>>El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y las sanciones económicas aplicadas, harán que el Fondo Monetario Internacional (FMI) recorte nuevamente sus estimaciones de crecimiento global, aunque “todavía seguirán en terreno positivo”. Así lo afirmó la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, que valoró que los países que aún no lograron sobreponerse a las consecuencias de la pandemia serán los más golpeados. «Espero que esta guerra termine lo antes posible, pero podríamos ver efectos más grandes cuanto más tiempo dure», sostuvo la subgerente del organismo, Gita Gopinath.
Tras un comienzo de año turbulento en materia geopolítica, era esperable que las expectativas económicas internacionales se deterioraran, y en ese sentido, las autoridades del FMI ya adelantaron que volverán a recortar sus previsiones de crecimiento cuando publiquen su próximo pronóstico a finales de abril.
La guerra en Ucrania y su impacto en el tejido económico mundial, hace que el organismo deba rever sus números, según aseguró la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, durante un coloquio organizado por la revista especializada Foreing Policy. No obstante, la institución confía en que la actividad económica se mantenga en terreno positivo.
«Nuestra expectativa es que, tras la pequeña reducción del crecimiento para 2022 al 4,4% anunciada en enero, revisaremos más a la baja las previsiones, pero todavía seguirán en terreno positivo», afirmó Georgieva.
Las próximas previsiones macroeconómicas del organismo serán presentadas entre el 22 y el 25 de abril, lo que permitirá conocer con mayor detalle la gravedad que se espera tenga el impacto de la invasión rusa en Ucrania.
Pero como siempre sucede, los efectos no serán uniformes. Georgieva apunta que las economías que no se recuperaron de las consecuencias económicas generadas por el covid-19 se verán afectadas de sobremanera. Por el contrario, los países que hayan experimentado una recuperación más acelerada podrán afrontar con mayor fortaleza el impacto de esta sacudida.
«Es posible que veamos riesgo de recesión en estos países donde el shock se suma a una economía débil», señala la economista búlgara que apunta al impacto de la guerra sobre una ya de por sí elevada inflación, así como sus efectos sobre la renta disponible y la demanda, lo que provocará que los organismos multilaterales de crédito tengan que actuar para hacer frente a esta problemática.
«Para muchos mercados emergentes un endurecimiento de las condiciones financieras será una gran sacudida», subrayó Georgieva, para expresar su preocupación respecto de la situación de deuda de los países con bajos ingresos. En ese sentido, agregó que «tenemos que aprender a manejar más de una crisis a la vez porque vivimos en un mundo más propenso a las conmociones».
Orden económico mundial
Al lado de Georgieva se encontraba la primera subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, que advirtió de los cambios que la guerra está provocando en el actual orden económico mundial, provocados por una mayor fragmentación de los sistemas de pago y las relaciones comerciales entre países, aunque niega que el dólar corra peligro como moneda de reserva internacional.
«Espero que esta guerra termine lo antes posible, pero podríamos ver efectos más grandes cuanto más tiempo dure», indicó Gopinath en su intervención.