El nivel de precios en la economía uruguayas aumentó 1,6% en enero, ubicándose por debajo de las expectativas del mercado, lo que se explicó fundamentalmente por el componente de fondo del sistema de precios, que tuvo su baja “más grande en un mes desde 2009”. Si bien la inflación anualizada es mayor a la que se registraba hace un año atrás, el indicador muestra una trayectoria descendente desde junio del año pasado.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó en enero un 1,6%, un dato inferior a las expectativas del mercado (la mediana de la encuesta del BCU esperaba un aumento de 1,91%) e inferior también al registro de enero de 2020 (2,09%), lo que implicó un nuevo descenso del dato anualizado, que se ubicó en 8,89%, según informó el Instituto Nacional de Estadística (INE). De todas formas, el nivel de inflación acumulado a los 12 meses aún es superior al que se registraba hace un año (8,71%), aunque ha mostrado una trayectoria descendente desde el pico alcanzado en mayo (11,05%).
De acuerdo al análisis de los datos del INE que realiza mensualmente el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), en enero se verificó una significativa caída de la inflación tendencial o subyacente, es decir, aquella que excluye los rubros de precios más volátiles y algunos administrados por el Gobierno, por lo que brinda información más estable y fiel de la dinámica de fondo del sistema de precios. La inflación tendencial aumentó 0,38% en el primer mes del año, lo que implicó un descenso en términos interanuales de 0,88 puntos porcentuales (pp.) para ubicarse en 8,56%, lo que implica “la caída de la inflación interanual tendencial más grande en un mes desde 2009”.
Por su parte, el componente residual (compuesto por los rubros excluidos en el dato tendencial) tuvo un aumento mensual de 5,07%, empujado principalmente por los incrementos tarifarios, lo que implicó un aumento interanual de 0,44 pp. para encontrarse en el 9,79%.
El análisis del Cinve también destaca que la caída anualizada de la inflación se dio tanto en los rubros transables (precios de bienes y servicios comercializables con el exterior) como en los no transables. La inflación transable cayó en 0,4 pp. en términos interanuales en enero, en tanto su contraparte no transable lo hizo en 0,7 pp. Si se excluyen los rubros del componente residual, se obtienen variaciones respectivas de -0,4 pp. y -1,3 pp. para la inflación transable y la no transable.
Por último, el informe señala que debido al “error de predicción” del dato de enero y en particular de la inflación tendencial, se realizará “una corrección a la baja de las proyecciones del Cinve para el año”.
Divisiones
Al observar las divisiones que componen el IPC, se observa que la de mayor incidencia al alza de la inflación de enero fue “Vivienda”, que se encareció 8,1% e incidió en 1,06 pp. al alza del indicador general. Este aumento se explicó por las subas en electricidad (+25,2%), gas por red (+8,33), supergás (+6,91%), agua corriente (+6,5%), gastos comunes excluido agua corriente (+5,01%), impuestos domiciliarios (+1,32%) y alquiler de vivienda principal (+0,24%).
“Alimentos y bebidas no alcohólicas”, la división con mayor peso en el IPC, registró un aumento de 0,8% que incidió en 0,23 pp. sobre el indicador, lo que se debió por incrementos en Frutas (+8,92%) que no alcanzaron a compensar el descenso de Legumbres y hortalizas (-1,68%).
Una división que no tuvo incidencia, pero como consecuencia de factores contrapuestos fue “Transporte”, que en términos globales tuvo una variación de 0,01%, pero que se debe a que los aumentos de 5,57% registrado por las naftas y de 9,75% en la patente de rodados fueron compensados por la baja de 27,78% registrada en los pasajes de avión.
Por último, “Prendas de vestir y calzado” tuvo una caída de precios en enero de 1,63% que incidió a la baja del IPC en 0,06 pp.