Aunque sorpresivamente la industria sin refinería registró en marzo un crecimiento de 2,1%, eso se debió fundamentalmente al desempeño de las grandes ramas, ya que el núcleo industrial tuvo una contracción interanual de 3,7%. Para el presidente de la Cámara de Industrias, Gabriel Murara, a futuro existe una gran incertidumbre y no se visualiza “nada positivo”. Al referirse al deterioro de los indicadores laborales, señaló que “hoy tenemos menos empleo que en el 2004”, lo que lo lleva a “hablar del siglo perdido”.
Aunque las medidas de confinamiento adoptadas para frenar la propagación del nuevo coronavirus tendrán un importante efecto contractivo en la economía, los datos de actividad de la industria manufacturera sorprendieron –al menos en parte- por registrar un crecimiento en el mes de marzo en comparación con igual período de 2019.
De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la actividad del conjunto de la industria registró un crecimiento de 4,7% en términos interanuales durante el tercer mes del año, mientras que al excluir del análisis la actividad de la refinería de Ancap, la expansión es menor, pero igual registra un significativo 2,1% de expansión. Sin embargo, los datos de marzo están influidos por la actividad de las grandes ramas.
En el análisis mensual de los datos del INE que realiza el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) se observa que el denominado núcleo industrial (que además de la refinería también excluye las ramas donde están las fábricas de pasta de celulosa Montes del Plata y UPM, y la firma Pepsi Zona Franca) muestra una caída interanual de 3,7%.
Si se considera el acumulado del primer trimestre del año, el conjunto de la industria registra un leve crecimiento de 0,9%, pero incidido por la refinería de Ancap, ya que al excluirla se observa una caída de 0,3%. En tanto, al considerar los doce meses cerrados a marzo, la industria registra una caída de 0,7% incluyendo a la refinería y una baja de 0,5% sin incluirla.
Al analizar el comportamiento de las diversas agrupaciones industriales, el informe del Cinve detalla que la única que creció en términos interanuales durante marzo fue la de comercio intra-rama (cuya producción se utiliza para otros procesos industriales), que tuvo un incremento del 16,4%, y de 12,37% si se excluye a las ramas donde están las fábricas de celulosa y Pepsi Zona Franca.
Las restantes tuvieron todas variaciones negativas: las industrias de bajo comercio (destinadas al consumo final) cayeron 9,6%, las exportadoras un 6,7% y las sustitutivas de importaciones 2,7%.
“Va a haber peores tendencias”
Para el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Gabriel Murara, la caída del núcleo industrial está en sintonía con lo que venía ocurriendo previo a la aparición del nuevo coronavirus, pero “complicó” más las cosas. “Va a haber peores tendencias que ésta todavía”, lamentó el empresario.
En ese sentido, reafirmó que el problema de fondo es la “competitividad del país” que se viene gestando “desde hace varios años” y eso también se está reflejando en los indicadores de empleo del sector que se desplomaron en marzo.
Pensando a futuro, Murara valoró que “la incertidumbre es enorme”, y lamentó que tanto Argentina como Brasil están “mucho más competitivos que nosotros”, tanto en el mercado exterior, como para el mercado interno. “En este camino no visualizamos nada positivo, es un poco más de lo mismo que venimos viviendo”, señaló.
De todas formas, deslindó responsabilidad al nuevo Gobierno porque entiende que “realmente se sentó con una bomba en el asiento”. En ese sentido, comentó que “varias propuestas que presentó la Cámara a fines de marzo-principios de abril a los ministros, (…) se han venido dando: lo del seguro de paro, admisión temporaria, las valoraciones de la Comap (Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones) por los índices de inversión”, y otras que están en proceso. “Hemos ido hablando con varios ministros y hay interés de seguir acompañando medidas que mejoren el trabajo, y -con el trabajo- el empleo”, remarcó.
Murara subrayó que la clave está en “mejorar la competitividad urgentemente” ya que es “el problema más grande” y, a su entender, eso se logra con “ajuste fiscal, con (mejora del) tipo de cambio, (…) y mejor productividad”.
“Creemos que va a ser lenta la recuperación; tratemos todos de que sea lo menos lento posible para recuperar trabajo y empleo en forma urgente. Necesitamos recuperar la competitividad para mejorar el trabajo, el empleo e invertir, porque para invertir tenés que tener condiciones, de lo contrario la gente no lo hace”, concluyó.
El siglo perdido
Los indicadores laborales de la industria ya venían mostrando dificultades desde hace tiempo. Sin embargo, los datos de marzo dan muestra de los primeros impactos de la emergencia sanitaria en la actividad industrial, ya que tanto las horas trabajadas como el personal ocupado mostraron fuertes contracciones en el mes. El informe del Cinve destaca que la caída de los indicadores estuvo muy vinculada al aumento de los envíos al seguro de paro por parte de las empresas, ya que el sector industrial “fue de los que más utilizó este mecanismo”.
En concreto, las horas trabajadas en la industria cayeron 9,1% en marzo, cerraron el primer trimestre del año con una baja de 7,7%, y en el año móvil registran un descenso de 5,4%. Por su parte, el personal ocupado tuvo una retracción de 7,5% en marzo, 5,7% en el trimestre, y 5% en los últimos doce meses.
Murara señaló que las medidas aplicadas para mitigar la propagación del Covid-19 sin dudas afectaron, y evaluó que habrá que esperar para conocer exactamente cuánto hay de permanente y cuánto de coyuntural en esta situación del mercado laboral. Estimó que los datos de los próximos meses pueden ser peor todavía que los de marzo, pero que podría ser parcial. “De todas formas, hay que ver cuánto se recupera”, se cuestionó el dirigente empresarial.
“Hoy tenemos menos empleo que en el 2004. Hace un año hablaba de la década perdida, ahora voy a hablar del siglo perdido”, reflexionó el presidente de la CIU.