El informe de coyuntura elaborado por la firma de asesoría empresarial Grant Thornton analiza los últimos datos de actividad, donde se constató una caída de 1,3% en el último trimestre de 2022, concretando el ingreso a una recesión técnica (dos trimestres continuos de caídas). Se afirma que el deterioro de la actividad “se explica por el impacto de la severa sequía en los sectores de agricultura y minería, que cayó 21,5% en el 2021”.
En cuanto a la evolución futura, se advierte que “la mayoría de los indicadores vinculados a la actividad económica indican un menor crecimiento en el primer trimestre del 2023, menor ritmo frente al inicio del año 2022”.
La venta de combustibles se moderó en febrero. Las ventas de nafta crecieron 3%, mientras que las de gasoil cayeron 1%, en comparación con febrero de 2022. Del otro lado, la venta de energía creció un 6% para comercio y servicios, y 8% para uso industrial.
Las exportaciones en marzo continuaron mostrando dinamismo a nivel general, aunque ya no son todos los productos exportados los que crecen, en el último año móvil crecen: Semillas (81%), Molinería (37%), Lácteos (7%) y Plásticos (6%); pero caen, Carne y despojos (-18%), Cereales (-8%), Productos farmacéuticos (-4%) y Madera y similares (-2%).
Por su parte, la recaudación de la DGI cayó un 1,9% en febrero en términos interanuales, aunque crece 3,2% en el último año móvil.
La inflación continúa desacelerándose en el mes de marzo, que mostró una inflación mensual del 0,90%, menor al registro de marzo de 2022 (1,11%), lo que bajó el dato anualizado a 7,3%, aunque aún se ubica por fuera del rango meta.
Con el descenso de la inflación y el menor dinamismo de la actividad económica, el BCU recortó la tasa de política monetaria (ver nota página 12), decisión que convierte a Uruguay en el primer país de la región en relajar la política monetaria.