Tras crecer 5% en 2022, la economía de Uruguay se desaceleraría en 2023 a un 2%, según anunció la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, al presentar el Informe sobre Situación y Perspectivas Macroeconómicas. Si bien señaló que es difícil realizar una estimación precisa del crecimiento para este año, debido al impacto incierto de la sequía, subrayó que lo importante es que la economía volverá a crecer. Destacó que la situación fiscal de Uruguay y su fuerte institucionalidad, le dan margen al gobierno para aplicar mayores políticas públicas.
“La estabilidad macroeconómica y la administración responsable generan beneficios directos sobre la gente”, fue la frase con la que la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, concluyó la presentación del Informe sobre Situación y Perspectivas Macroeconómicas del Uruguay.
La ministra expuso que en 2022 se registró un significativo crecimiento económico, del entorno del 5%, aunque aún no se tiene certeza del impacto que tuvo la sequía en el cuarto trimestre del año. Resaltó que las exportaciones mostraron un gran dinamismo logrando niveles récord, las inversiones han aumentado, y el consumo de los hogares registró un crecimiento importante, que espera continúe en la medida que aumente el salario real.
Arbeleche subrayó que ese dinamismo económico se ha reflejado en el mercado laboral, puesto que en 2022 hubo unas 40.000 personas ocupadas más, y con un fuerte aumento de la cantidad de cotizantes al BPS, lo que refleja un incremento en la formalidad. La ministra indicó que el ingreso medio de los hogares muestra una evolución positiva e insistió en que se está iniciando una fase de recuperación salarial.
“Crecimiento del producto, mayor empleo, recuperación salarial, nos permite seguir trabajando para reducir la pobreza”, agregó.
Agenda cargada
La jerarca recordó “la agenda de reformas estructurales” llevadas adelante por la actual administración de gobierno y que avanza “a distintas velocidades”. Entre ellas, mencionó la política de apoyo a la primera infancia, la transformación educativa, el plan de vivienda para intervenir en los asentamientos, la reforma de la seguridad social, obras públicas, la agenda ambiental y la política de inserción internacional.
Asimismo, resaltó la implementación de la nueva institucionalidad fiscal, incluyendo la creación del Consejo Fiscal Asesor, y la aprobación de una regla fiscal basada en tres pilares: el resultado fiscal estructural, el tope de gasto y el tope de endeudamiento. Arbeleche sostuvo que se cumplió con los tres pilares, algo que –opinó– “es sumamente importante”, ya que “nos permite tener la conducta, la disciplina, y nos para en una posición cómoda para afrontar las incertidumbres”.
La secretaria de Estado valoró que esta situación fiscal, sumada al dinamismo económico y la fuerte institucionalidad del país, hacen que Uruguay tenga actualmente la calificación crediticia más alta de su historia, y el menor riesgo país de América Latina. “Habla de la confianza de los inversores y de la confianza de las calificadoras, lo cual da margen para aplicar mayores políticas públicas”, sostuvo.
Crecimiento con incertidumbre
En cuanto a las proyecciones para 2023, Arbeleche explicó que “es sumamente difícil” establecer una estimación puntual, pero que sí “se puede decir que continuamos creciendo”. La actual estimación del MEF es que la economía se desacelere a un 2% este año, aunque se deberá esperar para cuantificar correctamente el impacto de la sequía, “que no sabemos cuánto va a durar”.
La proyección oficial se ubica levemente por debajo de la mediana de la Encuesta de Expectativas Económicas del BCU, divulgada ayer jueves, que estima un crecimiento de 2,45% este año, y está en línea con la respuesta más pesimista del sondeo.
También continuaría la creación de empleos, con unos 12.000 ocupados netos más. La estimación de inflación se ubica en 6,7% y en materia fiscal se espera un déficit efectivo del 2,6% del PIB, cumpliendo nuevamente con los tres pilares establecidos en la regla.
La ministra insistió en que ese margen fiscal es el que permite dar los apoyos a los productores para hacer frente a la sequía y también concretar la rebaja impositiva que anunciará el presidente Luis Lacalle Pou en el mes de marzo.
BCU frenó aumentos de la Tasa de Política Monetaria y la mantuvo en 11,50%
El Banco Central (BCU) confirmó lo anticipado en su última reunión del 2022, y aunque mantiene el sesgo contractivo de la política monetaria, resolvió frenar los aumentos en la Tasa de Política Monetaria (TPM), manteniéndola en el 11,50%.
El Comité de Política Monetaria (Copom) del BCU, se reunió el pasado miércoles 15 donde analizó que la inflación registró un descenso continuo desde el pico de setiembre, y en enero se ubicó en 8,05% en términos anualizados. También se destaca que las expectativas comenzaron un “proceso de convergencia”, al registrarse una reducción de las mismas por segundo mes consecutivo.
En cuanto a los aspectos de la coyuntura internacional y local que se tomaron en cuenta para tomar la decisión de mantener la TPM, el comunicado señala que en el plano mundial hay “un panorama más auspicioso que unos meses atrás”. En particular, se menciona el mayor dinamismo de la economía de EEUU, un cierre anual mejor que lo esperado en la Zona Euro, y “perspectivas de una recesión menos intensa para el corriente año”. Asimismo, destaca que el abandono de las fuertes restricciones a la movilidad en China, impulsa favorablemente el crecimiento y las expectativas globales.
Por su parte, en el plano local se advierte que la sequía ha comenzado a impactar sobre el nivel de actividad agropecuaria y sobre los precios de los alimentos, aunque este último efecto sería de carácter transitorio.