro.
Las principales dudas venían por la posibilidad de que la Fed anticipara las posibles medidas inflacionarias de Trump, que promete poner aranceles de forma indiscriminada, rebajar impuestos y disparar la deuda pública, con un parón en los recortes de tasas.
El comunicado oficial de la Fed repite el mismo mensaje que lanzó en setiembre, en el que deja claro que quieren tener flexibilidad para poder girar su política monetaria en caso de que sea necesario. Además, insiste en que “considerarán una amplia gama de información, incluyendo lecturas sobre las condiciones del mercado laboral, las presiones inflacionistas y las expectativas de inflación, así como los desarrollos en los mercados financieros”.