Entre febrero de 2020 y enero de 2021 el BPS registró 65.568 cierres de empresas, que no alcanzaron a ser compensadas por las 63.177 altas, según establece un informe compartido con CRÓNICAS por el director representante de las Empresas en el BPS, Javier Verdino. Detalló que en los primeros meses de la pandemia fueron más las bajas que las altas, pero eso se revirtió con la reactivación de la economía. Sin embargo, con el empeoramiento de la situación sanitaria, los números volvieron al terreno negativo en diciembre de 2020 y enero de 2021. El director sostuvo que tiene “miedo” de que la compleja situación actual pueda repercutir “en un cierre de empresas”.
Desde la llegada del covid-19 al país la realidad para el mundo laboral no ha sido fácil. Con la economía duramente afectada por las medidas de restricción de actividades, varias empresas cerraron sus puertas, algunas de forma temporal, pero otras de forma definitiva, llevando a algunos trabajadores al seguro de desempleo y a que otros perdieran su trabajo.
A propósito de esta realidad que atraviesa el país desde hace más de un año, Verdino compartió un informe elaborado respecto a la evolución de altas y bajas de empresas. El reporte corresponde al período febrero 2020-enero 2021 -los últimos datos disponibles-, y está diseccionado en cuatro rubros. Allí se observa que la realidad es bastante heterogénea.
El total de empresas activas al mes de enero 2021 fueron 310.481, lo que representa 4.048 menos que las que estaban en esa condición en febrero de 2020.
Por su peso en el total de empresas, Industria y Comercio fue el que registró mayor cantidad de cierres con 36.754 registros, pero ello fue compensado por unas 37.206 altas. Esto implicó un saldo positivo de 452 empresas activas más, sobre un universo total de 191.487 empresas activas al cierre de enero.
Por su parte, el rubro que explica mayormente el saldo negativo en empresas activas lo tiene el servicio doméstico, que registró 15.715 altas en el acumulado del período analizado, que no alcanzaron a compensar las 17.758 bajas (-2.043).
Otro con saldo negativo fue la construcción, con 7.057 altas y 7.180 bajas (-123); y el rural, con 3.199 aperturas y 3.876 cierres (-677).
De forma acumulada, el BPS registró 63.177 altas de empresas y, por el contrario, 65.568 cierres.
Al analizar estos números, Verdino explicó que se debe tener en cuenta que “muchas veces es la misma empresa que cerró y después volvió a abrir”.
En los primeros meses de la pandemia (marzo, abril y mayo) fueron más las bajas que las altas. En particular, durante el mes de marzo se registró un pico de 8.402 cierres contra 5.177 altas, lo que implicó un saldo negativo de 3.225 empresas. Sin embargo, con la reactivación de la economía la tendencia fue al revés, con más empresas abriendo que cerrando. La realidad volvió a revertirse cuando, en noviembre, las bajas aumentaron en 3.000 (en el momento de la suba importante de casos de covid-19), y ya en diciembre y enero las bajas volvieron a ser más que las altas, aunque en el primer mes del 2021 la diferencia fue menos notoria.
No obstante, a partir de febrero la situación sanitaria volvió a empeorar, y más aún en marzo. Por eso, el representante de los Empresarios sostuvo que desde el directorio “tienen miedo” de que el empeoramiento de la situación sanitaria “termine repercutiendo también en un cierre de empresas”.
Hacerle frente
Debido a esta situación, Verdino indicó que se han planteado medidas desde el directorio del BPS para mantener las fuentes de trabajo.
Por ejemplo, la posibilidad de que las empresas de los rubros más golpeados tengan la posibilidad de “inactivarse”, ya que “a veces ninguna exoneración es suficiente cuando no podés trabajar”.
También es muy importante, insistió Verdino, que se termine de reglamentar la Ley 19.942, que determinó “por un lado exoneraciones, pero también la posibilidad de que el BPS pueda instrumentar facilidades de aportes”. Esta norma fue votada a fines de marzo pero aún no está vigente, ya que está pendiente de aprobación. “Por tanto, hemos estado solicitando que se haga mucho más ágil este mecanismo que lleva a que, si bien tenemos la ley, no así el decreto reglamentario que nos permite poner en práctica la misma”, afirmó Verdino.
A esto se le suman, además, las últimas medidas anunciadas por los ministros el pasado 20 de abril, principalmente las que refieren a exoneraciones de aportes. Otra vez, estos incentivos requieren de la aprobación de una ley, por lo que Verdino solicitó “la mayor celeridad posible” al poder político. “Las medidas van en un camino que creemos es correcto y ayuda. Lo que pedimos acá es que los plazos en los cuales se está tomando el sistema político para poner en marcha estas normas sea un poco más rápido y más efectivo, porque las empresas lo están esperando”, concluyó.