Para Aldo Lema es “urgente” retomar una senda de crecimiento de cara al año próximo, mientras que Gabriela Mordecki opinó que es necesario un ajuste “con cautela”, teniendo en cuenta el estancamiento de la economía. Agustín Iturralde, insistió en la necesidad de una reforma educativa y mayor inserción internacional, al tiempo que Ignacio Munyo opinó que el endeudamiento debe atacarse mediante recortes del gasto y crecimiento de forma conjunta.
Por cuarto año consecutivo, el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) se hizo presente en la Expo Prado, que en esta ocasión especial, por tratarse de un año electoral, se centró en el “Uruguay 2020: ¿Qué escenario le espera al próximo gobierno?”
Dentro de ese marco, cuatro expertos proyectaron qué escenario le espera al próximo gobierno, sin importar el partido que se corone el próximo 27 de octubre.
El pronóstico
El primero en tomar la palabra fue Aldo Lema. El economista jefe del Grupo Security repasó brevemente el panorama del país desde 2010 hasta la fecha, que pasó de “soleado” a “nublado” en 2015 y, para el próximo año, se cuestionó si habrá “una tormenta casi perfecta”.
A su entender, Uruguay hoy enfrenta un “significativo deterioro externo”, acompañado de un contexto global y regional “mediocre y adverso” para países emergentes.
Como respuesta a la situación actual, el país debe alcanzar e institucionalizar la estabilidad macro a través de un ajuste fiscal, argumentó Lema. “Es urgente retomar una senda de crecimiento”, enfatizó.
Otras reformas propuestas por el experto incluyen establecer un marco general de políticas proclive a la inversión, tener políticas sociales “más efectivas y eficientes” y una mayor apertura e inserción externa.
En este último punto concordó Agustín Iturralde, director académico del CED, quien insistió también en que el país necesita una mejor inserción internacional.
Iturralde añadió que se requiere de una reforma educativa para el país, de la mano de mayor cohesión social. Y, de nuevo coincidiendo con Lema, también bregó por el desarrollo de una agenda pro competitiva.
A su vez, Gabriela Mordecki, directora del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas (Iecon-UdelaR) proyectó que las nuevas inversiones vinculadas a la segunda planta de UPM tendrán un efecto positivo en la economía del país.
Sin embargo, Lema comentó al respecto que ni la planta de celulosa, ni las bajas tasas de interés internacionales resolverán los problemas de Uruguay.
Divino tesoro
Mientras tanto, Ignacio Munyo discursó sobre el principal desafío que -en su opinión- tiene Uruguay: “cuidar este tesoro que tenemos que es el acceso al financiamiento y grado de inversor, y el bajísimo nivel de riesgo país”.
De esta manera, para el director del Centro de Economía Grant Thornton del IEEM de la Universidad de Montevideo (UM) es “vital” mantener el riesgo país “a la luz de las enormes reformas que tiene el país por delante”.
“Si Uruguay pierde esto, el panorama -que ya es sombrío- se vuelve absolutamente negro”, advirtió el economista.
Un determinante para mantenerlo, continuó, es el déficit fiscal, que hoy se encuentra alrededor del 5% del PIB.
Así, Munyo insistió en que la dinámica de la deuda pública actual dejará a Uruguay en niveles cercanos a 100% en los próximos cinco años. Es decir, que si no se toman medidas sobre el déficit fiscal y el crecimiento -las dos variables que afectan a la deuda- crecerá en torno del 30% para 2024, según proyectó Munyo.
Por otro lado, el economista afirmó que dichas variables deben ser tomadas en cuenta en conjunto.
Según evaluó, asumiendo que las tasas de interés se mantendrán bajas, Uruguay debe hacer un ajuste fiscal “de una magnitud sostenible, aguantable, realista en base a la dinámica de gasto que tenemos, y combinarlo con un impulso al crecimiento económico complejo, difícil de lograr”.
Mordecki también se refirió al respecto, sosteniendo que es necesario un ajuste, pero en momentos de estancamiento como el que cursa el país “hay que actuar con cautela”. Por otro lado, Lema señaló que es “utópico” plantear que “el crecimiento resolverá todo” como para comprometerse a un ajuste solo vía gastos.