Con tres primeros trimestres con un marcado descenso y un leve repunte sobre el final del año, la inflación cerró el 2023 en 5,11%, ubicándose dentro del rango objetivo y registrando su menor valor desde el año 2005, según los datos del INE. En diciembre se registró un dato deflacionario algo inferior al registrado en igual mes de 2022, lo que implicó la tercera suba consecutiva del dato anualizado. “Servicios de Educación” fue la división con mayor aumento de precios en el año.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) cerró por primera vez desde 2017 dentro del rango meta, al marcar en 2023 un aumento de 5,11%, de acuerdo a la información difundida ayer jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, cabe agregar una precisión: en 2017 la inflación cerró en 6,55%, una cifra que hoy estaría por fuera del rango objetivo (de entre 3% y 6% desde setiembre de 2022), pero por entonces la meta de inflación se ubicaba en un rango más amplio, de entre 3% y 7%.
De esta forma, el registro del año pasado es el menor desde que en el año 2005 el nivel de precios en la economía creciera 4,9%, y marca un quiebre respecto a los niveles de inflación de los últimos años. En 2018 la inflación fue de 7,96%, en 2019 subió a 8,79% y en 2020 alcanzó el 9,41%. En 2021 bajó levemente a 7,96%, pero en 2022 había vuelto a acelerarse a 8,29%, en un contexto de alta inflación internacional.
Al observar su evolución a lo largo del 2023, se constata que la inflación anualizada tuvo una tónica a la baja durante los tres primeros trimestres del año, alcanzando su mínimo valor en los doce meses cerrados a setiembre, cuando alcanzó el 3,87%. Sobre final de año se observó un leve repunte en el nivel de precios. En diciembre el IPC marcó una caída de 0,11%, un dato algo menor a la baja de 0,26% que se había registrado en igual mes de 2022, lo que implicó un leve incremento del dato anualizado (el tercero consecutivo), que pasó de 4,96% en el año cerrado a noviembre, al 5,11% del año cerrado a diciembre.
Por su parte, la inflación subyacente que desde 2023 comenzó a publicar el INE y que excluye los precios más volátiles de frutas y verduras frescas, y combustibles, cerró en diciembre con una deflación de 0,18%, y acumuló en el año un aumento de 4,46%.
Divisiones
Al considerar el acumulado del año 2023, se observó que la división con mayor incremento de precios en el año fue “Servicios de educación”, con una suba de 9,16%. Le siguieron en importancia “Bebidas alcohólicas, tabaco y narcóticos” (+7,44%), “Restaurantes y servicios de Alojamiento” (+7,31%) y Salud (+6,76%). Por su parte, entre los que tuvieron menos aumentos se destaca la baja de 5% registrada en el año en los precios de “Ropa y calzado”. Luego viene el “Transporte” que tuvo una suba en el año de 2,02% y “Mobiliario, enseres domésticos y demás artículos regulares de los hogares” con un aumento de 2,75%.
En cuanto a la división con mayor peso en el IPC, “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, cerró el 2023 con una suba de 6,15%, de acuerdo a los datos del INE.
BCU sorprendió y cerró el año con una nueva baja de la tasa de interés
Aunque el mercado esperaba que el Banco Central (BCU) dejara sin cambios la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 9,25%, finalmente la entidad resolvió cerrar el 2023 con una nueva baja de 25 puntos básicos, llevándola al 9%. Esa decisión se da en “un contexto donde la inflación está en su menor registro desde 2005 y sus expectativas se encuentran en mínimos históricos”, explicó el BCU a través de un comunicado, tras la reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) del pasado viernes 29 de diciembre.
En cuanto a las expectativas, se destaca la reducción registrada en los últimos tres meses cerrados a noviembre y que la ubican en “mínimos históricos”. “Actualmente, el promedio de las tres medidas monitoreadas por el BCU se ubica en 6,5%, constatándose el descenso en todos los indicadores recopilados: analistas (6,1%), mercados financieros (6,39%) y empresas (7%)”, detalla el Copom.
Por su parte, las proyecciones del BCU exhiben una reducción de la inflación esperada a 24 meses (fin de 2025) ubicándola en 5,3%, manteniéndose dentro del rango durante todo ese período como resultado de la política monetaria, la reacción favorable de las expectativas y la dinámica salarial. En particular, la proyección sitúa a la inflación en 4,9% para el cierre del 2024.
En cuanto al análisis de la coyuntura económica, en el plano internacional se destacó el dinamismo positivo de la actividad económica en EEUU y la desaceleración en la Zona Euro y en China. Por su parte, la inflación tuvo una caída mayor a la esperada, aunque a ritmo lento, principalmente como consecuencia del descenso en el precio del petróleo. En la región, Brasil muestra menor dinamismo de su economía, en particular por el menor crecimiento agropecuario; y en Argentina se espera un incremento de la inflación y una reducción del nivel de actividad.
En este contexto, se remarca que la actividad económica en Uruguay presentó en el tercer trimestre un crecimiento de 1% desestacionalizado respecto al segundo, y se ubicó 0,2% por debajo del nivel de un año atrás. Por otra parte, las proyecciones de corto plazo sugieren que la economía continuaría en crecimiento en los dos trimestres siguientes.
En relación a lo anterior, el BCU también dio a conocer el resultado de octubre del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), que marcó en octubre un crecimiento de 1,3% en términos desestacionlizados respecto al mes anterior, mientras que en términos interanuales verifica un crecimiento de 2%. El IMAE es un indicador que resume la actividad de las distintas ramas de la economía en un determinado mes, y proporciona una medida de la evolución de la actividad económica del país en el corto plazo.