La Reserva Federal (Fed) estadounidense no sorprendió y concretó un nuevo aumento de la tasa de interés. Sin embargo, hubo un camino en el comunicado posterior a la reunión, que implica “una señal para el mercado” de que posiblemente no haya nuevas subas. El contador y Head of Wealth en HSBC Uruguay, Carlos Saccone, interpretó que dejar de subir la tasa de interés podría “agregar algún tipo de presión a la baja” del dólar, pero aclaró que los impactos de la decisión ya estaban interiorizados por los mercados.
La Reserva Federal (Fed) estadounidense anunció un nuevo aumento de la tasa de interés, que se incrementará 25 puntos básicos al rango de 5%-5,25%, su nivel más alto desde el año 2007 previo al estallido de la crisis financiera.
La decisión estuvo en línea con lo esperado, según indicó Saccone en diálogo con CRÓNICAS. “La decisión era ampliamente esperada por la gran mayoría del mercado, eso no fue una sorpresa, era lo que estaba incorporado en precios y era lo que esperaba el mercado”, comentó.
Sin embargo, el cambio en esta oportunidad, se encuentra en el texto del comunicado publicado por el banco central. “La diferencia es que en el comunicado posterior retiraron la frase de que ‘más subas pueden ser necesarias’. Eso cambió, y es una señal para el mercado de que en la próxima reunión del 14 de junio, las chances de que vuelvan a subir las tasas han bajado bastante”, explicó Saccone.
De esta forma, el comunicado difundido por la Fed dejó de pronosticar “subas constantes” y se limita a indicar que “el Comité monitorizará de cerca la información y estudiará sus implicaciones” y que “estará preparado para ajustar su posición” si es necesario.
Este es un cambio comparable al que se produjo en 2006 para cerrar un ciclo de alzas similar, dejando la puerta aún abierta a la posibilidad de seguir subiendo tasas si fuera necesario.
Saccone aclaró que la resolución del mes próximo dependerá de los datos de inflación, que -en la medida que no registre un descenso- podrían llevar a un nuevo aumento de tasas. Sin embargo, enfatizó que con las cartas vistas hasta ahora, “hay bastantes pocas probabilidades de que suban la tasa de interés”.
Partido a partido
En el comunicado de la institución también se hace referencia a la situación del sector bancario de EEUU afirmando que, entre los parámetros que mirarán a la hora de ajustar su política monetaria, se destaca “la evolución financiera”. Sin embargo, Saccone interpreta que la situación generada tras la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank, no tendrá mayor incidencia en la decisión de la Fed, que se centrará exclusivamente en la evolución del nivel de precios para tomar una determinación sobre su política monetaria. “En EEUU hay problemas con bancos regionales, los bancos grandes siguen fuertes”, sostuvo el experto, agregando que en el comunicado se resalta “la solidez” del sistema financiero.
En la rueda de prensa posterior al anuncio, el presidente de la Fed, Jerome Powell, indicó que no se prevé un mayor ajuste y que a partir de ahora decidirán “reunión a reunión”. “En nuestro último encuentro marcamos unas tasas máximas que son coherentes con los que estamos ahora” y, “aunque no estamos listos para declarar que vamos a hacer una pausa, este aumento va en línea con lo hablado entonces”, señaló.
Powell valoró que con la decisión de esta semana ya se subieron las tasas en cinco puntos en poco más de un año, por lo que “hará falta un tiempo para ver todos los efectos de la restricción monetaria en la economía de EEUU”.
Entre estos efectos destaca que “la economía sentirá especialmente esta restricción tras los problemas bancarios”. Sin embargo, matizó que “estaremos preparados si hace falta una mayor moderación en la política económica”.
A pesar de que no se avizoran más subas, tampoco se prevé que haya bajas en el corto y mediano plazo. “La opinión del Comité es que la inflación no va a bajar rápido, sino que tomará algún tiempo”, sostuvo Powell, por lo cual “no sería apropiado reducir tasas si ese pronóstico es correcto”.
Impactos
Entre los posibles impactos de la decisión de la Fed, Saccone interpretó que dejar de subir la tasa de interés podría “agregar algún tipo de presión a la baja (del dólar) contra otras monedas, como el euro, que está un poco más rezagado con el tema de la tasa de interés”. Sin embargo, aclaró que no anticipa mayores impactos, porque estos “ya estaban incorporados” por los mercados. “Lo que sucede el día de la decisión, importa y tiene impactos si es diferente a lo que estaba esperado”, pero en este caso, “más allá del comentario que sacaron, era algo que estaba previsto que ocurriera”, explicó.
En cuanto a posibles impactos sobre los precios internacionales de los commodities, comentó que históricamente los precios se comportan de manera inversa a lo que pasa con el dólar a nivel internacional, por lo que “si el dólar baja, los commodities podrían subir”. Sin embargo, aclaró que eso no es lineal ni es uniforme entre los distintos tipos de productos, y que fundamentalmente en estos aspectos inciden cuestiones de oferta y demanda global.