Gobierno ve “señales positivas” para 2017 y espera crecimiento de 4% del PIB al final del período

Danilo Astori > “RECUPERAR LO ANTES POSIBLE LOS NIVELES DE CRECIMIENTO Y BIENESTAR”

La economía uruguaya crecería 0,5% este año, conformando su decimocuarto año de crecimiento consecutivo, al tiempo que se observan “señales positivas” para 2017 como los mejores precios de exportación y “las perspectivas de crecimiento de Argentina y Brasil”. Así lo señalaron los representantes del equipo económico de Gobierno, que instaron a mejorar la inserción internacional de Uruguay, usando al Mercosur como “una plataforma de lanzamiento” y no “una estación terminal”.

El equipo económico de Gobierno en su totalidad, disertó ante un nutrido auditorio respecto a la situación por la que atraviesa el país, en contexto internacional, y las perspectivas a futuro, durante el ya tradicional Foro Económico que organiza la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas desde hace 31 años de forma ininterrumpida.

«Más inclusión, más innovación, mejor inserción: la política económica frente a los nuevos desafíos», fue el título escogido para esta nueva edición del Foro, que en esta oportunidad contó con la participación del ministro de Economía, Danilo Astori, el subsecretario Pablo Ferreri, el director de la Asesoría Macroeconómica Andrés Masoller, el presidente del Banco Central (BCU), Mario Bergara, y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García.

El titular de Economía, aseguró que la política económica del Gobierno “no tiene un modelo”, aunque “sí un rumbo y una orientación”, que han repercutido en “transformaciones estructurales”. Astori afirmó que “la inclusión no cae del cielo, así como la innovación tampoco, ni la inserción surge de forma espontánea”, sino que se concretan “haciendo política”. En ese sentido, estimó que los tres conceptos u objetivos -inclusión, innovación e inserción- tienen como fin “recuperar lo antes posible los niveles de crecimiento y bienestar” de los últimos años.

Para lograr un crecimiento con inclusión, se debe diversificar la estructura de producción, lo que “traerá complejidades” pero “de las buenas”, como la “transformación de una actividad preexistente como el agro”. A modo de ejemplo, indicó que la intención es “estimular la especialización productiva, desarrollando la biotecnología y la innovación”.

El jerarca fundamentó que existe una “relación productiva” entre varios sectores de actividad como la producción de alimentos, la forestación, la minería, las energías renovables, el turismo, los servicios financieros y jurídicos y la creatividad audiovisual. Por ese motivo, pidió “no sectorizar” estas áreas de la economía nacional porque “hay una articulación horizontal entre cada actividad y ahí está la potencialidad del cambio”. Sin embargo, advirtió que hay “niveles de productividad diferentes”, entre rubros y entre empresas, por lo que es necesario promover “la competitividad sistémica con un tejido productivo diversificado y eficiente, que incluye esa densa trama de transacciones intersectoriales”.

Orden y progreso
Para concretar estas transformaciones estructurales, Astori advirtió que se debe tener “orden económico” donde “todos los objetivos son importantes”: política monetaria, fiscal y de ingresos. Estos tres pilares son “la base sólida y duradera que se requiere para conseguir los objetivos de crecimiento a largo plazo”, subrayó el ministro.

Para concretar el desarrollo económico, el titular de Economía evaluó que Uruguay debe mejorar su inserción internacional, aunque advirtió que actualmente se presentan a nivel global “nuevos aspectos que ayudan a volatilizar la situación”, y puso como ejemplo el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, o el reciente rechazo a la reforma constitucional en Italia que llevó a la renuncia del primer ministro italiano Matteo Renzi. Para Astori, “las grandes potencias renunciaron al multilateralismo” y se abocan a firmar acuerdos comerciales de gran alcance con bloques de países y zonas del planeta. “Uruguay debe buscar un lugar en este mundo, en este tipo de acuerdos que no solo son de comercio con acceso a mercados, sino que incluyen normas técnicas, normas de origen, regulación de servicios, propiedad intelectual, normas medioambientales y de solución de controversias”, sostuvo.

En ese sentido, señaló que el Mercosur debe ser “una plataforma de lanzamiento” y no “una estación terminal” de la integración uruguaya en el mundo. Para Astori, la prioridad a corto plazo debe ser lograr el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, aunque advirtió que hay “nuevos problemas de los que no sabemos cómo vamos a evolucionar”. De todas formas, insistió en que “la integración regional debe ser un vehículo” para la inserción de Uruguay en el mundo.

“Buenas expectativas”
Por su parte, el director de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía, Andrés Masoller, hizo un repaso de los diversos indicadores económicos de Uruguay durante estos últimos años, y enfatizó que el país creció en 2016 por decimocuarto año consecutivo pese al contexto regional y global adverso. Pensando a futuro, se atrevió a augurar un crecimiento de la economía local “del 4% hacia el final del actual período de gobierno”, gracias al empuje que traería la nueva planta de pasta de celulosa de UPM, cuya construcción se espera concretar en los próximos dos años.

El número tres de Economía estimó que el PIB de Uruguay habría crecido un 0,5% en 2016, y aseguró que existen “señales positivas” para el 2017, como mejores precios de exportación y “las perspectivas de crecimiento de Argentina y Brasil. Sin embargo, evaluó que el triunfo de Trump en Estados Unidos es “una mala noticia” que trajo “incertidumbre” porque genera la suba de las tasas de interés y porque se anuncian “medidas proteccionistas” en la administración del candidato republicano. De todas formas, evaluó que “hay buenas expectativas de una mejora global” que beneficiaría a Uruguay.

Pensando en el futuro inmediato, Masoller indicó que se continuará con el plan de inversión en infraestructura, de inserción internacional, de promover mayor productividad, y un desarrollo aún mejor del sistema financiero.

Respecto al plan de “consolidación fiscal” indicó que “todos los organismos públicos están haciendo esfuerzos” y comentó que se logró “estabilizar el déficit” en 3,5% del PIB. “El desafío ahora es reducirlo”, señaló.

A su turno, Pablo Ferreri destacó la necesidad de contar con “orden económico” y políticas públicas sólidas para poder potenciar el “ciclo virtuoso” del crecimiento, la innovación y la productividad, en un contexto global sumamente cambiante y lleno de factores disruptivos. “En pocos años, Uruguay pasó de tener inversiones equivalentes a 13 puntos del PIB a tener las equivalentes a 23 o 24 puntos”, dijo Ferreri, que luego destacó que hay medidas que ya están dando resultados en la atracción de inversiones, y que hay otras herramientas que se espera que comiencen a dar buenas señales en el corto plazo.

El subsecretario destacó que hay una “nueva institucionalidad” para el desarrollo productivo y la innovación, y mencionó el trabajo del LATU, INIA, Inefop, ANII, CND, entre otras instituciones. “Hay una apuesta orientada a la innovación y eso es un elemento central”, sostuvo.

Al igual que Astori, Ferreri destacó que estos esfuerzos deben ir acompañados de un “potente plan de inserción internacional”. “El inmovilismo es la peor de las opciones. Necesitamos una estrategia de inserción que esté a la altura de las circunstancias, se requieren equipos sólidos y acuerdos amplios y profundos a nivel político y social”, sostuvo. En ese marco, el jerarca también aprovechó a destacar el trabajo que se lleva adelante en materia de transparencia fiscal. Recordó los motivos por los cuales Uruguay estuvo en la lista negra y luego en la lista gris de la OCDE, y dijo que ahora se logró ubicar en las mejores posiciones. “Uruguay no podría estar negociando la inversión más grande de su historia si fuese un paraíso fiscal”, dijo, y luego remarcó: “El que opte por la opacidad, deberá pagar las consecuencias”.

Mundo turbulento
En tanto el presidente del BCU, Mario Bergara, destacó la importancia de estar atentos a los cambios en el escenario internacional, ya que “estamos ante un mundo de crecientes turbulencias, volatilidad e incertidumbre”.

Indicó que el peso uruguayo está evolucionando respecto al dólar de forma esencialmente similar al resto de los países emergentes, y aseguró que el tipo de cambio no se ve principalmente influido por la política monetaria del Banco Central, sino que lo que termina pesando son las decisiones que toma Estados Unidos y más precisamente la Reserva Federal.

Bergara destacó los buenos resultados en materia de inflación logrados en los últimos meses, aunque reconoció que aún se encuentra por encima de los niveles que el gobierno y la sociedad quieren, por lo que la política monetaria seguirá siendo contractiva.
El jerarca destacó la evolución de la inclusión financiera y el mayor uso de los medios electrónicos de pago por parte de la población, y adelantó que un objetivo central del gobierno es “potenciar el mercado de valores”. Explicó que esto puede servir para “viabilizar el financiamiento de proyectos relevantes”, y como una forma de dar alternativas para canalizar el ahorro minorista. Así, adelantó que la normativa para la emisión simplificada de valores para las medianas y pequeñas empresas ya está en consulta y se espera avanzar al respecto en el corto plazo.

Por último, el director de la OPP, Álvaro García, centró su disertación en los objetivos de descentralización y planificación, a partir de un diagnóstico de Uruguay como “un país que tiene inequidades territoriales muy importantes”. Explicó que ello se observa no solo en el ingreso por departamento, sino también por la distribución de ese ingreso, y por la inequidad territorial dentro de un mismo departamento.